Variante A [#2]

38. El plan tortitas

Chad Roberts

Ella me había dejado en paz.

Me había hecho caso y yo me odiaba una y otra vez por haberla alejado de mí. Pero sabía que era lo mejor para mí. Que era la única forma de superarla.

¿Seguía sintiendo lo mismo por ella? Que pregunta más tonta cuando era evidente que sí. Hasta había llegado a pensar que no había lugar en el universo, ni tiempo suficiente en el que yo dejara de sentir algo, aunque fuese lo más mínimo por ella.

Me sonaba absurdo que a pesar de todo ella hubiese logrado atraerme aún más. La idea de que ella hubiese respetado mi espacio y mis peticiones conseguía hacerme pensar aún más en ella.

Y por mucho que intentase ignorarlo era imposible apartarla de mi cabeza y "superarla". Había algo muy fuerte que me unía a ella y eso era odioso.

Meto las llaves en la cerradura para entrar en la fraternidad y mis pensamientos seguían dando vueltas. O más bien ella seguía dando vueltas por mis pensamientos.

Un día más en esta casa ahora llena de silencio en la que nadie se hablaba nunca.

Esto era una pesadillas. Y aún estaba esperando a despertarme de ella.

Entro en la fraternidad pero no me esperaba lo que había detrás de la puerta, ya que la casa silenciosa ya no era tan silenciosa.

— ¡Claro! ¡¿Y tenía que ser con mi amigo?!— los gritos de Adam en la planta superior se oían en toda la casa.

— ¡No me grites!— seguidos por los gritos de Celeste.

¿Por qué me hacía pensar que esto no era nada bueno?

— ¡Me da igual lo que pienses! ¡Es mi vida y yo decido!— esa era de nuevo la voz de Celeste.

Yo seguía en la planta de abajo no muy seguro si subir era la mejor idea.

— Creo que es mejor no meterse en esa discusión— dice Dave asomando su cabeza desde la cocina.

— Creo que tienes razón.

Él sonríe — Estoy haciendo tortitas con Scarlett ¿Te unes?

El tono de Dave como si no pasara nada me quitaba un gran peso de encima.

Por una parte me gustaría meterme en mi habitación y evitar cualquier posible conversación incómoda con Scarlett por múltiples razones.

Su novio siendo mi mejor amigo a quien ahora ignoraba.

El equipo de Hockey en el que ella estaba y del que me habían echado.

Su mejor amiga es Brooke. Ese se explicaba solo.

Pero por otra parte la palabra tortitas sonaba demasiado bien. Me quise convencer de que eran imaginaciones mías y no tenían por qué aparecer esos temas en nuestras conversaciones. Íbamos a hacer tortitas al fin y al cabo.

Así que acompañé a Dave a la cocina.

— ¡Chad!— Scarlett que estaba mezclando la masa me sonríe.

— ¿Cómo van esas tortitas?— pregunto sentándome en la mesa.

— Genial— sonríe de vuelta y Dave se pone a su lado a ayudarla con la sartén.

— ¡No tienes razón!— los gritos de Adam volvían a sonar.

Yo hago una mueca.

— ¿Llevan así mucho rato?— pregunto.

Scarlett suspira.

— Demasiado. Pero creo que es necesario. Creo que necesitan solucionar esto ya.