Brooke Grey
— Si no eres capaz de aceptar mi pasado a lo mejor tienes razón, a lo mejor no tendríamos que estar juntos.
Los dos nos habíamos quedado en silencio, los dos estábamos enfadados, los dos habíamos dicho cosas, los dos no sabíamos qué más decir.
Él tenía los puños cerrados como muestra de impotencia y yo tenía un nudo en la garganta.
Después de un rato de mantenernos la mirada yo la aparto siendo incapaz de aguantar las lágrimas de mis ojos.
Me paso los nudillos por los ojos apartando las lágrimas.
—Mierda— le escucho maldecir entre dientes.
Él me sorprende dando un paso hacia mí. Me sujeta ambas manos entre las suyas y se asegura de mirarme a los ojos de nuevo, pero esta vez su mirada se había ablandado.
— Brooke lo siento. Soy un capullo. — dice mientras con su pulgar me limpia con cuidado las mejillas.
— Esa excusa se está oxidando— susurro de vuelta manteniendo su mirada.
Él suspira. —Lo sé, lo siento— él vuelve a repeir.
Yo respiro hondo.
— Esto es absurdo Brooke. Yo quiero estar contigo.
Yo suelto el aire que contenía en mis pulmones y que intentaba mantenerme fuerte.
—Chad...— digo en un suspiro con la voz irregular — He cometido muchos errores... Muchos. Estuve con Ava, para no pensar en ti, besé a Sean pero era un capullo de los grandes, me gustaba Thomas pero él y yo no teníamos nada en común y me acosté con Quinton, pero no le conozco— digo y agacho la cabeza. — Han sido muchos errores, muchos capullos.
Él me mira arrepentido de sus palabras y yo hago una mueca de tristeza mientras sujeto sus manos entre las mías.
— Ninguno de ellos era como tú. Contigo sólo puedo pensar en ti, contigo me siento segura, tenemos todo en común y sólo tengo ganas de conocer más y más de ti cada día. — digo y le miro a los ojos — Se que es una tontería pero sé que tú eres diferente. Para mí no eres el 27, para mí eres el numero uno.
Él mantiene su mirada entristecida sobre mí agarrando mis manos con seguridad y coge una bocanada de aire.
— Yo quiero estar contigo, yo confío en ti, yo sé que eres diferente. Ahora sólo te falta creértelo.
Él hace una mueca y agacha la mirada hacia nuestras manos unidas.
Al no recibir una respuesta de su parte, solo el silencio, aparto mis manos de las suyas dolorida, traicionada.
No había sido suficiente, yo no era suficiente.
Sentía una pequeña presión en el pecho, sabía que iba a doler, sabía el alcohol estaba haciendo su trabajo y estaba protegiéndome de ese dolor.
Me giro sobre mis talones hacia la puerta. Menuda idiota.
Pensaba que el alcohol era mi salvavidas, pero los pensamientos llenaron mi cabeza en sólo segundos y el dolor se hacía más grande. A lo mejor un poco más de vodka lo solucionaría todo.
Los pensamientos desaparecieron cuando sentí su mano agarrando la mía y apartándome de la puerta que llevaba de nuevo al interior.
— No— dice y niega con la cabeza — No — dice de nuevo y me entierra entre sus brazos.
Yo cierro los ojos con fuerza y me dejo descansar en sus brazos.
— No quiero que te vayas— me susurra sobre mi pelo y el dolor parece desaparecer — Lo siento. Lo siento. Lo siento.
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Variante A [#2]
Teen Fiction"Lo curioso de la genética es como evoluciona con el tiempo. Desde hace poco se habla de una especie de mutación o variante a la que nombraron con la letra A, porque ¿Cómo no podía formar el amor parte de nosotros?" Después de un año en el internado...