viaje II

728 61 10
                                    


Moví mi muñequera a un lado para mirar el extraño tatuaje de los números, cada día que pasaba este cambiaba, algo jodidamente extraño y que siempre me dejaba pensativa, pero tampoco había que ser muy inteligente para darse cuenta de que en realidad era más bien como una cuenta atrás, había deducido que a lo mejor significaba el tiempo que me quedaba aquí y el cual no podía desaprovechar para salvar a mi abuelo Cliff de ese terrible accidente que ocurriría mas o menos dentro de un mes. Para ser exactos el 27 de Septiembre de este mismo año.

Volví a colocar la muñequera en su lugar y me acomodé mejor en el asiento del autobús con mis piernas dobladas, tener el culo aquí pegado casi todo el día era un martirio y ahora entendía el aburrimiento de los chicos, cuando los soltaban a hacer algún concierto o a dar una vuelta se comportaban como fieras, y no me extrañaba.

Pero había que admitir que el viaje se estaba haciendo mas ameno con ellos, Kirk solía jugar conmigo a juegos de mesa o hablarme de películas de terror y esas cosas que le gustaban a él, por otro lado también era divertido ver las discusiones de la banda, las estupideces de Lars o verlos ensayar de vez en cuando.

Estábamos a medio camino de San Francisco, habíamos parado en Colorado para recoger a Corinne... me sentía nerviosa y algo extraña pues iba a ver de nuevo a mi abuela, pero esta vez de joven.

 Estábamos estacionados esperando a que ella llegara y se podía notar algo de tensión en Lars que golpeaba con sus baquetas contra la mesa.

-Quieres quedarte quieto enano?- preguntó James con fastidió mientras tomaba de su cerveza.

Su cabello rubio estaba despeinado como siempre y tenía un aire de mal humor.

-Cuando carajos va a venir esta niña?- preguntó el baterista sin hacer caso a la queja del vocalista mientras seguía golpeando la mesa.

-Paciencia idiota- respondió Cliff mientras seguía observando la ventana, pareció aburrirse y salió a sentarse en una roca que había fuera.

-He dicho que pares, me pones nervioso- dijo James refiriéndose al baterista de nuevo.

-Dejen de discutir idiotas- respondí molesta.

Lo cierto era que Lars también me estaba poniendo nerviosa y lo menos que quería ahora mismo era otra pelea por parte de los chicos. Me levanté de mi asiento y le arrebaté las baquetas al danés para tirarlas con todas mis fuerzas por la ventana. Estas volaron y cayeron por la espesa vegetación del bosque.

-Que hiciste?!- dijo el chico molesto mirando perplejo por la ventana.

-Tienes más de sobra, además si tan aburrido estás ya tienes algo con lo que entretenerte- 

Él me miró algo molesto y bajó del autobús para empezar la búsqueda. Apenas salió, James soltó una risa bastante contagiosa y me dedicó una de esas sonrisas brillantes que te harían derretir.

-vaya vaya, si no fuese porque te acabamos de conocer diría que eres familiar de Cliff, los dos son tan silenciosos y malhumorados cuando quieren- dijo Kirk riendo entrando por primera vez en la conversación. 

Yo solo ignoré el comentario y me senté de nuevo en mi lugar algo cansada.

-venga, no sabes sonreír?, te he visto hacerlo muy pocas veces- pregunto James sentándose a mi lado.

Yo lo ignoré de nuevo mirando por la ventana como Lars se metía por los matorrales y rebuscaba por la naturaleza de forma malhumorada, hasta creí ver como le gritaba a una ardilla.

-Yo si la he visto sonreír, cuando jugamos a veces lo hace- dijo Kirk uniéndose.

En serio ahora me iban a molestar a mi? Estaba de mal humor como para andarme con mierdas de estas.

- Habrá que ponerle remedio a esto compañero, tal como conocimos a Cliff la primera vez, parecía que iba a matar a alguien y permanecía serio todo el rato, al menos con nosotros se soltó un poco después del tiempo, que dices Kirk? operación "dejar de ser una amargada"?- 

-Mi querido James no podré estar más de acuerdo contigo- 

Yo los miré con el ceño fruncido, era verdad que esta era mi forma de ser y que normalmente no era una chica de sonreír mucho y menos reír, si lo hacía normalmente lo ocultaba o lo hacía de una manera muy disimulada, no me gustaba llamar la atención de esa manera, cuando vivía con mi abuela solo podía ser yo misma con ella, la mayor parte del tiempo permanecía seria y quería tener una imagen ruda de mi misma para protegerme del mundo, desde siempre había recibido bullying por parte de mis compañeros, hasta incluso se habían metido conmigo hasta tal punto de tener peleas callejeras con chicos mayores que yo, nunca más demostré la persona sensible e infantil que podía ser, prefería mi lado rudo intentando imitar a los rock stars que tanto admiraba. Había aprendido a siempre mirar por encima de mi hombro, mantenerme fuerte y seria ante todos. 

Recuerdo que siempre tras una pelea llegaba a casa hecha una mierda con sangre y multitud de heridas, mi abuela siempre me curaba los rasguños y golpes y me calmaba, al principio me pedía que no me metiera en problemas pero luego vio que eran ellos los que querían pelea y era solo yo la que me defendía de esos imbéciles. 

-Venga, que tienes una bonita sonrisa- dijo Kirk interrumpiendo mis pensamientos.

-Y sabemos que quieres hacerlo- animó el rubio.

Él puso un dedo en la comisura izquierda de mi boca, lo subió ligeramente para intentar formar una sonrisa en mi rostro. Lo miré algo molesta, pero me quedé perdida en sus inmensos ojos azules y sus facciones, diablos no me había dado cuenta de que estábamos tan cerca y además se veía tan bien como siempre.

James me dedicó una sonrisa traviesa e infantil de esas que él solo sabe ofrecer, todavía tenía su dedo en mi cara e involuntariamente sonreí de verdad, por qué su felicidad era tan jodidamente contagiosa? nunca había visto a nadie así y me fascinaba. el rubio me miró satisfecho y apartó su mano.

-Bien, por ahora me quedo satisfecho, pero esto solo es el principio- dijo él.

-Ya escuchaste lindura- concordó el rizado.

Iba a protestar cuando aparecieron por la puerta Cliff y Corinne de la mano con enormes sonrisas de enamorados. Me quedé embobada mirando a mis abuelos, se veían tan bien juntos y no podía creer que estaban ellos justo ahí enfrente mío.

-Hola chicos!!- Dijo la muchacha de tez blanca y cabello negro y alborotado.

Era muy guapa y estaba tan llena de vida, no pude evitar sentirme inmensamente feliz al poder verla de nuevo, aunque ella ni siquiera sepa que era su nieta.

-Hola Lynn- Dijo el rizado poniéndose de pie para abrazar a la chica.

-Que hay Corinne?- dijo James saludando desde su asiento.

Ella correspondió a los saludos y pronto sus ojos se detuvieron en mí analizándome. Cliff se dio cuenta de esto y rápidamente la trajo hasta mi para presentarnos.

-Ella es Elizabeth, es nuestra nueva amiga, Lars la atropelló hace una semana atrás- 

-Un gusto, soy Corinne- dijo ella dedicándome una dulce sonrisa.

Después se acercó para abrazarme, algo que me sorprendió pero me agradó demasiado.

-Es genial que haya otra chica aquí, estos idiotas pueden llegar a ser muy pesados- Dijo ella con entusiasmo.

-Lo mismo digo, eres una salvación- 

Los chicos rieron y se colocaron para seguir con el viaje. Justo cuando el autobús iba a arrancar de nuevo Lars apareció con cara de enfado y su pelo despeinado y lleno de hojas.

-Las encontré putos- dijo agitando las baquetas en el aire.

-No te aburriste verdad?- preguntó burlona.

James a mi lado soltó una risa y la pareja de novios nos miró confundidos.


Continuará...

Hasta la luna roja (James Hetfield / Metallica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora