¿Quieres que duerma contigo?
SER NO IDENTIFICADO
"No lo sé", había dicho.
Pero Felipe sí lo sabía.
Sabía que recordaba a Aarón, mejor que a todo lo demás. Sus ojos, su pelo. Su forma de ver esas series y películas que tanto le gustaban, mirando las palmas de sus manos. Por eso lo había echado tanto de menos durante esos dos meses en los que habían estado lejos el uno del otro, y no sabía cómo hacérselo saber.
Recordaba sobre todo cuando Aarón se escaqueaba de su entrenamiento y, por alguna razón, iba al lugar en el que Felipe entrenaba.
El fuego estaba separado de todos los demás al entrenar, con lo cual nunca veía demasiado a sus compañeros. El Jefe lo tenía totalmente aislado, entrenando en una cámara a prueba de fuego para que pudiera practicar a lo bestia sin causar daños materiales. La única vez que veía a los elementos de la naturaleza era por la noche, cuando dormía en la habitación que los cuatro compartían.
El Jefe lo consideraba como un peligro para todos. Sobre todo porque tenía un problema, aunque Felipe no lo consideraba eso. A Felipe le encantaba hacer arder las cosas, sobre todo si explotaban después. Le gustaban las escenas de las películas en las que alguien hacía explotar algo y se formaba un hongo de humo y fuego que llegaba hasta el cielo.
Aarón le decía que cómo se podía emocionar con eso y reírse de esa manera como si fuera algo gracioso. Sin embargo, Felipe no entendía por qué a Aarón le gustaba ver películas que trataban de paisajes con cascadas y lagos (documentales aburridos que hacían dormirse roncando al fuego).
Felipe nunca se había sentido más unido a alguien, pues Aarón era el único que iba a visitarlo todos y cada uno de los días.
Y, obviamente, Tobías sabía a dónde se iba Aarón cuando decía que iba al baño. Todos lo sabían ya, al menos las estaciones y los elementos. (Aunque Oni no se enteraba de nada, pero ella era feliz, así que no pasaba nada).
Aarón se sabía el camino de memoria. Cuando llegaba a la cámara donde practicaba Felipe, ya ni se molestaba en tocar la puerta para entrar. Simplemente lo hacía, y se sentaba con la espalda pegada a una de las paredes.
- ¡Aarón! ¡Cuánto tiempo! – exclamó Felipe aquella vez. Lanzó una esfera de fuego al cielo, como si fuera una pelota, y antes de que cayera al suelo, le dio una patada para que chocara contra la pared que tenía delante.
- Nos hemos visto en el desayuno- se limitó a decir Aarón, juntando las manos para seguir viendo una de todas las series que tenía a medio.
- Tu tostada estaba deliciosa.
- Ya, como vuelvas a quitármela le echo agua a tu próximo desayuno- contestó Aarón, sin levantar la vista de la serie que estaba viendo, con mucha tranquilidad.
- No lo dudo- sonrió Felipe, haciendo el mismo movimiento de antes con otro balón de fuego-. ¿Has probado alguna vez a jugar videojuegos con esa pasada de poderes que tienes?
Esa vez, Aarón alzó la mirada y ladeó la cabeza, observándolo a los ojos.
- No- respondió.
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QUIEN HACE CRECER LAS FLORES || TERMINADA
FantasíaCuatro estaciones. Cuatro elementos de la naturaleza. Un mundo contaminado y una humanidad en vías de extinción. Un ser misterioso que se esconde tras las sombras. El reloj gira en dirección contraria y se acaba el tiempo, pero ¿son ellos los que e...