¿Por qué lo hiciste? ❦Lectora×Deku Villano[✓]

(42) ❯──Si quieres que té lastime, eso haré──❮

   —Terminamos...
   —No, espera T/N. ¿Dé qué estás hablando? —preguntó con pavor—. No lo dirás encerio.
   —Es totalmente encerio. ¡Tú mismo me acompañarás a la enfermería pará ayudar a Aizawa y Uraraka, después iremos a la estación de policía y confesarás tus crímenes —ordenó con irá y lagrimas—. Yo nunca podría estar contigo de la manera en la que estás en éste momento. Estás enfermo —declaró con asco.
   —No...
   —¿No qué?
   —¡Ésto no es posible! Tú, yo... ¡Sé supone que deberíamos estar juntos! —replicó en mares de lagrimas.
   —Eso sé acabó. Ahora ayúdame a llevar a Aizawa a la enfermería junto con Uraraka.

     T/N sé dió la vuelta para poder ayudar a Aizawa, pero, de un momento a otro, Izuku cambió de una mirada triste y decepcionada, a una enferma y llena de cólera.

   —El que dará las ordenes aquí, voy a ser yo...
   —¿Qué dices?

     Izuku tomó con fuerza la mano de la chica sin intenciones de soltarla.

   —Izuku... suelta mi mano.

     Cuando intentaba soltarse, Midoriya apretaba más fuerte.

   —¡Deku, me estás lastimando! ¡Sueltame!
   —Vas a estar conmigo. Quieras... ¡o no!

     Con fuerza, Deku arrojó a T/N a la cama. Ella rápido sé levantó e intentó correr a la puerta, pero Izuku la alcanzó, la tomó del cabello y la regresó a donde estaba, ahora poniéndose sobre ella. Ambos cara a cara.

   —¡Estás demente!
   —¡Tú, eres mía, T/N! ¡Mía!
   —¡Déjame!

     Golpeó Izuku en la entrepierna haciendo que la soltara por el dolor. Volvió a intentar correr pero fue inútil, Izuku dejó de lado el dolor y la pusó en la misma posición, pero ahora hace que no pueda mover las piernas.

   —¡No! ¡Ayuda! —alarmó con pánico.

     La sostenía de ambas muñecas con una de sus manos, y sus piernas con una de el, sobré ella.

   —¡Basta de una vez! — se irritó, Deku.

     Comenzó a besar a T/N en los labios mientras le decía:

   —Cállate~. No sigas hablando~. ¿Ayuda? ¿Por qué? ¿Por mi~?
   —«Tengo que hacer algo de inmediato. ¿Acaso...? ¡Lo tengo! Té necesito, Ochako».
   —No~. No necesitas ayuda pará liberarte de mi. Sé que no quieres~. Puedo ver tú cara de satisfacción con cada roce de nuestros labios, cariño~. Siempre té ha gustado que te besé~... Así que... ¿por qué no hacerlo ahora~? ¿Té olvidaste dé todo el tiempo que pasamos sufriendo uno por él otro? Porque yo té extrañé como no tienes idea~. ¿Sólo por lo que acabas de descubrir dé mi, ya no me quieres~?
   —¿Por qué hacés ésto? Asesinar...
   —La verdad es una adicción para mi. Al igual que tu~.

     Mordió ligeramente el labio inferior de T/N con satisfacción.

   —Mi T/N, seré un Rey y tú serás mí Reina.

     Él sé separó un poco de ella y, al parecer, T/N sé relajó. Luego sé levantó y besó de nuevo a Midoriya, pero ahora por su cuenta.

   —Lo sabía~. Ah~ —suspiró—. De verdad me encantas, hermosa~.

     Izuku acaricio la cintura de T/N, y ésta acarició su mano con sus dedos que no sufrián el agarre de Deku. De pronto, y sin que el chico se lo esperara, T/N gritó:

   —¡Ahora, Uraraka-san!
   —¡Tragate ésto, maldito desquiciado —replicó Ochako atacando por atrás.

     Midoriya sintió un golpe fuerte en la cabeza provocado por Uraraka, quién rápidamente tomó a T/N del brazo y corrió hacía la puerta.

   —¡Midoriya, ¿qué hacés?! —preguntó Denki desde afuera tras escuchar el ruido.
   —¡Vamonos, T/N! —gritó Uraraka.
   —¡¿Ésa fué Uraraka-san?!

     Deku sé levantó velozmente y lanzó a ambas contra la pared, Uraraka sé desmayó y T/N quedó aturdida por el golpe.

   —¡Encerio, Midoriya, ¿qué tanto estás haciendo? Haces mucho ruido!
   —¿Eh? ¡Nada, Kaminari! ¡Estoy... Entrenando! —dijo Izuku con su característica voz cariñosa.
   —¡Mandé a tu amiga T/N a tú cuarto. ¿La viste?!
   —¡Si! ¡Pero sé fue hace un rato!
   —«Que raro, no la vi salir», piensa el chico. ¡¿Encerio no hay nadie mas contigo?!!
   —¡¿Dé qué hablas? Sólo soy yo!
   —Mmm... ¡Bueno, adiós, perdón la molestía!
   —¡No té preocupes, está bien! «Imbécil, no te perdono nada». ¿Así que ahora también té conocen los idiotas dé aquí? —le pregunto a T/N sin esperar respuesta—. Que irónico. Pudo haber sido por la buena, T/N, pero siempre he sabido que té gustan las cosas difíciles —dijo amarrandola con un cinturón de su cajón.
   —Déjame... —murmuró inaudible, ya sin fuerzas.
   —Shh, té conviene callarte por tú cuenta, porque sí yo lo hago, ya no será con besos —susurró molesto—. Yo soy el que da las ordenes, cariño, así que quédate quieta. Me hiciste enojar, y no tienes idea de como soy cuando me enojo. Pude haberte llevado conmigo sin problemas... pero no. Sí quieres que té lastime... —golpeó a T/N y ésto acabó en un desmayo—. ...eso haré. Pero aún así, estoy consciente de una cosa... Tú, tarde o temprano, vas a llegar a amarme, y a aceptar lo que soy. Eso, té lo puedo prometer. ¿Por qué? Porque me amas tanto como yo a ti...