31. Año Nuevo

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Anna Harries

— Voy a por algo para beber, ahora vuelvo— dice Andrew cuando me ayuda a levantarme del suelo.

Este chico era muy caballeroso y educado y no había sido capaz de despegarse de mí desde que llegué cosa que me alagaba. No estaba acostumbrada a tanta atención masculina.

Me alejé de Andrew para alcanzar una botella que no estuviera vacía mientras pensaba que me alegraba de pasar la noche con él, con una pequeña y disimulada sonrisa en la cara.

Hasta que él rompió toda esa fantasía.

— Baila conmigo— su voz intimidante sobre mi oído me heló la sangre.

— Ethan estás borracho— digo sin si quiera girarme para enfrentarme a él.

— Oh vamos Anna...— su voz era ronca y persuasiva y su respiración en mi cuello estaba complicando que me mantuviese impasible.

Él estaba borracho, todo él olía a alcohol y a problemas, yo estaba borracha y me costaba mantener a raya mis hormonas. Y me constó mucho más en el momento en el que él colocó sus manos en mi cintura y me acercó hacia él.

— Ethan...— susurro y le oigo reír de forma áspera sobre mi oído.

— Baila conmigo— pide y yo cierro los ojos dejándome llevar por su voz y su tacto.

Pero esa pequeña personita dentro de mí me sacó de mis pensamientos y tomó el control de la situación, quitándole el poder a las hormonas descontroladas.

Aparto sus manos de mi cintura y sin volverme a mirarle sigo mi camino en busca de Andrew.

— No— el agarra mi muñeca evitando que huya de él. Ya decía yo que no podía ser tan fácil. — Vas a bailar conmigo.

— No quiero bai...— intento decir pero él me interrumpe colocando uno de sus dedos sobre mis labios mandándome callar.

— No me importa— susurra con seguridad.

Yo ruedo los ojos y él tira de ambos hasta la pista de baile.

Noto la mirada de algunos chicos sobre mí. No quería darle la razón a Ava pero su plan tenía sentido, lo había conseguido, había conseguido hacerme atractiva. Pero eso no iba a decírselo jamás, por encima de mi cadáver.

Ethan también las vio y eso hizo que me agarrase con seguridad las caderas y me acercara a él. Alejando todas las miradas de mí porque nadie quería problemas con Ethan Nilson.

— No es justo— intento decir forzándome a enfrentarle.

— ¿El qué no es justo Anna?— pregunta de forma sarcástica mientras se inclina hacia mí moviendo mis caderas de lado a lado como si estuviese bailando.

— Tú, tú no eres justo— digo colocando mis manos en su pecho con el intento de mantener mi distancia con él.

Él toma mi alejamiento como un reto y mirándome a los ojos me sonríe de lado.

Ethan era demasiado guapo para ser real y todo intento mío para resistirme a él borracha era un fracaso.

— ¿No soy justo? No es justo que tú te hayas presentado así a mi fiesta— dice mientras dirige su mirada hacia mi atuendo.

— No tengo ni idea de qué estás hablando— intento sonar segura al igual que él mientras subo mis manos hasta engancharme a su cuello.

— ¿No? Porque creo que sabes perfectamente lo que haces. Creo que lo has hecho a propósito.

Variante A [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora