(36) ❯──Doce prisioneros──❮

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      Deku colocó el seguro en su puerta, tomó su mochila con sus cosas dentro, vistió una sudadera negra con capucha y un cubre bocas también de ése color. Luego salió por la ventana con su celular en la mano y se marchó sigilosamente.

     Izuku finalmente llegó a una dé las solitarias calles que están cerca de la cárcel y logró ver a dos personas conocidas en una dé las esquinas.

   —Twice, ¿Himiko? —se sorprendió al ver a la chica.
   —¡Le dije que no viniera!- ¡Yo sé lo pedí! —exclamó Twice.
   —¡Hola, Izuku-kun!
   —¿Qué haces aquí, Toga-chan?
   —Dijiste que nos volveríamos a ver y pues aquí estoy. Además, puedo ayudarte a conseguír algo de sangre de uno de los oficiales de policía. Así que podría ayudarte. ¿Puedo?
   —Me encantaría que me ayudaras, Toga —aceptó con una sonrisa maliciosa—. Bien, ésto es lo que vamos a hacer...

     Los tres se marcharon a un lugar mas alejado y llaman a la policía para pedir "ayuda".

   —“¿Si, policía de-...”
   —¡Alguien me ha estado siguiendo y parece qué tiene un arma! ¡Necesito ayuda porfavor! ¡Me encuentro en xxx! —gritaba Himiko con una fingida voz de angustia y llanto.
   —Porfavor tranquilizate. ¿Estás con alguien más o sólo tú?
   —Solo yo. ¡Porfavor no se tarden!
   —Ya hemos enviado una patrulla, ¿hay algún lugar donde té puedas esconder?

     Toga corto la llamada sin responder y miró a Izuku con una sonrisa de victoria.

   —Muy bien hecho, sólo queda esperar.

     De inmediato llegó una patrulla al lugar y dos oficiales en ella. Ambos se bajaron e inspeccionaron el lugar, una pequeña casa sin habitar. Al no encontrar nada estaban listos para regresar al auto, pero en eso, por detrás de ellos, algo metálico punzante cortó sus cuellos provocando un derrame instantáneo.

   —“¿Encontraron algo?” —se escuchó en una dé las radios del auto.
   —Si, atrapamos a la persona implicada. La arrestamos y la llevaremos a la estación para interrogarla. La niña está bien —dijo Toga, ya con la sangre ingerida de uno de los policías.
   —“Bien, entonces regresen de inmediato”.
   —Entendido.

     Izuku tomó él chip del celular con el que hizo la llamada y lo pisó provocando que se rompiera. Twice creó un clon del otro policía. Escondieron los cuerpos sin vida. Deku sé colocó en los asientos de atrás del carro con las esposas, simulando ser él atacante para marcharse a la estación.

     Al llegar, les ordenaron que metieran a Deku en una de las celdas en lo que preparaban las cosas pará interrogarlo (Éste trae su cubre bocas que impide percibir su rostro). Toga fingió meter a Deku en una dé las celdas, pero antes, le dió las llaves de todas éstas. El clon sé encargaba de apagar las cámaras qué cuidaban a los presos y Toga comenzó a asesinar sigilosamente a varios dé los policías ahí cerca pará qué Izuku tuviera tiempo de llevar a cabo su plan.

     Deku fácilmente procedió a abrir su celda y los demás prisioneros que lo vieron quedaron asombrados ante éste acto.

   —¡Oye tú! ¡Niño! ¡Liberame! —comenzaban a susurrar.
   —Escuchen bien —dijo Izuku—, Soy él nuevo símbolo del mal. Pueden llamarme Deku, o su nuevo Rey, como gusten —explicó con una risa leve y un tono de voz sarcástico—. Como todo buen Rey o villano, necesito subordinados y... ¡¿Qué mejor que ustedes pará ése gran privilegió?!

     La mayoria de prisioneros empezaron a carcajear y burlarse.

   —¡¿Tú?! ¡Maldito mocoso, no sabés lo que dices! ¡Has dé tener unos quince años, enano! —le gritaban en forma de burla.
   —Casi diecisiete, idiotas —susurró Izuku.

     Deku puso una cara sería con algo de enojo, pero alguien se ofreció:

   —¡Yo!

     Todos voltearon a ver sorprendidos a un joven alto notoriamente fuerte.

   —¿Qué ganarán las personas que acepten? —preguntó él joven.
   —Su libertad de aquí y su vida —respondió con una sonrisa sádica.
   —¿Nuestra vida?

     Deku empezó a reir.

   —En cuánto elija a las personas que quiero, haré que éste lugar exploté... Con todo lo que quede adentro.
   —¡Espera, no! ¡Eligeme! ¡Yo té ayudaré! ¡No lo hagas! —suplicaban los prisioneros con pánico.
   —Muy bien, así los quería oír~. Primeramente, ¡tú! —señaló al hombre—. Éstas dentro sí así lo deseas.
   —Bien.
   —Pero, ¿por qué quieres aceptar? —sospechaba.
   —Solo pará aclarar, mí nombré es Dai, no "tú" y no tengo una vida la cuál vivir, pero prefiero estar allá afuera que encerrado en ésta focilga.
   —Buen concepto —rió.

     Izuku tomó las llaves y antes de sacarlo, le encajó un pequeño dispositivo en él cuello.

   —Lo que te acabo de poner en él cuello es una pequeña píldora. Es pará asegurarme dé que no me traicionarás. ¡Todos usarán uno! Si té atreves a desobedecer, solo bastará apretar un botón pará que ésta sé abra y suelte un veneno que té matará en segundos.
   —Lo que digas, pero por ahora no tengo intenciones de hacerlo.
   —Con eso me basta. Bienvenido, Dai.

     Finalmente, Deku liberó al joven. Dai no respondió él comentario, sólo le provocó una sonrisa muy leve. Izuku rápidamente elige a las personas que le parecen ser los mejores prisioneros, los más fuertes y peligrosos (Dai incluído), realizó él mismo procedimiento que hizo con Dai. Doce personas conformaron su grupo. Luego procedió a decir...

¿Por qué lo hiciste? ❦Lectora×Deku Villano[✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora