Aquí Azteca, Mexica y URSS están vivos.
Todo el mundo corría de aquí para allá. España lleva un teléfono en la oreja mientras termina de checar el salón.
-¡Esas flores por alla! Ey el chaval de ahí, mueve ese jarrón. ¿Las luces están bien? Díganme que el alcohol ya llego.
Rusia esta en el altar, vestido elegantemente. A su lado URSS. Azteca esta sentada en primera fila junto a Olmeca. Aun no pueden creer que la señora mayor haya hecho el banquete completo y estar fresca como lechuga.
-La novia ya llegó.
Todos los invitados voltean hacia la puerta. España coloca su teléfono en vibrador y comienza a caminar rumbo a Azteca.
México desciende, le recibe Mexica.
-Estas hermosa, siuapili.
-Gracias papá.
Ambos buscan algo en la entrada.
-¿Qué pasa?-pregunta Azteca.
-No lo sé, voy a averiguar.
Camina rumbo a los dos.
-¿Que sucede?
-¿Dónde estabas?
-¿Eh?
-El padre debe de entregar a la novia.
-Pero, Mexica ya esta...
-Anda- México extiende su mano, España quiere evitarlo, pero unas lágrimas salen de sus ojos.
-Vamos, se supone que quien debe llorar soy yo- los ojos de México se cristalizan.
-Lo siento, lo siento.
-Tú también lo has hecho bien España.
Así México comienza a caminar con España de un brazo y Mexica del otro.
Ambos la entregan al ruso. Este no puede dejar de sonreír.
Están en la pista en su primer baile como esposos.
-Te acabas de unir a una familia bien complicada.
-Lo mismo digo. ¿Cómo crees que será nuestra vida de aquí en adelante?
-Todo menos aburrida.
Ambos ríen. Ven a sus familias: Mexica y URSS pelean sobre en donde vivirán los nietos, España sigue llorando en el hombro de Azteca y Olmeca pregunta si la comida es suficiente o tiene que preparar más.
Van hacia ellos, a su gran familia.