34. AD NUMERUM

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34. AD NUMERUM

—Será rápido, te llamare en una media hora para irnos. —Informó a Drake antes de salir del auto con mi bolso y un portafolio.

Tuve tiempo para meditarlo en mis días fuera, y tuve con quien platicarlo. Subí en el elevador y respiro profundo. Ayer luego de que me encerrara en el baño, Sade se fue. Unos minutos después me encuentro frente a ellos, dejo mi bolso y el portafolio enfrente mi asiento.

—Hija...—Inicia Queeny poniéndose de pie.

—Vengo con el tiempo contado y las palabras bastante planeadas. Soy Salomé Bore. Hija de Zaine Meyer no tuya. —Espeto sin permitirme encolerarme.—Como dije, voy apurada así que, me limitaré a esperar sus preguntas sobre el documento que envíe esta mañana.

—Todo lo que pusiste ahí es una tontería. —Dice Kynie.—Actúas como una niña chiquita después de hacerte una mujercita por años. ¿Que te hace creer que los del consejo aceptaran tus berrinches?

—Bueno, en caso de que no se acepte, espero que puedas cambiar tu carrera y ser igualmente útil para esta empresa, yo cumplí con dejar claras mis demandas. De lo contrario el poder de esta empresa pasará a otras manos. —Declaro y miro a mi padre.—La sede principal será en un país de América del Sur, sin problema voy a asumir mi responsabilidad pero al instante de haber terminado mi carrera voy a irme lejos hasta el momento en que decidas dejarme a cargo.

—Sabes bastante de este negocio para tener claro que no es tan fácil—Dice papá.

—Lo se, tendrán tiempo suficientemente para hacerlo. —Contestó y los observo.—También tienes la fácil solución de dejar a alguien más a cargo pero yo me voy. Por el resto del tiempo que no pueda administrar mis bienes y los de mi madre en esta empresa, Queeny Meyer tendrá acceso limitado a la toma de decisiones respecto a todo lo que mi dinero y mis intereses. No se discute.

—Esto es tuyo, y esta es tu ciudad, no hay necesidad de que te vayas. —Agrega mi padre.

—Estamos llevándolo por el camino equivocado, señores. El asunto aquí es que necesito una respuesta ¿se presentarán mis peticiones o no ante el consejo?

—Hay cosas que deben hablarse, Salomé, y te haz encargado de dejar a tu familia fuera de tu vida desde hace meses ¿en qué momento planeas enfrentarnos? —Cuestiona Kynie.

La miro, su pelo vuelve a estar corto y rizado, con su color caramelo que contrasta con su piel tostada. Sus labios pintan de un morado perfecto y no hay nada distinto en ella.

—¿Y mi respuesta? —Llevo mi vista hacia mi padre. —Si o no.

—Será puesta en la próxima reunión—Asiento y tomo mi bolso. Salgo de la sala de juntas, pero Kynie me frena en la puerta.

—Prima. —La miro, hay preocupación en su expresión pero no planeo flaquear ahora.—Ya lo se todo, pero no es motivo para que entres en este estado de perra sin escrúpulos, estas haciendo las cosas mal, y cuando vuelvas a ser tu, vas a arrepentirte—Advierte.

—Cuando abras los ojos y te des cuentas que eres un trapo para quien aprecias vas a arrepentirte de haberla puesto por encima de todos. —Respondo y me alejo de ella saliendo del pasillo que lleva a las salas de conferencias.

Le pido a Drake que venga a por mi y no mucho después responde que viene de camino.

—Disculpe, señorita Bore. —Me giro hacia la asistente de mi padre—Su padre pidió que por favor pasara por su oficina, antes de irse.

La mujer frente a mi lleva unos 5 años con papá, lo admira y lo respeta. Y se interesa por el porque lo ve como un mentor, es obvio que el tono que usa no es solo por una petición de su jefe.

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⏰ Última actualización: 2 days ago ⏰

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