♠️VISITAS♠️

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Más tardó el auto en detenerse que yo en lanzarme, la adrenalina estaba tan elevada que incluso cuando resbalé, me levanté de inmediato y corrí. Allí estaba la camioneta, estrellada contra un árbol, y en su interior Jane.

— Ay, Jane —estaba segura de que mi rostro se estaba deformando, los ojos me picaban al igual que mi nariz, mi pecho ardía furiosamente y mis mano temblorosas se acercaban a las mejillas de Jane que parecía estar medio consiente y me veía en silencio—. Jane —suspiré dolorosamente y me negué a alejarme de él hasta que llegaron los paramédicos.

Podía sentir la tensión en el ambiente con los chicos... Especialmente con Cho que parecía evitarme.

— No hay nada en la casa —Van Pelt rompió el silencio, acercándose a nosotros.

— ¿La policía se ha comunicado? ¿encontraron algo en la interestatal? —Lisbon se veía seria, pero estaba relajada, a todos nos alegraba que Jane estuviera bien, ella no era la excepción.

— No han encontrado nada —Cho habló, yo no podía despegar mi mirada de él, pero ni siquiera me veía, y dolía porque sabía que su cabeza debía estar dando tantas vueltas como la mía.

— Quizá le dijo algo a Jane —mencionó Lisbon.

— Aún si fuera así —hablé antes de que se acercara a él—, ¿cree que él nos lo diría?

— Tiene que.

Suspiré— Es Jane.

No impediría que Lisbon intentara sacar información, pero sabía que no diría nada.

De regreso a Sacramento, con Jane a mi lado, sentí paz, como sí todo mi enojo de repente se hubiera esfumado y ahora me volvía a sentir... Como antes de que se fuera, pero aún así, en mi pecho había una gran espina, y no sabía que hacer con lo que sentía.

Cuando giré mi cabeza para ver a Jane, él ya me estaba viendo, había un brillo en sus ojos, y por alguna razón quería convencerme de que era por mí, y al mismo tiempo pensaba que era egoísta de mi parte... Seguro se trataba de algo que Lorelei le habría dicho. Y aún así, me gustaba ver que sus ojos brillaran de esa manera, aunque la razón no fuera yo.

Desperté cuando el auto se detuvo, estábamos en el BIC. Me estiré en mi asiento y trate de aclarar mi visión parpadeando en repetidas ocasiones. La puerta se abrió y bajé instintivamente. Cho bajó del otro lado e ingresó al edificio, no pude evitar seguirlo y detenerlo.

— Cho —frenó en seco, lo escuche tomar aire y expulsarlo mientras se daba la vuelta— ¿está todo bien?

— Sí —parecía que se iría de nuevo.

— No es cierto, estás evitándome.

— Sí ya tienes una conclusión ¿por qué preguntas?

— Te estoy dando la oportunidad de que hablemos y solucionemos lo que sea que este pasando por tu cabeza.

Cho iba a hablar, pero su mirada se quedó por encima de mi hombro unos segundos antes de que retomara— Hay trabajo por hacer. Hablemos de esto en el departamento.

Lo vi marcharse, me quedé petrificada en la entrada, viendo en la dirección en la que se había ido, pensando si estaba bien ir tras él.

— Lo lamento —giré lentamente para encontrarme con el rostro de Jane, metido en ese cuello ortopédico que lo hacía ver tan extraño.

— ¿Qué cosa?

— Lamento si te preocupé —junté mis cejas con confusión, ni siquiera me había pedido disculpas por desaparecer por meses—, cuando llegaste... Lo vi en tus ojos... Todavía te importo.

♠SR.JANE♠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora