Aliento en tiempos desesperados

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Salmo 40: 1-3

Con paciencia esperé que el Señor me ayudara, y él se fijó en mí y oyó mi clamor. Me sacó del foso de desesperación, del lodo y del fango. Puso mis pies sobre suelo firme y a medida que yo caminaba, me estabilizó. Me dio un canto nuevo para entonar, un himno de alabanza a nuestro Dios. Muchos verán lo que él hizo y quedarán asombrados; pondrán su confianza en el Señor .

A la mayoría de nosotros nos gusta mostrar solo los momentos felices de nuestra vida, pero¿ Y que de los momentos tristes, oscuros, de altibajos en nuestras vidas?

Para mí, está pandemia, este confinamiento, ha sido una etapa que me ha dejado muchas experiencias, mucho aprendizaje, en la cual por momentos sentía que me invadía una sensación inexplicable de ansiedad, de desánimo, de decepción, de un tedio que se repite monótono todos los días, una variedad de emociones encontradas adentro mío...

Y así es la vida: llegarán esos momentos turbulentos que no quisiéramos encontrarlos nunca : una pandemia, una crisis económica, falta de empleo, una enfermedad grave o de algún cercano, el abandono de una pareja, la disolución de un hogar, la violencia en todas sus formas y expresiones, los enemigos en un trabajo, una notificación procedente de un juzgado, etc. Y así podríamos ir ennumerando una por una estás causas...

Y todo esto hace que pasemos noches largas en penumbra, con una inmensa tristeza en nosotros, que no te extrañe eso porque la ansiedad y la depresión son últimamente las causas más consultadas por la gente.

En el salmo 40: 1-3, uno de los tantos Salmos escritos por David, vemos una vez más, uno de los tantos momentos duros que pasó a lo largo de su vida: escondido en una cueva, huyendo de sus enemigos...

¿ Cuántos de nosotros no hemos pasado, o estamos pasando por las cuevas de la depresión y ansiedad?

Aquí, en este pasaje, vemos cómo 3 situaciones en las cuales David pudo haber atravesado en medio de su situación difícil ( ponle el nombre a la tuya), y vemos como comparó el sentirse angustiado como de estarse hundiendo en el lodo de la desesperación, pero que a la vez, el tenía una esperanza: que Dios lo iba salvar .

V. 1 dice la nueva traducción viviente
" Con paciencia espere que el Señor me ayudará, y el se fijo en mi y oyó mi clamor". La paciencia,la perseverancia es esa cualidad que desarrollamos a lo largo de los problemas o pruebas que se nos presentan en la vida.¿ Cuántos de nosotros, cuando estamos Enmedio de la prueba, nos ponemos impacientes? La esperanza es que nuestro Dios nos escuchará, y nos salvará de nuestros problemas, no importa cuánto tiempo estemos clamando, El Señor nos escuchará.

V. 2  Pozo: es un agujero, excavación o túnel vertical que perfora la tierra, hasta una profundidad suficiente para alcanzar lo que se busca....

Lodo cenagoso: es el que está lleno, abundante, atestado, abarrotado de cieno o de lodo que suele hallarse en ríos, lagunas , pantanos o ciénagas de diversos puntos geográficos, es sinónimo de lodazal , carrizal , lugar de lodo o barro.

Peña: es una colina, monte o protuberancia rocosa, generalmente aislada de otras elevaciones de mayor altitud en relación a está.

Vemos en el versículo 2, una escena en donde David se sentía en lo más bajo, en lo más profundo, en lo más oscuro de la vida, el lo describe como " un pozo en donde estaba sumergido hasta la cabeza en el lodo "....

¿ Cuántos de nosotros no hemos caído más de alguna vez en nuestra vida en pozos de desesperación?

¿ Cuál es tu pozo de desesperación, tu lodo cenagoso?

Podría significar muchas cosas para nosotros: la enfermedad, la bancarrota, la perdida de un ser querido, de una casa, de un empleo, una relación rota, un sueño muerto, personas que no les agradas y te hacen la vida imposible, perdida de la salud física y mental, un examen reprobado, sientes que tus emociones te están hundiendo y que estás fuera de control, una demanda en tu contra, etc. Y caemos en el miedo, en el desánimo, en la desesperanza, en la incertidumbre, en la falta de confianza en un futuro, en un porvenir, y de esa misma forma David también veía su situación: estaba hundido hasta el cuello.

Pero luego, el escenario cambia, y David, de estar hundido, se encuentra en las alturas, parado sobre una peña alta.

Pero...

¿ A qué se debió este cambio?

¿ Cómo pudo suceder esto?

Tal parece que Dios fue , quien sacó del lodo a David, lo saco del mismo de tal manera que lo colocó en un lugar donde no podría volverse a hundir: en lo alto de una Peña. David nunca se rindió y espero en todo ese tiempo que clamó a qué El Señor lo escuchará, y El lo oyó y lo salvó. Así será con nosotros también: nos tomara de la mano y nos pondrá en alto, porque El es nuestra peña.

V. 3 pero no termina allí, el no se quedó con eso para si mismo, dice que alabo a Dios porque lo libero de sus angustias,  él le dio la libertad y la paz porque El Señor es su peña, su lugar seguro donde El está refugiado, y al parecer otras personas vieron su testimonio y se gozaron con él.

Sea la situación ( el pozo de la desesperación en el cual te encuentras), no te rindas, y sigue confiando en Dios, sigue clamando ya que el te librará justo a tiempo.

Dios te bendiga

Devocionales "Amanecer: Paola Ramos"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora