Brooke.
—¡¿Los ojos los tienes de adorno, imbécil?!—digo en el piso mirando como el chico se va corriendo por los pasillos—¡Espero que me compres unos Cheetos! —me levanto y recojo la bolsa. Con suerte se salvaron 5.
Sali esta mañana con prisa porque olvidé que tenía clase temprano, ni siquiera tuve tiempo para desayunar.
—La gente ya no tiene modales—niego con la cabeza mientras unas manos tapan mis ojos—Quien coño seas, te digo que no estoy de humor.
—Agresiva—Nick.
—No—me voy antes de que comience a hablar.
—¿No qué? —me persigue.
—No a cualquiera de tus preguntas.
—Oh vamos Brooke—se adelanta—Llevo dos años tratando de salir contigo.
Lo observo un poco más.
—No—sigo caminando mientras tiro al bote de basura el paquete de Cheetos. Hay que cuidar el planeta, guarros.
—Brooke. Solo una cita. Una sola—levanta su dedo—Esta bien, no me pienso convertir en ese estúpido intenso que persigue a la chica que lo ignora. Adiós—de la nada, me besa la mejilla.
Levanto levemente la comisura de mis labios.
Nicolas Queen. Nick.
¿Qué les cuento de él?
Tiene 22 años, estudia derecho, así que nuestras facultades quedan juntas. Es alto, muy alto diría yo. Cabello un poco largo, oscuro y lacio. Ojos azules. Pero la mejor parte: tatuajes.
Tiene los brazos y manos tatuados. Resaltan tan bien con esa piel blanca que tiene. Es bastante guapo. Y aunque siempre anda con ese aspecto misterioso, es un buen chico. También pinta sus uñas de negro siempre. Un gran detalle que me encanta.
Ahora, ¿Por qué lo rechacé?, solo Bella lo sabe.
Me gusta tanto que tengo miedo de que esto no resulte.
Tengo miedo de arruinarlo todo. Mis relaciones no son las mas largas ni estables. Soy alguien que se aburre muy rápido de las personas, pero ¿Él? Me niego a llegar a ese punto. Me niego a que me deje de gustar. De todas formas, creo que nunca dejará de atraerme.
Nos conocimos en las escaleras numero 4 del edificio C a las 6:57 de la mañana.
Ustedes pensaran: Awww, lo recuerda tan bien, debe gustarle mucho. Pues sí, me gusta, pero no fue la razón de mi buena memoria.
Arruinó mi maqueta perfectamente hecha de Harvard. Tenía todos los detalles. No dormí en 3 días por terminarla y, cuando llego la hora... ¡Boom! El idiota de Nick derramo su estúpido café y, en un intento por ayudarme, nos caímos por las escaleras. Que buena primera impresión.
Lo llamé de todas las maneras posibles. Trate de arreglarla, pero estaba arruinada completamente. Se disculpo millones de veces, pero piensa que no lo perdone. Es malo tener rencor. Aprendan hermanos.
Oblígame, perra.
—Deberías arriesgarte—llega Bella a mi lado. Trae su uniforme color negro el cual, se le ve bastante bien. Ya quisiera yo tener el cuerpo de ella. No imaginan el culazo y la cinturita de avispa que se le marcan—Pobre, esa belleza no deberías desperdiciarla—toma de su juguito en caja.
—Sabes porque no he aceptado. Tal vez algún día encuentre a alguien mejor que yo—me sabe mal decir eso.
—Brooke, el chico lleva 2 años detrás de ti y tu llevas 2 años tonta por él—se calla un momento—Hagamos un trato.
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Rosas Color Glaucous
Teen FictionEsquivar y aguantar críticas. Esa ha sido la vida de Arabella desde sus 10 años. Una estudiante de médicina con un corazón tan dañado que el hallar una cura no es ya prioridad para ella. Esta destruida y rota. No se siente capaz de poder seguir...