Capítulo 27

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Al entrar en el apartamento la música invade de nuevo mi mente sin dejar espacio a ninguno de mis pensamientos. Sophie me quita la botella de la mano y da un trago antes de devolvérmela alentándome a beber. Yo lo hago. La música se para por un par de segundos antes de comenzar una nueva canción. Sophie da un grito de euforia agarrando mi mano con fuerza y tira de mí hasta llevarme a una zona del salón más despejada.

—¡Amo esta canción! Y no podría ser más apropiada para este momento. ¡Baila conmigo Vio, baila como si nada en este mundo importara!—Me abraza, tambaleándose de un lado a otro al ritmo de Follow You de Imagine Dragons. —I'll follow you way down wherever you may go, I'll follow you way down to your deepest low, I'll always be around wherever life takes you...

La voz de Sophie casi sobresale por encima de la música mientras canta y yo no puedo evitar sonreír contagiada por su extrema felicidad. Agarra mis manos con fuerza y ambas empezamos a saltar al ritmo de la música cantando a pleno pulmón como si se nos fuese la vida en ello.

If the world would only know what you've been holding back, heart attacks every night, oh you know it's not right...

Te quiero mucho ¿sabes? Siento como si nos conociéramos de toda la vida. Nunca dejaría que alguien te hiciera daño— se confiesa mientras me abraza con todas sus fuerzas y me da un gran beso en la mejilla.

—Yo también te quiero un montón Sophie. Eres como una hermana, de verdad te lo digo. Eres lo mejor que me podría haber pasado aquí.

Nos fundimos en un abrazo eterno mientras la música suena de fondo. Beso un montón de veces su mejilla mientras ella me estruja con fuerza y de la nada siento ganas de reír. Sophie me mira con asombro y no tarda en estallar a reír ella también. Y me siento aliviada, como si todo el peso que llevaba cargando el día de hoy se desvaneciera con cada carcajada.

—Me siento afortunada de tenerte Soph. Eres la mejor.

—Para siempre, Vio.

—¿Nos podemos unir a la fiesta?

Ambas nos giramos a la vez encontrándonos frente a nosotras a Oliver y Daniel. Ellos alzan sus manos, sosteniendo unos vasos de chupito. Nos miramos la una a la otra y cogemos cada una un vaso.

—¡Por ser felices con nosotras mismas! — Espeta Sophie chocando nuestros vasos antes de beberlo de golpe.

Dejamos los vasos en una mesita que hay en una esquina de la habitación y de nuevo nos dejamos llevar por la música. Oliver me roba a Sophie para bailar con ella y Daniel me dedica una sonrisa cálida a la vez que me tiende su mano. Sin dudarlo ni un momento me acerco a él y rodeo su cuello con mis brazos pegándome a su cuerpo. Me dejo llevar deslizando mi cuerpo al ritmo de la canción mientras él me sostiene por la cintura.

—Te veo mucho mejor...

—Lo estoy. Gracias por obligarme a venir—. Bromeo dedicándole una sonrisa. —Necesito ir un momento al baño. Ahora vuelvo.

Me escabullo entre la gente en busca del cuarto de baño adentrándome por el pasillo y al doblar la esquina lo que veo hace que me quede paralizada ahí en medio. Beatrice sale de una de las habitaciones y segundos después por esa misma puerta aparece la imagen de Noah, todavía terminando de ponerse la sudadera negra que lleva. Siento que el corazón se me va a salir y quiero huir, que no me vea ninguno de los dos. No quiero darles la satisfacción de verme de nuevo hecha mierda. Pero por más que trato de despegar mis pies del suelo mi cuerpo no responde.

Beatrice dibuja una expresión de satisfacción al verme, bajándose un poco el vestido que lleva al mismo tiempo que pasa por mi lado. Aprieto con fuerza la mandíbula y doy gracias de no poder moverme porque de poder hacerlo sé con seguridad que ahora mismo estaría sobre ella.

Tan fácil como decir te quiero.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora