Quiero moverme pero mi cuerpo no responde. Cierro los ojos con fuerza dejando escapar una lágrima y aprieto mis puños con tanta fuerza que las uñas se me clavan en las palmas de mis manos. Siento que haga lo que haga siempre acabaremos así, él gritándome y yo, sumisa, sintiéndome culpable sin saber muy bien el motivo. Inspiro cogiendo una bocanada de aire hasta llenar mis pulmones y lo suelto lentamente tratando de controlar mis emociones. Noah sigue detrás de mí, lo sé porque puedo escuchar su respiración. Está tranquilo, pero yo no. Me giro de golpe y le dedico una mirada de odio, de la misma forma que siento que Marcus me miraba a mí. No sé por qué lo hago, pero lo hago.
—¿Pero tú para qué te metes? ¡Te habrás quedado a gusto, seguramente le has roto la nariz!— Veo en su rostro que le sorprenden mis palabras. Seguro que no se lo esperaba. Yo tampoco, pero estoy enfadada y él es el único que está aquí.
Paso por su lado sin esperar a que me responda y camino dando grandes zancadas hasta adentrarme de nuevo en el bosque. No sé a donde me dirijo, solo camino y camino hasta que veo a lo lejos de nuevo al grupo. Por un momento me planteo volver allí pero la idea de compartir espacio en estos momentos con Noah me desagrada por completo. Además ya no veo la larga melena rizada de Sophie. Me llevo las manos a la cara ahogando un grito entre ellas y doy una patada contra el suelo. Me desvío para evitar pasar junto a ellos y camino en otra dirección sin saber hacia donde voy. La música y las voces se alejan poco a poco y empiezo a arrepentirme de haberme alejado tanto del grupo.
—Pero bueno.¿Qué hace sola una chica tan guapa?— El enfado que sentía hace un segundo se disipa dejando paso al miedo cuando escucho una voz desconocida a pocos metros de mí. Por el tono de su voz parece estar borracho. Según se va acercando consigo ver su rostro y casi puedo oler su aliento. No sé que hacer así que trato de inventarme una mentira, como que mi novio que está súper cachas y es campeón de lucha libre está a punto de llegar, o yo que sé.
Mientras trato de crear en mi mente la mentira perfecta él ha acortado la distancia y se para justo delante de mí, observándome con la cabeza medio ladeada y pasando su mano áspera por mi mejilla. Sus ojos están enrojecidos y brillantes debido al consumo excesivo de alcohol. Trato de apartar mi cara pero él se acerca más hasta que su cadera se pega a la mía. Ahora puedo sentir su aliento sobre mi piel haciéndome contener la respiración y aprieto mis ojos cuando su mano baja por mi cuello lentamente, acercándose a mi pecho.
—Ya puedes apartarte de ella si no quieres que te ponga a dormir la mona—. De nuevo su voz, igual de calmada que antes hace que me sienta aliviada al instante. Me alegra que sea él y no otro tipo borracho que quisiera unirse a la fiesta. El desconocido aparta su mano y mira por encima de mi hombro.
—Vale tío, tranqui. No sabía que iba contigo.— Responde titubeante al mismo tiempo que aleja sus manos de mí, alzándolas en señal de rendición mientras da unos pasos hacia atrás. —Perdona eh, de verdad, no quiero movida.
—Gracias.— Digo en un tono tan bajo que no sé si ha podido oírme,aunque tampoco trato de repetirlo. Siento que me tiemblan las piernas y que las lágrimas me brotan de nuevo hasta inundar mis ojos. Doy un paso hacia atrás y mi espalda choca con el tronco de un árbol, me deslizo lentamente por este hasta sentarme en el suelo. Han sido demasiadas emociones por esta noche. Flexiono las rodillas y cruzo los brazos sobre ellas para esconder mi cabeza en el hueco que queda. No puedo soportarlo más y rompo a llorar, lo hago en silencio esperando que él no se de cuenta.
No dice nada pero noto como se sienta justo a mi lado. No sé si me mira. No sé lo que está haciendo y me entra una terrible curiosidad por saber el motivo que lo hace quedarse. El motivo que hizo que me siguiera hasta el coche y después hasta aquí. Levanto la cabeza y me seco los ojos con el reverso de la mano, me acomodo el pelo detrás de las orejas y respiro profundamente.
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Tan fácil como decir te quiero.
RomantikElla es una chica introvertida y llena de inseguridades, viviendo una vida que no desea con alguien a quien ya no ama. Él es un chico borde, temperamental y distante que ha decido no dejar entrar a nadie en su vida. Pero cuando sus caminos se cruzan...