Chad Roberts
—¿Cuánto queda?— pregunta Dave impaciente y con un brillo gracioso en los ojos.
Adam mira al reloj.
—En tres... Dos... Uno...
Y de un momento Aiden pasó corriendo por el pasillo justo delante de nosotros, vestido sólo y únicamente con un tanga rojo que dejaba más a la vista de lo que sería lo adecuado.
Fue unos segundos, pero por unos segundos sentí una mezcla de vergüenza y orgullo al ver a mi hermano recorriendo todo el internado casi desnudo sólo por entrar en Kappa Beta.
— No me puedo creer que estemos todos reunidos y hayamos esperado 20 minutos sólo para ver a un niño avergonzarse a sí mismo.— dice Thomas.
— Creo que todos estamos de acuerdo en que mereció la pena— digo viendo las caras de todos los estudiantes del pasillo que se quedaban sorprendidos y asustados por Aiden.
Todos los demás componentes de Kappa Beta asintieron con la cabeza dándome la razón sin decir nada más.
El timbre sonó recordándonos que nuestra diversión había terminado.
Adam y Thomas se despidieron de nosotros para ir a clase y Dave, Ethan y yo nos dirigimos juntos por el otro lado del pasillo directos al baño para preparar lo siguiente que queríamos hacerle a Aiden.
— ¿Qué más cosas crees que Aiden nos dejará hacerle?— pregunta Dave mientras nos metíamos en la duchas.
— Ya hemos conseguido que se bañase en la bañera llena de hielo, que limpiase el coche de Adam, que colgara aquella foto horrible en la que salía en el baño en instagram, que se disfrazase de dinosaurio por la calle saludando a la gente, y que le regalase un ramo de flores al señor Zackary— enumero con los dedos.
— Y que no se te olvide cuando le hicimos ir con su poder de velocidad hasta Nueva York y volver en un mismo día. — me replica Ethan.
— ¿Qué pasa?— pregunto encogiéndome de hombros sin arrepentimiento — Me apetecía un chocolate caliente de la cafetería de abajo de mi casa.
— En algún momento se dará cuenta de que el rito de iniciación no existe — dice Ethan.
— Entonces hay que disfrutar hasta que llegue ese momento— digo recogiendo la ropa que Aiden se había dejado en el baño.
Porque no íbamos a permitir que se cambiase otra vez en el baño.
Antes de que saliésemos de la parte de las duchas la puerta del baño se abrió y unas risas irrumpieron en el baño.
— ¿Y ha aceptado?
— Claro que sí. ¿Tú me has visto?
Era la voz de Andrew Butler, el pelirrojo del equipo de hockey.
Ethan nos miró de reojo y frenó nuestro paso para escuchar la conversación, pidiéndonos que nos quedásemos en silencio con la mirada.
—Se te acaba el tiempo Andrew— decía un amigo del pelirrojo.
— Dije que iba a conseguirlo antes de que acabase el curso y lo haré, confía en mí.
Vi cómo los puños de Ethan se cerraron esperando a lo peor.
— Así que más te vale guardarte esos 100 dólares bien porque van a ser míos— añadió Andrew.
Ojalá esto no fuera por el camino que yo creía que iba.
— ¿Cómo estás tan seguro de que lo vas a conseguir?— preguntaba otro de sus amigos.
— Anna está tan desesperada por atención que no va a ser muy difícil meterla en mi cama.
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Variante A [#2]
Fiksi Remaja"Lo curioso de la genética es como evoluciona con el tiempo. Desde hace poco se habla de una especie de mutación o variante a la que nombraron con la letra A, porque ¿Cómo no podía formar el amor parte de nosotros?" Después de un año en el internado...