2. Vuelta a Harrow

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La habitación de la residencia se veía mucho más pequeña que el año anterior. Era un asco comparada con mi habitación en casa. Al abrir las cortinas para que entrase un poco de luz un chillido se me escapó.

—¡Qué asco!—grité una y otra vez mientras me subí a la cama y me protegí de tremendo animal que pensaba asesinarme.

— ¿Qué pasa?—escucho la voz de Alex de nuevo pero no pude procesar una cara de asco ya que estaba un poco más ocupada con el tema de la araña.

— ¡Una araña!— grito de nuevo señalando hacia el espacio en la pared dónde la araña seguía moviéndose.

Alex no pudo evitar reírse de mí, y era una respuesta que me esperaba por su parte lo que me hizo querer odiarle aún más.

—Brooke es una pequeña arañita que no te va a hacer nada— dice dejando mis maletas al lado del armario.

—¿Pequeña? ¡Es enorme!

—¡No es enorme!

— ¡Lo que tú digas pero mátala ya!— digo con desesperación encogiéndome en mi cama agarrando un cojín para esconderme.

Otra risa se le escapa a la vez que me echa una mirada burlona. Alex coge una de las libretas nuevas que había colocado sobre mi escritorio para matarla. Se acerca al lugar dónde la araña se ha quedado parada.

— ¡Date prisa!— grito de nuevo ahogando un grito de desesperación.

Él se gira a mirarme con un gesto ofendido ante mis palabras —Brooke esto es un proceso lento y de concentración así que por favor ¡Deja de gritar!

Le lanzo una mirada de desprecio a Alex mientras él me regañaba.

— Eh... ¿Alex?— pregunto confundida.

— ¿Qué pasa ahora Brooke?— pregunta bufando frunciendo el ceño mientras me mira.

— ¿Dónde cojones está la araña?— pregunto señalando hacia la pared viendo que  la araña había desaparecido.

Alex se gira para comprobar lo que yo había preguntado y entonces suelta un grito que jamás podré olvidar. Justo para después saltar hacia la cama dónde yo me encontraba escondiéndome de la araña.

— ¡Alex eso ha sido patético!— grito frustrada.

—¡Ha sido tu culpa! ¡Me has distraído y ha desaparecido! ¡Ahora podría estar en cualquier lado!

— ¡Miedica!

— ¡No me insultes! ¡Intentaba ayudarte!

— ¿Podéis dejar de gritaros?— oímos una tercera voz entrar en mi habitación — Vais a conseguir asustar a toda la fraternidad — era la voz de Scarlett, que entraba haciendo su típico papel de amiga/madre.

— Ha sido culpa de Brooke— se excusaba Alex señalándome de manera delatadora mientras se levanta de mi cama.

Podía escuchar como Alex seguía en su mente preocupado por la araña pensando que se iba a caer en cualquier momento sobre su cabeza, él quería salir de allí cuanto antes. Sus pensamientos me hicieron reír a sobremanera.

— ¡Brooke deja de leerme la mente!- grita molesto y tapándose los oídos como si así pudiera evitar que me metiera en su mente salió corriendo de mi habitación.

Scarlett miró bastante confusa a su hermano que corría escaleras abajo lejos de nosotras, después volvió a mirarme.

— Sé que quieres pasar tiempo con tu novio— digo antes de que ella abra la boca — Tranquila, organizaré un poco mis cosas, ya hablamos esta noche.

Variante A [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora