34. Adiós

244 16 11
                                        

Brooke Grey

— ¿De verdad quieres ir a ese partido?— pregunta William sentado en mi cama parando la película.

Me tenía que vestir para ir a ver el partido de Hockey y a William no le gustaba mucho esa idea. Aunque la verdad era que quería una excusa para dejar de ver esa película ¿Por qué a William le gustaban tanto las películas en las que no me enteraba de nada?

— Siempre voy a los partidos de Hockey William— le respondo levantándome de mi cama.

— Pero si ni si quiera te gustan.

— Sí me gustan— digo suspirando y abro mi armario— ¿Quieres ver un vestido que me he comprado?

— ¿Otro vestido?— pregunta con una risa — Si tienes muchos ¿Para qué quieres más?

— Estaba triste y lo pedí por internet.

— ¿Por qué estabas triste?— pregunta frunciendo el ceño con preocupación mirándome atento.

— No era nada— niego con la cabeza no queriendo hablar de ello — Me acordé de nuevo de cuando me choqué con Harper en la fiesta.

— Oh...— dice como respuesta — Imagino que eso es una mierda.

— Sí... Sí lo es...

Los dos nos quedamos en silencio unos segundos. No sé por qué esperaba a que él dijese algo más, pero no lo hizo. Así que yo volví a hablar.

— Entonces ¿Quieres ver el vestido?

— Por supuesto— responde.

Yo cojo el vestido de color rojo y me meto en el baño para cambiarme.

Me encantaba este vestido, era corto, pegado y tenía la parte de arriba enlazada de una forma preciosa que dejaba ver mi escote de una forma muy favorecedora además de tener la espalda descubierta como a mí me gustaban.

Salgo de baño pasándome el pelo detrás de mis hombros. William me miró y por un segundo esperé que esto de alguna manera le diese la valentía de pasar al siguiente nivel conmigo. Que le iba a gustar tanto como a mí.

— ¿Te gusta?— pregunto con una sonrisa.

— No es un poco... ¿revelador?

Yo frunzo el ceño. ¿Eso es todo lo que tenía que decir?

— Entonces no te gusta.

— No quería decir eso... Sí. Claro que me gusta, todo lo que te pongas me gusta...— dice y desvía la mirada intentando no mirarme.

¿Cómo no va a mirarme mientras estoy así vestida? ¿Qué le pasaba?

Yo bufo y me acerco a él, sujeto su barbilla y hago que me vuelva a mirar.

— ¿Tan mal me veo?— pregunto haciendo una mueca.

— No... Tú nunca te ves mal— dice con una sonrisa de lado.

Yo suspiro con una pequeña sonrisa y me siento en su regazo haciendo que él abra las ojos asombrado y nervioso.

— ¿Cuál es el problema entonces?— pregunto ladeando la cabeza hacia él.

— No me gusta que vayas así a las fiestas, no sé que te puede pasar yendo así vestida— dice nervioso rápido atropellándose con sus palabras.

— Bueno... Si me acompañaras a esas fiestas...— digo colocando mi mano en su hombro haciendo que él se tense.

— Sabes que eso no es lo mío— dice con una risa que demostraba su nerviosismo.

Variante A [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora