꧁Cap.2꧂

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   «Seguimos viéndonos todos los días. Jugábamos y cada vez nos conocíamos más. Jamás pensé tener una conexión tan fuerte con alguien, y en ese entonces era solo una niña pequeña» —piensa T/N—. «Hablábamos sobre qué clase de héroe queríamos ser de grandes, nuestro quirk, la fascinación por el héroe que nos gustaba, y claro; nuestro nombre de héroe». —Ríe con nostalgia y lágrimas en sus ojos—. «Recuerdo que querías llamarte All Might junior. Tú fanatismo hacía All Might y hacia los héroes, provocaba un sentimiento en mí, que hasta el día de hoy no soy capaz de explicar, pero sentía aquella fuerza para seguir adelante».

     «El día de San Valentín»... —sonríe—. «Nunca olvidaré ese momento».

     Izuku se levantó por la mañana para asistir a la escuela el día de San Valentín, y su madre le compró una bolsa de paletas para regalarles a todos sus compañeros de salón. Una vez en la escuela, ya concluidas las clases, los maestros les dijeron a los pequeños que ya podían entregar cartas o regalos, así que Izuku repartió todas sus paletas entre sus compañeros y también entregó las cartas que había hecho para sus amigos, luego regresó a sentarse.

   —Y bien, ¿cuántas cartas recibieron, niños? —preguntó uno de los profesores con una sonrisa en el rostro.
   —¡Tengo cinco!
   —¡Yo dos!
   —¡Me dieron nueve!
   —¡Yo tengo más!

     Los gritos de los niños y niñas de salón sonaron con fuerza, emocionados por la cantidad de cartas y regalos que tenían.

   —¿Tú cuántas tienes, Izuku? —preguntó uno de los niños con un tono burlón.
   —Yo-... —intentó responder Izuku, pero la tristeza no se lo permitió.

     El niño solo comenzó a burlarse mientras señalaba al pequeño.

   —¡Miren todos! ¡A Izuku no le dieron nada!

     Todo el salón empezó a burlarse, mientras Izuku solo veía su banca vacía, y las lágrimas comenzaban a salir de sus ojos.

   —¿Acaso esperaban que le dieran algo? —preguntó Bakugo en modo sarcástico y siguió burlándose.
   —¡Hey! ¡Basta ya, niños! ¡Dejen tranquilo a su compañero o todos se irán con reporte a casa! —regañó molesto el profesor.

     Al salir de clases, Izuku se dirigió a su casa con la mirada baja y lleno de tristeza, para posteriormente comer e irse al parque, sentarse en un columpio, y esperar a T/N.

   —¡Izuku-kun! —gritó T/N a lo lejos, mientras saludaba con una mano.
   —¡T/N-chan! —la expresión de tristeza de Izuku cambió a una enorme sonrisa de alegría.

     La pequeña, emocionada, corrió hasta donde se encontraba su amigo.

   —¡Mira, mira, mira! Esto es para ti —T/N le entregó una caja de dulces a Izuku junto con una carta—. ¡Feliz día de la amistad, Izuku-kun!
   —Esto... ¿Es para mí? —preguntó asombrado.
   —Sí, mis papás me ayudaron a comprarlo para ti —explicó con una sonrisa.
   —Muchas gracias, T/N —dijo agradecido, a nada de caer en el llanto.
   —Oye... ¿Qué tienes? ¿No te gustó?
   —¡Sí! Me gustó mucho, es solo que... No me habían regalado algo así, no recuerdo que me hubiesen regalado nada, además de lo que me ha dado mi mamá... ¡Muchas gracias!
   —Me alegra que te halla gustado.
   —¡Ah! —El pequeño se percató de algo—. Yo también te traje un regalo. —Sacó de uno de los bolsillos de su pantalón, una paleta y una carta—. ¡Feliz día de la amistad, T/N-chan!
   —¡Muchas gracias! ¿Quieres que vayamos a comernos los dulces a aquella banca? —le pregunto T/N señalando una banca a lo lejos.
   —¡Sí! ¡Vamos!

     «Jamás olvidaré ese día» —afirma ella—. «Tristemente mi felicidad en ese entonces no duró mucho».

   —Su hija no tiene singularidad —aseguró el doctor.
   —¡¿Qué?! —exclamó T/M—. Pero si toda la familia posee una. ¿Por qué T/N no?
   —Lo siento mucho señora, pero su hija nació siendo una persona de el veinte porciento las cuales no poseen un don, puede que la razón sean los genes.

     «Ese día mi mundo se rompió. Tu y yo queríamos ser héroes juntos, pero por mi culpa eso ya no era posible».

   —Izuku-kun —llegó la niña al parque con cara de tristeza notable.
   —¡Hola, T/N-chan! —El infante se percató de la tristeza de su amiga—. Oye, ¿qué te pasa?
   —¿Recuerdas que te dije que seríamos compañeros héroes siendo ya grandes? —preguntó desanimada.
   —Sí, pero antes de que digas otra cosa, yo... No tengo un don T/N-chan —reveló Izuku con pena y tristeza en su rostro.
   —¿Qué tú qué?
   —Perdóname... Ya lo sabía, pero no había querido decirte por miedo a que me dejaras de hablar por ser un inútil. Lo arruiné, como siempre —comenzó culparse el pequeño—. ¡Pero te prometo que aún sin particularidad me esforzaré para poder ser un héroe! —afirmó triste, pero con seguridad.
   —Izuku-kun... Yo venía a decirte eso —T/N estaba asombrada.
   —¿Qué? ¿Cómo?
   —Esta tarde me llevaron al doctor y... Pertenezco al veinte porciento de la población que no posee un don, pero no sabía que tu-...
   —¿Hablas en serio?
   —¿Por qué te mentiría?
   —Lo siento mucho, T/N-chan, pero puedes ser una heroína aún sin particularidad —le respondió intentando animarla.
   —¿No lo entiendes, Izuku? Sin un quirk, no eres nada... Solo una persona más —aseguró la niña con lágrimas en los ojos.
   —No digas eso T/N... Sé que se puede, créeme, no me rendiré, les demostraré a todos que no soy un inútil como muchos piensan.

     «Ese día yo me rendí; pero tú no. Seguiste esforzándote a pesar de lo que dije. Como desearía haberte dicho que sí podías convertirte en héroe, pero-

     La joven levanta la mirada, nerviosa y llena de terror.

     «¡Escucho pasos que se dirigen a la puerta!».

¿Por qué lo hiciste? ❦Lectora×Deku Villano[✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora