México y Rusia se encontraban viendo televisión tranquilamente. Se escucha el tocar insistente de la puerta.
-YA NO QUIERO VER A ESE TONTO- grita Panamá al entrar.
-Ah, hola para ti también.
-Mex, el me engaña, Mex.
-Cálmate Panamá ¿Por qué dices eso?
-Ucrania; Mex. Ese coscolino me engañó.- llora Panamá sobre el pecho de México.
-¿Crees que en verdad le engaño? ¿Qué haremos?- Mex se dirige a Rusia.
-Es mi hermano. Solo espera un poco.
México no comprende. Un minuto después la puerta se abre.
-PANAMA!! No es cierto, no te engañe.
-Cállate mentiroso- Panamá se suelta de México, esta de frente a Ucrania.
-Pero cariño escúchame.
-Infiel.
-Cariño, no estaba coqueteando con la cajera del súper!, ¿Cuántas veces tengo que decírtelo?
-Mentiroso, vi cómo le hablabas, ella te pidió tu número y tú se lo diste.
-Estaba haciendo una recarga.
México Y Rusia se van a sentar a seguir viendo la tele.
-Cariño, yo te amo solo a ti, lo juro.- Ucrania toma la mejilla en su mano, le acaricia.
-¿Me lo juras?
-Te lo juro mi dulce de miel.
-Ay, Ucrania.
Ucrania le carga a modo princesa.
-Adiós Mex, Rusia. Gracias.
-Aja, adiós.
La puerta se cierra.
-Por favor dime que yo no soy así.
-Claro que no cariño. Tú eres normal.
-Por eso te amo galletita.