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— Te dije que no te montaras ahí porque te ibas a caer—Yunho se cruzó de brazos viendo a San sobando su cabeza.

Sus hijos habían crecido mucho, bueno, ni tanto, solo un añito, los trillizos tenían seis, Yeosang cinco, Wooyoung tres y Jongho un añito, sus hijos iban creciendo poco a poco, estaba triste, quería que se quedaran pequeños para siempre.

— ¡Deja de darme órdenes!

— Sannie..

— ¡Solo mis papás me pueden dar órdenes, no tú!

— P-Perdón..

— ¿Qué pasa acá?—Seonghwa entró al patio al escuchar los gritos de San, ahí iban de nuevo.

— L-Le dije a San que no se s-subiera en la piedra porque se podía caer pero él no me hizo caso y s-se cayó—Limpió sus ojitos yendo a abrazarlo.

— San.

El niño lloriqueó y se levantó para ir con Mingi, seguramente el no le iba a dar órdenes estúpidas como Yunho, él era el menor de los tres así que no tenía el derecho de darle órdenes ¿Cierto?

— Estoy terminando mi tarea.

— Pero, Mingii, le voy a decir al payaso que se lleve a Minky si no juegas conmigo.

— No te atrevas, tonto.

— No me digas tonto.

— Tonto.

Tenía dos opciones más, bueno, una, Wooyoung no contaba, era muy desastroso y no le gustaba, muy hiperactivo para su gusto, le quedaba Yeosang que estaba jugando con sus plastilinas en su mesita, el era tranquilo y no hacía ruido, no hablaba, no daba ordenes ni excusas, era perfecto.

— Sanggie bonito ¿Quieres jugar conmigo? ¿Si? ¿Por qué no? Eres aburrido.

El niño lo ignoró y siguió haciendo su dinosaurio para destruir la ciudad que había echo, quería hacerlo solo y sin ayuda.

— ¡Sannie, Sannie!

— ¿Qué quieres?

— Mi conejito—Le mostró su peluche orgulloso.

— Si, lindo—Ni siquiera había visto a su hermano y su peluche, no le importaban.

Fué a sentarse en el sofá con Shiber pensando que el niño lo dejaría en paz pero parecía que no porque había ido detrás de él, el si quería jugar con San pero San no parecía darse cuenta. Puso su película favorita, sabía que Wooyoung estaba ahí con él, era molesto, su hermano hacía demasiado ruido y no se callaba, quería ponerle una cinta en la boca para que dejara de hablar.

— ¡Papi!

— ¿Qué pasa cielo?

— Dile que se vaya—Señaló a Wooyoung que lo miraba fijamente.

— ¿Por qué Sannie? Quiere ver la película contigo.

— ¡No se calla y no deja de decir: Sannie, Sannie, Sannie, Sannie! ¡No lo quiero cerca!

— San, amor..No grites ¿Si? Debes aprender a controlarte—Acarició su cabello viendo su ceño fruncido— A mí no me mires así, Woonie solo quiere que le prestes atención porque quiere jugar contigo, solo eso, quiere jugar contigo.

— Jugar con Wooyoung es aburrido, no me gusta.

Seonghwa asintió y se llevó a Wooyoung para que dejara a San, debía hablar después con su hijo, las cosas no podían ser así, debía aprender a ser más cariñoso y no tan amargado.

Recordaba la vez que le dijeron que tuvieron que cambiar de salón a Mingi porque le daban ataques de pánico al escuchar a San gritando en el salón cuando se estresaba y le daban ataques de ira, ahora su pequeño estaba bien pero debía ayudar a San a controlarse, ya lo había intentado otras veces pero el niño no cooperaba, eso lo estresaba.

— No llores Woopi ¿Qué te parece si jugamos con la pelota afuera? Vamos entonces—Lo dejó en el suelo y lo acompañó al patio, estaba cansado pero iba a jugar igual con su pequeño.

Llegada la noche todos estaban en la mesa cenando pero había una tensión que lo asustaba demasiado, nunca la había sentido antes y no era el único que la había notado, Yeosang se veía incómodo y Yunho parecía al borde del llanto, no entendía por qué ese ambiente.

— ¿Cómo les fué hoy en clase?—Cuestionó Hongjoong tratando de romper ese silencio tan incómodo.

— Hice un amigo, se llama Hwanwoong, es muy divertido—Contó Mingi con una sonrisa.

— Muy bien cielo, me alegro mucho ¿Los demás?

— Nos enseñaron los números del uno al cincuenta, no sabía que existía ese número.

— ¿Sannie?

— Escribimos números.

— Genial ¿Sanggie? Me contaron que hoy jugaste con bloques y que pintaste un perrito.

El niño lo miró y luego agarró su cuchara y trató de llevarla a su boca pero no pudo, solo logró tirarse su sopita encima y estaba caliente.

— No llores cielo, ya está, ya está ¿Ves? Ya no hay sopita en tu pantalón, ya lo cambiamos, yo te doy la comida.

Hongjoong asintió mirando su plato y vió a Yunho que parecía tener problemas para agarrar los palillos, apenas los aprendía a usar, le había dicho que usara el tenedor pero no quiso, su hijo era un caso.

— ¿Mañana quieren ir al parque? ¿No? ¿Por qué? No sean pesimistas, nos vamos a divertir mucho, bueno, si no quieren ir está bien, San, amor, ¿Qué pasa? ¿Por qué tiras los palillos al piso?

Yunho abrazó a Mingi que ya estaba tapando sus oídos y empezó a decirle cosas bonitas para que no se asustara, no quería a su hermanito asustado.

— Sannie, cariño, respira, es difícil a la primera pero luego le vas agarrando el truco, pero no te estreses ¿Quieres un tenedor? Yo te busco uno, tranquilo—Limpió las lágrimas de sus mejillas y recogió los palillos— Ya..Estás asustado a Mingi y a Yeosang.

— ¡Mingi y Yeosang no me importan!

— Cielo.

Nunca podían tener una cena tranquila, maldecia el día en el que las peleas entre sus hijos empezaron, lo detestaba con su alma.

𝐩𝐚𝐫𝐤'𝐬 𝐯𝐬 𝐰𝐨𝐫𝐥𝐝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora