♠️"AYUDAR"♠️

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No debería ser fácil esconder un niño... Aunque, era Red John, un idiota muy astuto con cientos de contactos que seguramente le debían favores. Eso no quería decir que me iba a dar por vencida, aunque fuera lo último que yo hiciera en mi vida... Yo encontraría a Eliot.

— Me asusta tu determinación —me comentó Grace durante la cena. Desde que había regresado había notado que mi ausencia parecía preocuparle al equipo; incluso a Lisbon, que me había recibido cálidamente y Grace... Casi me recordó a Eve cuando me apretó en sus brazos a mi regreso. Me preocupaba lo apegada que me sentía a ella.

— ¿De qué hablas? —contesté tratando de pasar el bocado que tenía en la boca.

— Se siente como si estuvieras persiguiendo humo... No estás segura si quiera de si él sigue con vida.

— Lo estoy... Él está vivo —mi afirmación no pareció convencerla, su expresión no denotaba más que preocupación—. Escucha —puse mi mano sobre la suya—, estoy bien ¿sí?

— ¿Lo estarás si las cosas no salen como esperas?

La pregunta en definitiva me tomó por sorpresa, sentí mi garganta cerrarse al instante y una punzada fuerte me obligó a pensar... ¿Lo estaría?— Sí —afirme, tratando lucir confiable y casi al instante pude notar como sus músculos se destensaban.

— Espero que no lo digas solo por compromiso —sonrió con incomodidad y continuó con la comida.

No quería mentirle a Grace, pero ni siquiera yo estaba segura de la respuesta, desde que había llegado a Sacramento Red John se había esforzado por meterme en su juego y lo había logrado; estaba hundida hasta el cuello y mis manos estaban manchadas de sangre, y lo que realmente me preocupaba era que en ocasiones eso no importaba en absoluto.


Estaba caminando por la oficina de un lado a otro, esperando algunas grabaciones de un caso en el que trabajamos cuando Jane me tomó inadvertidamente y me encerró con él en el baño.

Dentro de mí, mi corazón latía furiosamente casi como si fuera a saltar de mi pecho directo a sus manos, pero por fuera aparentaba la serenidad que tanto me faltaba, que tanto anhelaba.

— Será mejor que tengas una buena razón para hacer algo tan estúpido —me crucé de brazos recostada a la puerta del baño, esperando una respuesta.

— Emboscarte parecía una buena idea, no tendrías tiempo de reaccionar o negarte.

Levanté una ceja, en silencio, esperando una explicación que yo ya conocía.

— Tenemos que hablar Charlotte, de ti, de mi, de lo que pasó.

— Ya hice las pases con eso —traté de darme la vuelta para abrir la puerta, pero Jane me detuvo nuevamente.

— Sé que estuvo mal dejarte, pero era la única manera, Red John quería que me rindiera para acercarse  —negué con la cabeza, riendo para ocultar el dolor— Y lo hizo —habló con entusiasmo como si fuera la gran cosa.

— Sí, te envió una amante.

— No, por favor, tu sabes que eso no significa nada.

— ¿De verdad? Porque cada vez que me doy cuenta estás corriendo detrás de ella, desesperado por tener unos segundos con ella.

— Es una cómplice de Red John, puede darnos información que ningún otro, no es cualquier cómplice, ¡Es su mano derecha!

— Muy bien por tus avances, Jane, pero si no te importa estoy ocupada con otras cosas.

— Ay por favor —giré para verlo de inmediato, se veía realmente fastidiado—. Actúas tan infantilmente, deja de tomar las cosas personales, tenemos que unir fuerzas.

Lo vi a los ojos, sus pupilas dilatadas, como las personas a las que sometía en su trance, se veía tan diferente al Jane de unos meses, al que me repitió docenas de veces que me amaba, parecía que simplemente se había olvidado de ello.

— ¿Tomarlo personal? —tomé aire antes de continuar, forzando a mis ojos a retener mi ira— Fue muy personal Jane —golpeteé su pecho con mi dedo índice, obligándolo a retroceder— ¿Debo recordártelo? ¿Olvidaste tus... Estúpidas promesas? ¡Me abandonaste Jane! Te dejé conocer mis vulnerabilidades, mis miedos, me mostré a ti con completa trasparencia y todo lo que obtuve fueron... ¡Mentiras! Así que sí, lo tomaré bastante personal.

— Nuestra relación va mucho más allá de todo, Charlotte, pensé que lo entendías.

— Claro que lo entiendo, tu interés en mi surgió como consecuencia de darte cuenta de que compartía tus traumas y que podías usarme para acercarte a ese bastardo... Pero ahora tienes a tu nuevo juguete, ¿no es así? 

— No lo...

— No te atrevas a interrumpirme...  Y ahora tienes que entender tu, no hay "nuestra relación" que no se refiera a lo laboral, tu acabaste con esto el día que te fuiste... El día que decidiste llevarla a la cama —me alejé de él al darme cuenta que nuestros rostros estaban a solo centímetros y mi pecho empezaba a arder por la combinación de emociones, tenerlo cerca de nuevo me traía memorias de antes de que se fuera, de ese antes—. Es momento de que te des cuenta de que no todo gira en torno a ti, Jane... Y que las personas nos cansamos de ser usados como juguetes.

Me giré, dando la conversación por terminada, giré el pomo de la puerta y justo antes de que pusiera un pie afuera, él volvió a hablar— Te ayudaré a encontrar a Eliot.

La sangre se me heló, dándome escalofríos al escucharlo pronunciar su nombre— ¿Qué sabes de él? —giré para velo a la cara.

— Quizá no tanto como tú, pero por tu reacción sé que es importante y como lo veo solo yo puedo ayudarte.

— No quiero...

— Pienso dos veces las cosas... Lorelai es la mujer más cercana a Red John, sí alguien conoce al niño o sabe de su paradera será de ella.

— ¿Y confías en ella? ¿Qué te hace creer que no correrá a decírselo a Red John? Perdería mi oportunidad de encontrarlo.

— Tienes que confiar en mi —trató de tomar mi mano, pero la aparté rápidamente.

— Ya lo hice una vez... No salió bien.

— Charlotte... Yo te pedí que no olvidaras mis palabras, ¿a caso lo hiciste?

— No, solo que ahora... Ya no significan nada.

Mi respuesta pareció decepcionarlo, sellando sus labios al instante. Por un segundo no supe que decir, o que hacer, pero finalmente recordé las palabras de Erik, tomé aire y finalicé— Creo que nos podemos ayudar... Pero será bajo mis términos.

Cuando salí, casi como un suspiro de vida me topé con Cho, no parecía particularmente feliz de verme salir del baño de caballeros, y mucho menos ver a Jane salir detrás de mí.

— ¿Estás bien? —la pregunta iba dirigida a mi, pero no le quitaba la mirada de encima a Jane.

— Estoy bien... ¿Tienes lo que te pedí?

Se tardó en responder, minutos que me preocupaban y se me hacían eternos— Sí, sígueme.



Creo que este cap quedó algo ambiguo... Es que se complementa con el que sigue.

Los amo

-Sara.


♠SR.JANE♠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora