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— Muy bien Sanggie, ahora mete la cuerdita por ahí, haz así..¡Muy bien Sanggie, lo hiciste muy bien!—Exclamó Seonghwa feliz abrazando a su hijo, había logrado atarse los cordones de uno de sus zapatos, habían sido muchos intentos pero lo había logrado.

Yeosang se separó atosigado y se acomodó en el suelo viéndolo ¿ahora qué?

Hongjoong entró a casa con Wooyoung en sus brazos y suspiró dejando que corriera a Seonghwa, primer día de clases de su hijo y empezaban mal, que buen comienzo.

— ¿Qué pasó?

— No sigue las órdenes, no se queda quieto, interrumpe, y hay más pero no quiero decirlas, los demás salen en una hora, los buscas tú, yo estoy cansado.

— ¿Por qué no haces caso Woonie? ¿No vas a responder? Bueno, quédate ahí si quieres...

— Yunho.

— Ya vamos a buscar a Yunho, Sanggie.

El niño le mostró su otro zapato y tuvo que colocarselo él porque si no estarían tres años más ahí— ¿Quieres venir? ¿Si? Vamos entonces—Agarró las manos de sus hijos y los llevó al auto— ¿Qué hiciste hoy Woonie?

— ¡Mucho! Jugamos, pintamos y cantamos canciones, ¡también nos contaron un cuento!

— Que bien cielo, me parece que te divertiste mucho.

— ¡Si!—Sonrió feliz.

Miró a su hermano y agarró su mano cuando pareció perderse, Mingi volteó a verlo y trató de soltarse cuando el portero los miró feo porque le daba miedo como los veía pero San lo jaló a él y lo llevó a donde estaba Yunho esperándolos.

San estaba muy feliz de que su hermano fuera tratando de estar de nuevo con él, jugaban juntos algunas veces y dejaba que lo abrazara. Había sido muy difícil que pasara eso, la primera vez que lo intentaron su hermano lloraba mucho y cuando lo abrazó sintió que su corazoncito iba muy rápido, iba como el super héroe que corría muy rápido. Pero ahora ya no le tenía tanto miedo, ya se podían ver a la cara sin que Mingi saliera corriendo.

— No tengas miedo, aquí está súper Sannie para cuidar a super Mingi—Sonrió tapando los oídos de su hermano que se había asustado con el bullicio que había en la salida de la escuela, eran muchos niños hablando, jugando y gritando— Tengo gomitas en mi mochila, mira, me las regaló el señor Hyojong ayer cuando fuí con él ¿quieres? Abre la boca, ¿están buenas?—Asintió.

Yunho levantó su mano y ambos corrieron a él, estaba con su papi y sus hermanitos.

— ¿Cómo les fué a mis príncipes?—Preguntó despeinando a los tres niños en frente de él— ¿Qué pasa Mimi?

— Hoy la maestra fué muy mala con todos, nos regañó mucho cuando no hacíamos nada...

— Oh..¿Y ustedes dos?

— Jugamos muchos juegos en el patio.

— Papi, a Yunho le gusta una niña del salón.

— ¡Es mentira!—Tapó su carita rojita con sus manos.

— Te gusta, te gusta, te gusta—Empezó a cantar para molestarlo.

— Ya Sannie—Rió con ternura acariciando el cabello de Yunho.

— A mí no me dejaron jugar... la maestra dijo que éramos...dijo una palabra rara y que éramos desobedientes y unos tontos, recién llegábamos y no habíamos hecho n-nada.

Tan imbécil había que ser para desquitar tu enojo y mal día en niños de seis y siete años, de mil formas que había tuvo que ser esa, no comprendía a los maestros de ese lugar.

— Vayan a comer—Se quitó sus zapatos y entró en la casa encontrandose con su alfa durmiendo con Jongho en el suelo, seguramente se había quedado dormido mientras jugaba con su hijo, tierno— Cielo, ¿no quieres ir a la cama? El piso está frío.

Al parecer Hongjoong no lo escuchaba.

Rió con ternura y cargó a Jongho para llevarlo a su cama, su pequeño angelito parecía una roca al dormir, no se despertaba con nada, ya sabía de dónde lo había heredado. Lo rodeó de almohadas y corrió abajo antes de que Yeosang y Wooyoung se mancharan de comida, ninguno sabía utilizar los palillos, se iban a manchar todos.

— No agarren los palillos por favor, si, hablo con ustedes, por favor—Se los quitó y los puso en un estante alto— Sanggie, tú sabes usar un tenedor, utiliza uno mi vida, aquí está.

Despertar a Hongjoong fué tarea difícil pero lo había logrado, ahora tenía un alfa dormido sobre el como un koala mientras él les daba comida a los niños, no podía ni moverse.

— Muy bien Woonie, niños, hagan la tarea y después juegan.

— No tenemos tarea—Dijeron los tres a la vez llegando a asustar a Seonghwa, parecían robots.

— Oh...bueno, sigan en lo suyo.

La tarde hasta la noche no tuvo nada que destacar, simplemente fueron los niños a su royo, el viéndolos y Hongjoong en el quinto sueño, bueno, todo estaba tranquilo y en silencio, no había nada que destacar.

Tranquilo y en silencio...

Mierda.

Corrió a la habitación de los niños y ninguno estaba ahí, fué al baño y los encontró, ahí estaban Yunho, San y Yeosang, a Yeosang parecía que le había vomitado un unicornio en la cara.

— ¿Quién fué el artista que pintó a su hermano?

Los dos se apuntaron entre sí y luego se miraron negando.

— ¡Fué Mingi!

— Mingi está con su papá y Wooyoung comprando la cena ¿Quién fué?

— ¡Él!—Se apuntaron entre sí.

— ¡No fuí yo!

— ¡Yo tampoco fuí!

— Yeo, cielo ¿Quién te pintó?

El niño los señaló a los dos con su ceño fruncido y trató de salir del baño pero Seonghwa no lo dejó, no sin quitar ese vómito de unicornio de su cara.

— Traicionero.

— Dijiste que no ibas a decir nada.

— Seguramente ni los entendió—Empezó a pasar el jabón por su cara, con razón tanto silencio.

Ese silencio lo había perturbado, si había silencio era porque algo estaban haciendo, ya los conocía muy bien.

Sus hijos eran un desastre con patas.

𝐩𝐚𝐫𝐤'𝐬 𝐯𝐬 𝐰𝐨𝐫𝐥𝐝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora