Dave Ness
— Dos de palomitas, tres refrescos, uno de naranja y dos de limón, un perrito caliente y...— enumero todo lo que me habían pedido al chico que se encargaba de vender en el partido de Hockey — Oh mierda, ¿Qué era?— me murmuro a mí mismo viendo como el chico me mira elevando una ceja impaciente.
— Y una botella de agua pequeña para Ava— dice Ethan apareciendo mágicamente a mi lado para mi salvación.
— Gracias— digo con un suspiro — Ni siendo un pulpo podría llevarlo todo.
— Es el descanso y sabía que se te olvidaría algo— dice rodando los ojos con su típica arrogancia a la que yo ya estaba acostumbrado, al final era uno de mis mejores amigos.
— Ethan no me engañas— digo elevando una ceja hacia él interrogante.
Él me mira de reojo y suelta un bufido. Lo había pillado mintiendo.
— Me habían dejado sólo con Edel— dice haciendo una mueca y el solo mencionar el nombre del chico del pelo claro me hizo cambiar el semblante.
— Oh... ¿Y qué pasa? ¿Pasa algo? ¿Te cae mal?— pregunto intentando sonar lo menos nervioso posible.
Él se encoge de hombros.
— ¿Sabías que es...?— pregunta recogiendo las bebidas que nos prepara el chico.
No sabía por qué pero sabía a dónde quería Ethan llegar. Aunque yo le sigo mirando expectante, esperando que siguiese, pero él parecía incómodo de terminar la frase.
— ¿Sabías que le gustan los chicos?— pregunta casi en un susurro, como si no se atreviese a decirlo en alto.
No sé si fue por la manera en la que Ethan dijo eso pero sentí como si un balde de agua fría cayese encima mía y mi corazón se estrujó en mi pecho.
— Oh, n-no, pero me lo imaginaba— respondo.
Él hace una mueca con su labio de disgusto.
— Ah no sé, es que como tú y él sois muy amigos— dice sin si quiera mirarme.
Él nudo en mi garganta era descomunal y el pánico me inundó.
— ¿Qué? No.— digo rotundo — No, no, no, no, no, no, no, no.— repito una y otra vez haciendo que él me mirase curioso.
— ¿Estás bien Dave? Estás pálido— pregunta con confusión.
Yo levanto mis pulgares con nerviosismo queriendo disimular.
— Sí, es que hace mucha calor aquí— respondo mirando alrededor.
Él me pasa un refresco— Bebe, te sentará bien.
Yo le doy un sorbo al refresco.
— El chico me incomoda— dice volviendo a esa mueca de disgusto.
Yo le miro aún intentando no cagarla y mostrar que estoy más nervioso de lo habitual.
— ¿Te incomoda?— pregunto con un hilo de voz — ¿Te incomoda porque... porque le gustan los chicos?
Él abre los ojos como platos y niega con la cabeza rápidamente.
— No. No no no no— me mira alarmado — No quiero que pienses que no lo respeto ni nada parecido.
— Pero sí te incomoda— termino diciendo mientras frunzo el ceño un poco.
Él suspira.
— No es que me incomode...
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Variante A [#2]
Novela Juvenil"Lo curioso de la genética es como evoluciona con el tiempo. Desde hace poco se habla de una especie de mutación o variante a la que nombraron con la letra A, porque ¿Cómo no podía formar el amor parte de nosotros?" Después de un año en el internado...