SEDENA está en la puerta. Se quita el saco mostrando el porta armas en el torso. Se alza las mangas de su camisa.
Rusia baja despacio a México. La coloca de nuevo en la cama.
-Tranquila cariño, todo saldrá bien.
Rusia le acaricia el rostro. México trata de negar con la cabeza. Ve el agotamiento del ruso.
-¿Podría irse, por favor? No considerare esto como intento de irrupción al territorio.
-¿Qué es lo que pretende?
-Protegerla. Para eso existo.
-Mírela, ¿a eso le llama proteger?
-¿A caso ustedes, las naciones, lo harían mejor? Tú, por ejemplo, ¿No hiciste de oídos sordos ante el dolor y sufrimiento de México mientras estuvo contigo?
-Yo...
-Sí, dirás: "Yo no lo sabía" "Ella no me dijo nada" Patéticas escusas. Si le conocieras. Si realmente te hubiera tomado el tiempo de saber de ella, sabrías que empezó a debilitarse a los 4 meses que estuvo contigo. Que a los 6 meses ya casi no podía respirar.
Basta SEDENA
Rusia desvió la mirada, cerrando los puños. SEDENA aprovecho esta distracción para darle un golpe certero en la mandíbula.
Rusia cae al suelo.
¡Rusia!
-Si alguno de ustedes le conociera como yo, sabrían cómo se sentía. Así porque no solo desapareces.
SEDENA tira un golpe que Rusia desvía por poco. Logra devolverle un golpe a la organización haciendo que este pierda un poco el equilibrio. México solo puede ver como ambos se golpean el rostro y el cuerpo. Ve como Rusia tiene una clara desventaja. El agotamiento le pasa factura.
Con un carajo, maldito cuerpo, muévete. Eres mío así que obedece, vamos.
Escucha el quebrar de una mesa. Rusia está en el suelo. SEDENA pone un pie en el cuello. Empieza a remover el cuello del eslavo.
-Siempre me he preguntado qué pasa con las naciones cuando mueren. ¿Desaparecen? ¿Regresan a su territorio? Parece que voy a averiguarlo.
Presiona más el cuello. Al ruso le falta el aire. Trata de quitar el pie con sus manos.
SEDENA, basta, por favor detente. Rusia.
Las manos de Rusia ceden.
- Мексика, lo siento.-susurra.
México abre los ojos grande. Esa frase ya la ha escuchado antes. SEDENA mira al ruso con desprecio. Alza su pie, planea dejarlo caer con toda su fuerza.
-Adiós, Federación Rusa. No te preocupes, yo cuidare de ella.
