París II

598 54 7
                                    

POV James

Dejé a Liz tumbada en la cama y la tapé con la sábana blanca, estaba preciosa así dormida, sus pestañas largas caían sobre sus pómulos y sus mejillas estaban sonrosadas ligeramente. Se movió inconscientemente en la cómoda cama acomodando mejor sus brazos. Fijé mi vista en sus vendas y me sentí triste al recordar el día que Corinne y yo la encontramos desmayada en el suelo del baño de aquel hotel, acaricié su brazo donde estarían sus heridas curándose y me incline para besar su mejilla. Había sido un día largo y estaba bastante cansado.

Me acomodé a su lado y la abracé por la cintura para caer rendido al sueño muy pronto.

----------------------------------------------------

POV Lizzy

Me desperté por un terrible dolor de cabeza, todo daba vueltas, abrí mis ojos lentamente y me los tallé con los dedos de mis manos.

Mierda

Pronto me di cuenta de que James estaba a mi lado abrazándome, sonreí ligeramente y di media vuelta para abrazarlo de regreso. El rubio me apretó más contra el y abrió sus ojos lentamente.

-Buenos días viajera del tiempo, cómo has dormido?- dijo él con la voz ronca para darme un beso en la nariz.

Espera que?

Me quedé tensa en mi sitio por lo que acababa de decir, cómo sería posible? Qué rayos ocurrió ayer? Ay no, de verdad me emborraché y lo dije todo?

Miles de preguntas cruzaban mi mente y no había respuesta, desgraciadamente no tenía el don de James para recordar todo lo que hacía mientras estaba borracha.

El cantante río y me apretó contra él.

-y esa cara de susto? No te acuerdas de nada de ayer verdad?- prestó él.

Yo negué y lo miré atenta.

-ayer estabas borracha y empezaste a decir incoherencias, eras muy graciosa y tierna- dijo él sonriendo.

-y puedo saber que incoherencias dije?- pregunté nerviosa.

-primero nos contabas anécdotas de cómo le partías la madre a unos excompañeros de clase, la verdad fue muy divertido, y luego dijiste algo de que un tal Cliff te enseñó a tocar la guitarra y el bajo, luego dijiste que fue mentira y finalizaste diciendo que eras del futuro- dijo el rubio riendo.-ah y casi lo olvido, también te pusiste a cantar-

Yo me quedé estática en mi sitio, vale, literalmente había dicho el secreto que tanto llevaba ocultando por tanto tiempo, cosa que no era nada buena, pero por otro lado me tranquilizaba que los chicos se lo hubiesen tomado como una broma ya que estaba borracha.

-bueno, estaba borracha lo inventé todo- dije sonriendo tímidamente.

-claro que sí, decías unas fantasías de ciencia ficción, solo te faltaba decir que tu padre era de Marte y tu en realidad eras un androide- río el chico.

-ya... Por cierto qué hora es- dije bostezando.

James se apartó y miró al pequeño reloj que se encontraba en la mesita de noche.

-las 16:20, tenemos el resto del día libre, luego viajaremos a Alemania- dijo él volviendo a su posición inicial para abrazarme- por cierto, como te sientes?-

-las verdad, horrible, me duele la cabeza y todo se siente muy extraño- dije sincera.

-has cogido una buena resaca princesa, te lo advertí-

-lo sé, solo quería competir con el idiota- dije cansada.

-venga, te traeré una pastilla- dijo él incorporándose.

-a donde iremos?-

-no sé, quieres ir a algún lado o prefieres descansar aquí conmigo- dijo él con cara de picardía.

Yo le lancé una almohada la cual esquivó perfectamente.

-no gracias señor Hetfield, prefiero ir a la torre Eiffel si no le importa-

-está bien princesa- dijo él sonriendo para desaparecer por la puerta.

----------------------------------------------

-que bonita, siempre había querido venir aquí- dije emocionada mirando la gran construcción.

-yo la verdad nunca pensé en ello, mi cabeza siempre estaba en los logros que quería conseguir con mi música y recorrer el mundo, pero ahora que la veo me gusta mucho- dijo el rubio.

-subimos?- pregunté emocionada como una niña.

-venga-

La torre era enorme e imponente, James y yo nos dirigimos al ascensor para empezar a subir hasta la cima de la icónica construcción.

Teníamos nuestras manos entrelazadas, todo esto parecía un sueño, no podía evitar no mirar a nuestros dedos entrelazados, nunca fui muy romántica que digamos pero desde luego ahora me sentía así. James siguió mi mirada y sonrió.

-yo tampoco imaginé estar en esta situación, nunca me había enamorado de verdad de una chica-

Yo sonreí y lo abracé

-lo mismo digo-

-Liz-

-sí?-

-como están tus heridas? Me imagino que ya habrán cicatrizado- dijo él preocupado mirándome.

Mi corazoncito iba a explotar si él seguía siendo tan tierno y considerado.

-está mucho mejor- dije dedicándole una sonrisa.

El suspiró.

-se que te lo hice prometer antes pero quiero que me digas de nuevo que no lo volverás a hacer en tu vida- dijo él serio.

-lo prometo James-

El sonrió y beso mis labios delicadamente.

La puerta del ascensor se abrió y nos separamos para salir y mirar las grandes vista, era impresionante tener a toda la ciudad de París a tus pies, los demás edificios habían perdido su importancia y ahora te sentías en la cima como el rey del mundo.

-es precioso- dije emocionada.

-tu también eres preciosa- dijo el cantante a mi lado posando su brazo alrededor de mi cintura.

-y usted también señor Hetfield-

-ohh no me hagas sentir viejo- dijo él riendo.

-lo siento- respondí entre risas.

Sus ojos azules me miraban fijamente, ahí estaba yo, siendo hipnotizada por el de nuevo. James rebuscó de repente en sus bolsillos y sacó algo.

-no mires, date la vuelta-

Yo lo obedecí y di media vuelta. Sentí como ponía un collar alrededor de mi cuello y lo ajustaba.

Después miré bien y sostuve entre mis manos la joya, era nada más ni menos que su icónico collar de con la cabeza del lobo en plata y el hilo en negro. Me  di la vuelta y lo miré sorprendida.

-le lo regaló mi hermano hace años antes de escapar de casa, le tengo mucho cariño, pero ahora es tuyo...-

-pero James...-

-no, espera Liz, te amo, de verdad, y prometo que algún día me casaré contigo y tendremos una bonita vida juntos- dijo él sonriedo con ilusión.

Yo me quedé aún más sorprendida y me sentí culpable a la vez, esa promesa no podría ser cumplida, no pude evitar derramar unas lágrimas y abracé fuerte al cantante.

-te quiero mucho James-

-yo también Liz- respondió el devolviéndome el abrazo.

Continuará...

Hasta la luna roja (James Hetfield / Metallica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora