CAPÍTULO 2

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Pol es un poco aburrido. Te presento a una servidora.








ONI








Hola.

No, no soy Pol. No te confundas. En el anterior capítulo sí. Pero es mi turno.

¡Cállate, Pol! Sabes que no puedes estar todo el rato contando tú la historia. Has empezado tú y también hay que contar otras tan importantes como la tuya y esa es la de moi. No seas como Acis, no todo gira a tu alrededor... ¿Qué? ¿Qué acabas de murmurar?... ¡Ahora cállate tú, Acis! Por la Madre Naturaleza, así no se puede.

Bueno... AJEM EJEM. ¿Cómo puedo empezar esto para que sea entendible?

¡Ah!, sí, perfecto.





...





Corríamos.

Nuestra respiración era lo único que se oía y esquivábamos árboles, arbustos y todo lo que se interponía ante nosotras. El entrenamiento no había sido en vano. Sabíamos que nos perseguían, todos habíamos entrenado en el mismo lugar y en las mismas condiciones. Y daba miedo, porque sabíamos que lo que mejor sabíamos hacer era ser silenciosos antes de atacar.

Via giró su cabeza unos segundos para lanzarme una mirada y, entonces, exclamó en susurros:

- ¡Hay que separarnos! ¡Así los despistaremos! – me miró agitada, no quería una respuesta, porque era una orden. Yo la veía como mi hermana mayor y sabía que sería lo mejor.

¿Qué era esa frase que le gustaba tanto decir a Acis? Divide y vencerás. No sabía que ese tipo se me fuera a aparecer en la mente en un momento tan crucial.

Sacudí la cabeza, la miré con decisión y asentí.

Ella corrió hacia la izquierda y en milisegundos se perdió en el bosque. Yo hice lo mismo, pero en dirección contraria.

Sin embargo, rebobinemos. Porque, ¿qué está pasando?

Bueno, no es muy difícil de explicar. Lo voy a resumir, porque se trata de dos años enteros de mi vida. Si las estaciones tienen vida, claro.

Yo desperté en un cuerpo de quince años. Fui la primera en hacerlo. La primera de las primeras (o eso me decían). Y, por eso, no salió bien. Tuve fallos en el despertar, así que me llamaron la Prueba. Simplemente fui un boceto. Un experimento. De forma que todos los demás después de mí despertaron perfectos.

¿Cuál fue el fallo en el despertar? Pues fue, precisamente, ceguera en el ojo derecho, lo cual me dejaba una panorámica limitada de lo que pasaba a mi alrededor, o eso decía el Jefe. El Jefe es quien me despertó, o más bien, el que nos despertó. Nunca dejaba que lo viésemos. Siempre lo oíamos con la voz deformada y si se presentaba alguna vez ante nosotros, lo hacía con la cara y el cabello tapados. No sabíamos ni su nombre.

Nunca supe quién o cómo era. Pero, debido a que no veía por un ojo y debía usar un parche por su estado, me encerró en una pequeña habitación. Podía ver el pasillo porque era como una cárcel. En vez de rejas, había un cristal bastante fuerte y grueso que no podía destrozar con mis poderes o débil fuerza.

Tenía compañeros a los lados, pero para ellos no eran celdas, sino simples habitaciones en las que dormir. Ellos sabían que yo estaba allí encerrada. A veces oía explosiones o cómo se divertían y me sentía sola. Pasaban por delante, me miraban y seguían con su camino. Observando, me di cuenta de las amistades, de las relaciones que se formaban, mientras que yo estaba allí, aprisionada de por vida. Solo salía para comer, ir al baño, desayunar y cenar.

QUIEN HACE CRECER LAS FLORES || TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora