13. Señales contradictorias

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Volver al internado después de pasar uno de los mejores finde semanas de mi vida había sido muy complicado. Pero lo bueno no dura para siempre ¿Verdad?

— ¿Qué tal tus pequeñas vacaciones?— la voz de William interrumpe mis pensamientos entrando en mi habitación justo después de llamar.

— Increíble ¿No me notas más morena?— pregunto ladeando mi cabeza hacia él de forma coqueta.

El sonríe y noto como se sonroja mientras desvía sus ojos por las partes de mi piel descubierta.

— ¿Eso es una pregunta trampa?— pregunta tímido ladeando la cabeza.

— En absoluto— digo riendo y me giro para volver a sacar las cosas de mis bolsas de viaje.

— ¿Necesitas ayuda?— pregunta aún desde la puerta.

— No. Pero no me vendría nada mal algo de compañía— digo metiendo las cosas en el armario.

— Entonces soy tu chico— dice por fin entrando en la habitación y desde mi altavoz le baja la voz a la música que estaba escuchando antes de que él viniera ¿Tan alta estaba? Imposible — ¿Y tu cumpleaños qué tal?

— Creo que ya sabes la respuesta.

— ¿Increíble?— pregunta con una leve risa.

Yo asiento con una sonrisa —Increíble.

— Pues ahora tu finde semana increíble está dejando por los suelos al mío estudiando— dice apoyándose en mi pared dándome vista de una dulce y adorable sonrisa.

— ¿Un finde semana entero estudiando? Eso es imposible. Seguro que has hecho otras cosas.

— Bueno ¿Pensar en ti cuenta?

Yo elevo mis cejas sorprendida por su comentario. ¿Cuándo empezó a comportarse cursi conmigo?

— ¿De dónde has sacado esa frase cursi? ¿Mr wonderfull?

Me había quedado pensando sobre lo que William había dicho que ni me di cuenta de cuando Chad había entrado en mi habitación, y creo que William tampoco pero su cara era ahora un completo cuadro. William estaba rojo como un tomate.

Chad miraba al chico del pelo negro con una mezcla de arrogancia y burla mientras William sólo estaba avergonzado de que alguien como Chad Roberts hubiese escuchado lo que me había dicho.

— Chad ¿Querías algo?— pregunto mirando al castaño que indiscretamente se reía de las palabras del chico con gafas.

— Scarlett me ha dicho que trajese esto— responde encogiéndose de hombros cuando me pasa la caja del regalo de Scarlett. — Dave te ha robado algunas chocolatinas.

— Se lo perdono— digo riendo cogiendo la caja.

— Se lo diré— dice con una media sonrisa.

— Bueno... Creo que yo me voy a ir— dice William aclarándose la garganta.

— Oh no, no te preocupes— dice Chad con una risa forzada haciéndole un gesto a William antes de acercarse a la puerta — Y que tengas mucha suerte intentándolo— le dice Chad a William señalándome con la cabeza.

— Chad vete ya— digo con un suspiro.

— Por supuesto Brookie— Me guiña un ojo y después sale de la habitación.

Miro de nuevo a William que mostraba una completa incomodidad. Chad había conseguido intimidar al chico de las gafas y no sé hasta qué punto debería haber disfrutado eso.

Variante A [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora