Estaban varias naciones disfrutando de un almuerzo en una cafetería. México aún se encontraba de viaje. Rusia entra, se posiciona casi en medio de la cafetería. Lleva un recipiente cuadrado vacío. Empieza a hablar con voz potente.
-México está de viaje y como sabe que extrañare su comida me dejo algo preparado. Pensaba comer lo que ella conoce como "burritos". Pero por alguna extraña razón mi recipiente apareció vacío. Ya tengo abstinencia de México así que diré esto de la forma más calmada posible: ¿Quién se comió mis burritos?
Todos guardan silencio.
-Oye bro, ¿De dónde sacaste los tacos de harina que te comiste hace un rato?-susurra Canadá
-Callate brother.
-Gracias Canadá. –Rusia se acerca de manera presurosa.
Son las 3 am en donde se encuentra México. Recién se acuesta y empieza a cerrar sus ojos. Escucha un tono de llamada.
-Más les vale que sea de vida o muerte-murmura- Bueno.
-Mexiko, soy Alemania. ¿No te molesto?
-No, no. Dime.
-¿Me podrás dar la receta de los burritos? En específico de los que le dejaste a Rusia.
Se escuchan gritos de fondo.
-Lo siento, lo siento. Te comprare hamburguesas, pizza.
-Yo quiero mis burritos.
-¿Qué fue eso?-México se acomoda en la cama.
-El inicio de una nueva guerra fría.
-México, por mi vida, ven aquí.- USA grita.
-¿?
-Te mando el avión que rompe la barrera del sonido. Lo que sea solo sálvame.
-¡Rusia detente no quiero un muerto en mi conciencia! Además no traigo en mi maleta ropa de luto.
-¡Mexico nowww....!
-Ya voy, ya voy.-Cuelga la llamada. Se coloca una chamarra.
- Eso te pasa por tragón pinche gringo.
