Me noto ligeramente mareada y siento la necesidad de sujetarme a la barandilla cuando voy por la mitad de las escaleras. El volumen de la música y estar rodeada de tanta gente, junto con todo el ron que me he bebido y el par de chupitos de tequila hacen que me sienta aturdida y todo a mi alrededor está ligeramente borroso. Recorro el pasillo tratando de encontrar el cuarto de baño y después de invadir varios dormitorios y preguntarle a un par de personas por fin doy con la puerta correcta. Dejo que se cierre de golpe detrás de mí y mi cuerpo se sobresalta dando un pequeño brinco.
—Me va a estallar la cabeza. Dios santo, ¿pero cuanto he bebido?— Escucho como mis palabras se arrastran saliendo de mi boca. Me llevo las manos a los lados de mi cabeza y cierro los ojos masajeando con las yemas de mis dedos. Esta sensación de que todo lo que me rodea esté dando vueltas e inestable me hace sentir mareada. Busco el váter y consigo sentarme justo a tiempo a la vez que siento un gran alivio. Aún no me he subido las bragas cuando unos golpes en la puerta me interrumpen.
—Mierda. ¡Ocupado!— Consigo colocar adecuadamente el vestido y me mojo las manos llevando estas a mis mejillas. Hace calor y el agua me ayuda a rebajar la sensación de aturdimiento. Inclino mi cabeza hacia el grifo para beber un par de tragos y noto como su frescura me hace resurgir. De nuevo escucho que golpean la puerta y tratan de abrirla. No recuerdo haber puesto el cerrojo. Resoplo de forma molesta y busco mis zapatos por el suelo.
—¡Qué ya voy, joder!— Reconozco el pelo tan llamativo de Beatrice nada más abrir la puerta y trato de enfocar la atención en su rostro. Me mira de arriba a abajo con cara de asombro y desagrado, levantando una de sus cejas perfectamente maquilladas. Toda su cara va excesivamente maquillada para mi gusto.
—Vaya, pero mira a quién tenemos aquí— veo que se dirige hacia la chica que la acompaña —¿Qué haces aquí, novata?— su risa me taladra la cabeza y trato de atravesar la barrera que han creado con sus cuerpos frente a mí.
Lo poco que conozco de ella no me gusta, así que simplemente trato de alejarme de allí. Consigo abrirme paso bajo su atenta mirada mientras las oigo dedicarme unas palabras poco amables según me alejo. Necesito sentarme. Me dirijo de nuevo hacia las escaleras, tratando de llegar a la sala de estar cuando al apoyar mi pie descalzo en el primer escalón piso algo que me hace resbalar. De forma instintiva llevo la mano a la barandilla con la única intención de frenar mi caída escaleras abajo. Al mismo tiempo siento como una mano me sujeta con fuerza la parte superior de mi brazo. Todavía con el susto grabado en mi rostro, dirijo la mirada hacia la persona que me ha salvado de una aparatosa caída mientras recupero la compostura.
—Que poco ha faltado. Y eso que no llevo puestos estos endemoniados zapatos.— Levanto la mano en la que sostengo el par de sandalias mientras trato que las dos manchas borrosas que tengo frente a mi se unifiquen en una misma persona.
—¿Te has hecho daño?— La mirada preocupada de Noah desciende hasta mi pie y un segundo después vuelve a mi rostro, aflojando la presión que ejerce sobre mi brazo.
Siento un cosquilleo en mi estómago cuando escucho su voz tan cerca y por un momento creo que voy a vomitar. Trato de que mi respiración se ralentice, aparentando total normalidad. Me miro el pie y consigo levantarlo ligeramente del suelo para ver si tengo algún daño. Todo está bien, no hay cortes, solo unas pequeñas rozaduras de la cuales son culpables las dichosas sandalias.
—Sí, solo pisé algo y he perdido el equilibrio— deslizo la mirada a la mano que todavía rodea mi brazo y mascullo —puedes soltarme ya, gracias.
En el momento que mis palabras salen de mi boca noto como su mano se aleja lentamente de mi piel y se me escapa un pequeño suspiro. Me vuelvo tratando de continuar mi camino sin más incidentes cuando me sorprende pronunciando mi nombre.
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Tan fácil como decir te quiero.
RomanceElla es una chica introvertida y llena de inseguridades, viviendo una vida que no desea con alguien a quien ya no ama. Él es un chico borde, temperamental y distante que ha decido no dejar entrar a nadie en su vida. Pero cuando sus caminos se cruzan...