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— ¿Todo listo? ¿Tienen a Shiber, Minky, bonbon, el osito, Jun y a Kiki? Muy bien, suban al auto.

Su hermano los había invitado al cumpleaños de su hijo y era fuera de la ciudad, era en un hotel en la playa y el viaje iba a ser muy largo, casi un día, su hermano era muy raro en temas de gustos, el nunca celebraría un cumpleaños en la playa, la detestaba con su alma y su hermano lo sabía muy bien pero había sido arrastrado hasta ahí.

— Papá, tengo ganas de vomitar—Se quejó Yunho, ni siquiera habían salido de la ciudad y ya tenían problemas, genial.

— Ya va cielo, Seong, busca algún lugar para pararte por favor.

— Claro.

Se suponía que antes iba a manejar él pero se había empezado a sentir mal y mejor era que manejara Seonghwa, no quería que pasara algo.

— Ven mi amor, vamos al arbolito.

Se paró al lado de Yunho y empezó a acariciar su espalda, si así era el principio del viaje ¿Cómo sería el resto? No quería ni pensarlo.

— Niños, no hagan ruido que papá se siente mal ¿Okay? Shh.

Lo menos que hicieron fué hacer silencio y Hongjoong parecía querer arrancarse la cabeza ¿Iba a ser así hasta que llegaran? Hermoso viaje el que tendrían ese día, de los mejores.

Movió el retrovisor y enfocó a los niños, Mingi, Wooyoung, Jongho y Yeosang estaban dormidos, Yunho y San parecían sobrecargados de energía porque ninguno se callaba, eran tiernos.

— Un poquito más bajito ¿Si? Sus hermanos y su papá están durmiendo.

— Okay—Asintió Yunho agarrando la mano de San, estaba temblando de nuevo, no le gustaba esa pastilla fea que le daban a su hermano.

Wooyoung se levantó llorando porque no tenía a sus papás, Yeosang quería bajarse ya, los dos ruidosos se habían dormido, Mingi seguía en Narnia al igual que Hongjoong y Jongho, no iban tan mal ¿Cierto?

— ¿Qué quieren comer? Yo pago—Yonghwan los había parado en un restaurante, al menos iban a almorzar.

Todos tenían cara de culo y ni hablar de la esposa del beta, sus hijos y Kyungmoon, todos parecían querer matarse, no aguantaban ni un rato más en el auto.

— ¿Honggie? ¿Sigue vivo?—Kyungmoon movió a su hermano que se había quedado dormido recostado de la mesa.

— Creo que no.

— ¿Mmh? No me toques—Quitó su mano de su cabeza.

— ¿Te sientes bien?

— Claro que sí, no me va a explotar la cabeza y- la puta madre—Tapó sus ojos cuando le pegó la luz del sol en toda la cara, que buen lugar había escogido.

— ¿A papá le va a explotar la cabeza?

— No mi vida, no le va a pasar nada.

San se encogió de hombros y se sentó al lado de Yeosang para compartir sus galletas con él, se las habían comprado especialmente a él para que se quedara quieto pero quería darle a Yeosang porque sabía que eran sus favoritas.

— Cielo ¿Quieres volver al auto?

— ¿Tengo cara de volver a querer sentarme ahí para romperme el culo?

— No en frente de los niños..

— Ajá.

— Toma y cállate.

— Que considerado es usted Hyung, muchas gracias—Le sonrió sin ganas y se metió la pastilla en la boca, no le volvería a hablar a su hermano así, sentía asco de si mismo por hacerlo.

Sus hijos se vieron entre ellos y luego lo vieron a él ¿Por qué su papi estaba molesto? No entendía, en el auto iba de buen humor o eso parecía, había dormido todo el rato que llevaban en el auto.

— ¿Te sientes mejor?—Su Omega agarró su mano preocupado, quería a su bonito alfa malhumorado mejor.

— Con ver todo esto me siento lleno y quiero vomitar, adiós—Se levantó y fué al baño.

Seonghwa fué detrás de él y se quedó a su lado acariciando su espalda, ahora se le habían quitado las ganas de comer a él, ya no quería después de ver a su esposo vomitando.

— Me quiero morir..¿Tienes agua?

— En la mesa.

— Mmh—Pegó su cabeza a su hombro cansado.

— Ya sé te va a pasar mi vida, tranquilo.

— No me gustan las jaquecas.

— ¿Y a quién en su sano juicio le gustan?

Ambos rieron y salieron tomados de la mano viendo como una señora los miraba indignada, habían tardado demasiado ahí adentro.

Cuando volvieron al auto fué volver al infierno y no solo porque estaba más caliente que un horno por culpa del sol, lo decía por Hongjoong y los niños, Hongjoong podía volverse satanás si quería y los niños no se callaban, ahora el que quería un poco de silencio era el, no aguantaba más a los niños hablando casi gritando y cantando.

Quiso llorar cuando el tanque de la gasolina quedó vacío ¿Por qué justo en el medio de la nada? Se estaba desesperando y no sabía la contraseña de la tarjeta de Hongjoong para pagar una grúa hasta una gasolinería ¿Y por qué la de Hongjoong? Era la que tenían a mano, la suya estaba en su mochila y estaba en la maleta, y era mejor no despertar a satanás, había entrado en pánico porque no sabía que hacer y se estaba haciendo de noche, estaban con los niños ¡No podían quedarse en el medio de la nada! Ah, y peor aún, no había señal, no podían llamar así a la grúa, eran unos genios.

— ¿Por qué lloras Seonggie? ¿Por qué paramos?

— U-Uhm..Se quedó sin gasolina y..—Mordió su labio reteniendo un sollozo, estaba asustado.

— No llores mi vida, llama a mi hermano o él debe venir de vuelta, si o si debió darse cuenta de que no estamos detrás de él, no te asustes..—Limpió sus mejillas y agarró su mano viendo por la ventana— Mira, ahí viene—Sonrió para calmarlo.

Ahora iban arrastrados por su hermano a una gasolinería ¿Qué más podía salir mal? ¿Que no llegaran a su destino? No, mejor se quedaba callado, no quería que pasara eso, serían muchas horas desperdiciadas que pudieron aprovechar con sus hijos para ver películas en casa comiendo helado.

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𝐩𝐚𝐫𝐤'𝐬 𝐯𝐬 𝐰𝐨𝐫𝐥𝐝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora