Les presento al papucho de Tom ❤
Nolan
—¡Puta mierda!—agarro una piedra y la lanzo a un árbol—¿Por qué le dije?
No pude ni aguantar un puto día sin decirle. No podía mentirle, me sentía la mayor mierda del mundo. Saco mi teléfono y llamo a alguien para que me recoja.
—Tom, ven por mi al lago.
—Hola Nolan, ¿Qué como estoy? Pues bastante bien, siempre tan atento. Y claro, con el mayor de los gustos. Adoro tus modales.—le cuelgo.
Estoy furioso. Porque Bella se fue con una idea errónea en su cabeza. No estoy con ella por lastima, no es así. Estoy con ella porque me encanta y quisiera tenerla siempre en mi vida.
Agarro mi ropa. La camisa es lo único que esta mojado. Saber que ella la estaba usando y bajo esta solo tenia unas bragas negras de encaje, me calienta.
Precoz
Siento una presión en mi pantalón y ni siquiera tengo que bajar la mirada para saber de que se trata.
—Moriré de una erección—miro hacia los lados y no hay nadie— ¿Dónde carajos esta Tom?
Escucho el motor de un auto. Me dirijo a él de mala gana.
—Ahora si. Puedes saludarme de manera dece-
Baja la mirada.
—Eh... no era la bienvenida que esperaba. ¿Tienes problemas? —Se ríe
—Cállate y conduce Thomas.—mi erección comienza a bajar.—No estoy de humor.
—¿Problemas en el paraíso? —Arranca y salimos a la carretera.
—Si—No digo más.
—Por mirar tu cara y además el olor a vainilla y fresa que desprendes, tiene que ver con esa tal Arabella.
—Pues si. Es que—lo miro y detiene el auto a un lado de la carretera—Ash, olvídalo.
—Claro que no. Soy tu psicólogo, háblame.
Lo odio tanto a veces.
—Me enteré de cosas que le han pasado a Bella pero porque su mejor amiga me las dijo.
—Explícate.
—Fui al bosque blanco y me la encontré. Me pidió ayuda para Bella. Tom, la hubieras escuchado. Estaba tan desesperada y tenía tanto dolor. Y con razón, lo que le paso a la pequeña no es nada leve.
—¿En qué sentido? —me mira con atención.
—Me hablo de su autoestima, de que ella no era la misma. Me dijo tantas cosas Tom. Y también conocí a su madre y es una maldita perra. Quería matarla cuando le dijo esas cosas a Bella. Estuvo llorando 15 minutos en mis brazos. Me dolía verla así—Escondo mi cara en mis manos.
—Vale, sin duda hay una razón psicológica aquí. No me digas nada más. —Vuelve a la carretera y la mayoría del camino la pasamos en silencio hasta que vuelve a hablar.
—Necesitas conocer bien sus reacciones. Necesitas saber cuándo necesita estar sola o acompañada, de lo contrario, te ganaras su ira y tú te enfadarás con ella y ambos mal interpretaran la situación. Antes de hacer cualquier cosa, debes observarla y aprender cada detalle.
—Eres tan sabio, amigo—le golpeo la espalda—Por cierto. Dile a tu tío que perdón por no ir a trabajar. Si me quiere despedir lo entenderé.
—Él no lo hará. Eres como su hijo—Se queda callado—Nolan, ¿Sabes que puedes vivir conmigo verdad?
Suspiro.
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Rosas Color Glaucous
JugendliteraturEsquivar y aguantar críticas. Esa ha sido la vida de Arabella desde sus 10 años. Una estudiante de médicina con un corazón tan dañado que el hallar una cura no es ya prioridad para ella. Esta destruida y rota. No se siente capaz de poder seguir...