CAPÍTULO 4

26 5 0
                                    


Plan de fuga







ONI







En realidad, tardé unos días en plantearle a Via y a Indra lo que había hablado con Acis. Ellas se habían dado cuenta de que últimamente estaba faltando a las cenas. Así que, un día Vianey pareció explotar:

-          Oni, ¿dónde te metes? – me dijo, con sus ojos redondos muy abiertos y con rostro preocupado.

-          ¿Qué? – pregunté, haciéndome la inocente y confundida.

Indra parecía estar muy tranquila, como siempre. Se llevó a la boca un trozo de pollo empanado.

-          Faltas a las cenas. Y en las cenas es el mejor momento para hablar, ya sabes por qué. El Creador o Jefe o como lo quieras llamar o se va o está ocupado en su despacho y no nos presta mucha atención a esa hora del día. Y justo cuando has empezado a faltar, Via y yo hemos estado hablando sobre una cosa... una cosa importante- explicó Indra. Poseía un envidiable cabello color azabache tan largo que le llegaba hasta la cintura y ojos grises y rasgados.

-          ¿Qué cosa? – pregunté, con la boca llena. Se me cayó un trozo de comida masticada sin querer. Me ruboricé y me limpié los labios.

-          Bueno...- farfulló Vianey. Ella e Indra se inclinaron para quedar más cerca de mí. Yo también me incliné y escuché atentamente.

-          Estamos planeando escaparnos. Esto no está bien. Sí, los humanos a veces son una pesadilla, pero no podemos hacerles daño. Eso está mal. Ni siquiera saben que vamos a destruirlos y no es justo. ¿No deberíamos haberles dejado un poco de tiempo para que esos indefensos se preparasen? – argumentó Vianey entre susurros.

Alcé las cejas y abrí los ojos como platos. Le di un golpe a la mesa con el puño y mi plato voló por los aires, pero no me importó. Mis hermanas se sorprendieron al ver mi reacción.

-          ¡Exacto! – exclamé murmurando, y con el ceño fruncido, muy indignada-. ¡Esto no está nada bien! Yo no pienso hacer daño a los humanos, no voy a participar en esta guerra solo porque nos lo diga un tipo que no nos enseña ni su cara. Él es un malvado. ¡Pero nosotras podemos salvar a las personas de estos rufianes! ¡Debemos salir de aquí!

Vianey e Indra me miraron boquiabiertas. La rubia asintió eufórica después de unos segundos.

-          ¡Sí! ¡Saldremos de aquí! ¡Seremos heroínas, no villanas! – exclamó en susurros. Las tres nos reímos.

-          No... pero en serio, ¿dónde te metes en las comidas? Ya llevas casi dos meses haciendo eso- me dijo Indra con tono paciente y relajado.

-          Puede... puede que haya descubierto un sitio superguay- aclaré. Ellas me observaron, sin saber muy bien a qué me refería-. Es una biblioteca, llena de libros. Y además no me siento muy sola porque Acis me acompaña...

En el momento en que pronuncié el nombre de Acis, Vianey se estaba llevando una patata frita a la boca y la escupió. Indra dejó su tenedor despacio sobre la mesa. Las dos alzaron su mirada hacia mí al unísono.

-          ¡¿Qué?! – gritó Via. Yo formé una fina línea con los labios-. ¿Acis? Oni, Acis es la persona más egocéntrica del grupo de entrenamiento, no parece muy buena persona.

-          Pero si no lo conocemos- le dijo Indra, con una apariencia más tranquila-. Además, parece limpio y ordenado. Huele bien, se peina, ¿qué más quieres?

QUIEN HACE CRECER LAS FLORES || TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora