Ay veces que las cosas no salen como queremos, tropezamos en la vida, conocemos personas que algunas se van y otras se quedan.
Pensaba que tenía un futuro junto a Mina.
Pero todo cambio en un giro bastante inesperado.
- ¡¿Sobornaste al señor que te...
— ¿Tenías que traer a Jimin? — pregunto al ver al chico embobado que tengo de amigo ir detrás de Tae.
Ella se encoge de hombros, como si no supiera la razón de traerlo.
— Vine solo a ayudar, no protestas Taehyung — me habla Jimin fastidiado.
— ¿Solo para ayudar? ¿No hay segundas intenciones? — alzó una ceja.
El hace que paremos y Taeyeon siguiera adelante seguro para que no escuché la conversación.
— Sabes muy bien por qué estoy aquí. — me mira serio — Ahora, ¿Podrías dejar de insinuar cosas delante de Taeyeon?
— No sé para qué tanto secreto si ella sabe que tú te mueres por ella — sonrió de lado.
El me fulmina con la mirada, Taeyeon se voltea seguro buscándonos al ver que no estábamos a su lado.
— ¿Que hacen parados ahí como espantapájaros? Andando que tenemos un regalo que buscar.
Los dos nos miramos, Jimin aún fastidiado se que no está molesto a propósito, solo quiere parecer rudo.
Nos adentramos al gran centro comercial, está va a ser una larga tarde de búsqueda.
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Después de horas de búsqueda nos encontramos en la cafetería de el centro comercial, no encontramos nada al gusto de Jungkook y Taeyeon tampoco ayudaba que digamos con el tema, Jimin y yo estábamos casi al desmayar nos, exagero un poco pero es la verdad. Pedimos pasta para comer.
— Yo no sabía que buscar un regalo tardará la tarde entera — se queja Jimin.
— Dímelo a mí, que pensaba tener la mitad de la tarde libre. — finjo lloriqueos.
— Ustedes no quieren a Kookie — réplica Tae.
— Si le queremos, pero es que cada vez que teníamos algo que nos convencía que era un buen regalo tú decías que no, que no era suficiente para tu pequeño. — le responde Jimin pero al ver el rostro de Tae se retracta mentalmente.
— Solo quiero el regalo perfecto para mi pequeño. — el camarero vino con los pedidos.
— Lo encontraremos — le digo y tomo un bocado de mi lasaña — ya verás que lo vamos a encontrar.
Al terminar vamos en busca de el regalo perfecto para Kook, recuerdo que Jungkook una vez dijo que le faltaba el último disco de Justin Bieber para su colección.
— Chicos creo que ya se que le voy a regalar, ustedes vallan buscando sus regalos, en un momento vengo.
— No tardes.
— Tomate tu tiempo — me dice restándole importancia Jimin.
Yo le miró con una sonrisa pícara, se que quiere pasar tiempo a solas con Tae así que le daré su tiempo, no soy de ese tipo de hermanos celosos, mi hermana sabe lo que hace y la apoyaré en todo lo que haga falta.
Me adentro a la tienda de discos, veo que venden pósteres, camisas con fotos de artistas, mercancías y lo más importante que necesito los discos.
Camino por el pasillo buscando el de Justin, veo algunos de Billie Eilish, Drake, Charlie Puth, Selena Gómez, Codplay, Lady Gaga entre otros artistas, hasta que doy con el de el, sonrió victorioso, celebro mentalmente por recordar aquella noche sus palabras, decido tomarlo.
Pero como mi vida no puede haber momentos normales alguien más tenía que querer el disco, suspiro por la frustración, miró a la otra persona que lo quiere comprar.
Hija de... Estoy pensando seriamente que está mujer me está acosando.
Nos fulminamos con la mirada, los dos tenemos tomados el disco, formamos un forzajeo para ver cuál se queda con el disco.
Ella no apartaba la mirada de mí yo tampoco lo hacía, era una guerra en ver cuál de los dos apartaba la vista primero, pero ninguno de los dos lo haríamos, no queríamos dar nuestro brazo a torcer.
— ¿Me estás acosando? — pregunta con molestia.
— El mundo no gira en tu entorno — respondo de la misma manera.
Ella abre la boca claramente indignada por mis palabras.
— Eres un total imbecil — susurra.
— Y tu una infantil.
Puedo ver lo roja que está de la rabia, si las miradas matarán ya yo estuviera bajo tierra hace tiempo.
— Yo iba a comprar el disco. — le digo al ver que no dice nada.
— Yo lo vi primero, además, ¿no crees que es de poco hombre no darle a una mujer un simple disco?
— Yo lo vi también, pero se supone que no es para mí y a quien se lo voy a regalar es una chica, así que no tengo por qué dártelo. — replico.
— Cada vez me convences más que eres un imbecil. — niega con la cabeza mientras ríe falsamente.
— Imbécil o no me voy a llevar el disco. — Me encojo de hombros.
— Quédate con el jodido disco. — suelta bruscamente el cartón — No voy a pelear por un simple disco.
Se va alejando, pero mi boca tubo la gran idea de decir las siguientes palabras.
— Adiós inmadura. — canturree.
Eso fue la gota que colmo el vaso de la chica, ella se dio la vuelta rápidamente y abalanzarse sobre mí como cavernícola, me tomo de los cabellos desprevenida mente, yo trataba de apartarla cómo podía, pero es una gata literalmente, no paraba de jalar mi cabello, hasta que me dio un puñetazo en la mejilla derecha, después de eso le pude tomar de las manos y pararla.
— ¡Suelta me imbecil! — gritó forsajeando — Voy a llamar a seguridad.
— Te reto. — no se que estaba pensando al decir esas palabras.
Ella empezó a gritar llamando la atención de todos y con eso también incluye a los de seguridad, ellos rapido vinieron y nos llevaron a los dos a la pequeña comisaría de el centro comercial, estábamos sentados al lado de el otro retando nos con la mirada hasta que llegó un oficial.
— ¿Que paso?
Nos miramos nuevamente para que ella empezará a hablar.
— Lo que pasa es que este hombre. — me señala. — no respeta a las mujeres.
Estaremos largo rato en la comisaría, lo presiento.
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