𝘗𝘢𝘳𝘵𝘦 𝘵𝘳𝘦𝘪𝘯𝘵𝘢 𝘺 𝘴𝘪𝘦𝘵𝘦🌈 (𝘦𝘴𝘱𝘦𝘤𝘪𝘢𝘭)

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Hace tres meses de que salí del hospital, y hace un mes de que empezamos a vivir juntos Taehyung y yo. Me mudé para su departamento ya que mi hermano vive en el mio y en el de el tenemos más espacio. Taeyeon se fue hace un tiempo después de lo que pasó. Yo al fin pude dejar de lado las diferencias con mi madre lo cual me hace muy feliz. Recuerdo muy bien ese día y en la charla emotiva.

Me senté al lado de la persona que se hace llamar mi madre. Se puede decir que ahora estoy "lista" para esta conversación.

— No voy a dar vueltas, ni te voy a expresar lo arrepentida que estoy porque al final de cuentas la que más sufrió de las dos fuiste tú. Siento mucho todo lo ocurrido. — Mi corazón duele al verla llorar lo cual es un detonante para que las lágrimas fluyan por mis ojos.

— Te perdono mamá. — digo llendo a abrazarla. — Supongo de que yo también tengo algo de culpa por no apoyarte en todos estos años cuando estabas tratando de dejar el alcohol. — Sollozo — No puedo imaginar lo duro que fue para ti.

— Nunca me voy a perdonar el haber dejado que mi hija se fuera sola a otra ciudad con solo dieciocho años, tampoco me voy a perdonar todo lo que tuviste que sufrir debido a mis borracheras.

— Ya está mamá. — digo tomando su rostro entre mis manos. — Vamos a sanar a partir de ahora. ¿Esta bien? — digo.

Ella asiente antes de decir dos palabras las cuales aún no e podido responder como quiero.

— Te amo. — dice besando mis mejillas empapadas de lágrimas. — Te amo mi pequeña.

Todavía no he podido sacarlas de mi boca, es algo que no surge con naturalidad y tampoco es que quisiera forzarlas porque estaría siendo injusta con ella y conmigo. Así que no trato de pensar mucho en ello para no perder la cabeza. Y tener en mente que pasará el día que este realmente lista.

Taehyung había salido para el supermercado a hacer las comprar, yo no había ido porque me sentía un poco indispuesta y el insistió en que podía hacerlas solo.

—Jiwon —canturreo Taehyung de pronto sorprendiendo me.

Me levanté de la cama busque a Taehyung pero no había rastro de el chico. Me estaba empezando a desesperar con la situación, aveces Taehyung podía ser imbécil.

—¡Taehyung! — grité ya exasperada.

—Te estoy esperando —sentí la voz demasiado cerca.

Unos pasos hicieron acto de presencia, en el momento en que me di la vuelta fui sorprendida mucho cuando le vi a Taehyung con una pequeña maceta donde tiene un pequeño cactus.

— ¿Taehyung esto...? — ¡Ni si quiera me dejó terminar de formular la pregunta!.

— Disculpe el haber entrado sin su permiso, las llaves estaban dentro de la maceta con flores que tiene en la entrada, fue muy fácil entrar. ¿Aquí vive Jiwon? Tengo una entrega para la señorita de Kim Tae todo perfecto Hyung.

—¿Esto en serio? — le pregunto con incredulidad.

—¿Vive ella aquí? — ¿Morirá de un macetaso?

—S-si, soy yo.

—Genial, ¿puede firmarme aquí?

Confundida tomo la hoja en blanco que me entrega con el bolígrafo. Pero no tiene absolutamente nada escrito.

—Pero esto no tiene nada.

—Claro que sí, solo firme.

Aún más confundida firmo dicha hoja. Taehyung con una pizca de diversión en sus ojos toma la hoja y el lápiz guardándolo en el bolsillo de su pantalón.

— ¿Donde le pongo esto? — pregunta después con profesionalismo.

— Oh, demelo. — Decido seguirle el juego.

— Aqui tiene. Suerte, ese chico parece que está loco por usted.

—¿Usted cree eso?.

—Completamente.

Taehyung salió de la casa y a los pocos minutos el timbre volvió a sonar.

Dejo la pequeña maceta en la mesa de comedor y voy a la entrada abriendo la puerta con confusión encontrándome con mi novio amadoTaehyung, con una sonrisa de lado. Confundida por la situación le deje entrar y cuando pasa frente a mí me planta un sonoro beso en los labios antes de decir.

—Buenas, mi amor.

—¿Pero qué?

—Oh —dijo mirando a la mesa de la cocina. —Veo que te han traído ese hermoso y adorable cactus.

—En serio estás loco ¿Que es eso de Kim Tae todo perfecto Hyung? — Consigo decir riéndome.

—Yo.

Ruedo los ojos.

—¿Te gustó? —pregunto mordiéndose levemente el labio inferior.

Jiwon dio una sonrisa torcida.

—Me encantó —dijo para después tomar las mejillas de Tae en sus manos y dejarle un pequeño beso en los labios.

— ¿Sabes? — dice y yo hago un sonido de pregunta. — En vez de escoger un ramo de flores opté por un cactus. Representa la fortaleza, esa que siempre haz tenido. Te quiero decir que confío en ti y en tu fuerza interior. Los cactus se asemejan a ti, en su más íntima esencia se cubren de espinas para evitar que los dañen, pero al mismo tiempo en situaciones favorables se brindan las más hermosas flores.

Sonrió porque no me puede parecer más tierno, la vida fue tan cruel conmigo que aveces pienso que me recompensaron con personas como mis amigos y Tae que a pesar de todo han estado para mí. Supongo que la felicidad se va construyendo poco a poco. Y yo quiero construirla junto a él.

Fin

Fin

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Giros del destino •|𝙺𝚃𝙷|• EDITADO ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora