♠SR.JANE♠

♠️TÚ♠️

Este cap está dedicado a MonSosa porque leí sus comentarios y me reí como nunca, no sé si aún lees esto pero ci :3.

Una punzada en la cabeza me despertó, mis ojos estaban borrosos y mi cuerpo tenso y adolorido. Traté de moverme, pero de nuevo las ataduras me detenían, estaba recostada en una cama ó algo, la frustración no me dejaba ver con claridad por lo que me sacudi violentamente tratando de zafar mis manos.

—¡Doctor! —una voz... No la conocía.

—Hey, esta bien —una silueta se acercó a mí, aún no podía reconocerle— Charlotte esta bien —sentí su tacto delicado en mi cabeza, más to seguía jadeando— mírame, soy yo.

Era Jane, pude ver sus ojos azules, pero eran diferentes, no eran arrogantes ó despreocupados, todo lo contrario, estaban inquietos, temblorosos.

—Jane —me quebré por completo, me deje llevar y empecé gritar de dolor, me sentía vacía, muerta...

—Está bien —su mano se enredo en mi cabello mientras me apretaba hacia él y empapaba su sacó.

—Ja-Jane, era él, era él... Tenía... Miedo —hipeaba entre cada oración intentando mantener la compostura.

—Perdoname —tomó mi rostro de repente deteniendome— perdoname por dejarte vivir ese infierno.

Abrí los labios, pero no podía formular palabra.

—Perdoname por no salvarte...

—Yo...

—Te encontró un oficial en medio del camino, estabas agonizante, pero pudiste decirle sobre la cabaña... Aunque también atacaste a los doctores.

—Kane...

—Te prometo que encontraré a ese bastardo y lo haré pagar —pareció ignorar mi mención.

Me quedé en silencio... No podía pensar con claridad.

—Jane, tengo sed —lo miré a los ojos suplicante.

—Claro —Jane no era tonto, sabía que yo quería evitar la conversación a toda costa, pero... Cuando quería también era un caballero, y dejó las cosas allí, solo me tomó de la mano unos minutos más y después se marchó.

***

—Señorita —la enfermera me sacó de mis pensamientos.

—¿Sí?

—Debe comer algo.

—No, así estoy bien.

—Con todo respeto usted está al borde de la desnutrición.

—Estoy bien con el suero, no tengo ganas de comer.

Después de mirarme con desconcierto me dejó allí.

Él cielo estaba oscuro, me dormía sin darme cuenta, despertaba de nuevo, lloraba, y otra vez caía en brazos de morfeo.

"¿Crees que puedes huir de esto?", "No tienes el control"; mi propia cabeza me torturaba, me recordaba su voz, el olor a fétido, la sed desesperante, la oscuridad, la soledad, aun podía sentirlo, aún sudaba, tenía que salir de ahí. Mire las ataduras... Estaba encadenada.

—¡Jane! —llamé. Empecé a forcejear, debía estar en silencio, no quería que me encontrara, seguí intentando, una de mis manos fue liberada, suspiré de alivió, me diriji a la otra para liberarme, me incline hasta mis pies con pocas fuerzas y lo solté. Era ahora o nunca. Me lancé de la cama hasta el suelo, en re alidad intente pararme pero mis fuerzas no daban, un estruendo sonó a mis espaldas, me arrastré rápidamente hasta la puerta y se abrió de golpe.

—Charlie... —levanté mis ojos y vi a Eve.

—Sacame de aquí, por favor, ahora, antes de que me encuentre.

—Tranquilizate —me ayudó a levantarme y me sentó de nuevo en la cama.

—No lo entiendes, tenemos que irnos, él está aquí.

—No, aquí estás segura, sí, estás segura —puso una venda en mi brazo.

—¿Por qué estoy sangrando?