♠️DEBILIDAD2♠️

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Se abrió la puerta, era un oficial de policía.

—¡Aquí están! —le oí gritar.

Agache la mirada y me incorporé alejándome de Jane, este no parecía nada incómodo, a diferencia de mi que no podía sostener la mirada.

—¿Qué fue lo que pasó? —Lisbon nos interrogaba en su camioneta camino a casa, el auto de Jane lo llevaba una grúa.

—Nos quedamos sin combustible... —hablé por lo bajo.

—¿Y como terminaron en esa cabaña?

—No teníamos señal, pensamos que era una casa así que caminamos, llegando a la cabaña nos sorprendió la lluvia y pues entramos para refugiarnos hasta que la lluvia cesará.

—Pensamos que algo había pasado cuando no contestaron los teléfonos, llamamos al Sr. Héctor, pero dijo que ustedes habían salido desde hacía 3 horas.

—Estamos bien Lisbon... No hay que armar un drama —la mirada de Jane estaba perdida en cualquier parto fuera de la camioneta.

—Tienes razón, ya pasó todo... —golpeó el volante con los dedos y se hizo un silencio, mi teléfono se encargo de romperlo.

Mire la pantalla "KANE" decía, pero por alguna extraña razón al ver su nombre me sentía sucia, como si algo malo hubiera hecho... No quería contestar, apague la pantalla para que dejara de sonar y me recosté en la ventana, error, volvió a llamar, pero apague de nuevo, aún así era insistente y volvió marcar.

—Deberías contestar...

—Sí... —mire el teléfono, di un suspiró y decidí contestar— hola...

¿Estas bien? ¿Por qué no contestabas?

—Estoy bien... Voy camino a Sacramento.

Camino a Sacramento, ¿dónde demonios estabas?, te dije que nos veríamos esta noche.

—Tenía trabajo —fui más agresiva de lo que quería.

Trabajo... Claro, estas con Jane ¿verdad?

—No tengo que darte explicaciones de a dónde o voy o con quien, sabes exactamente que tengo trabajo y tu no eres mi prioridad, cuando seas más sensato hablaremos, hasta pronto.

Mi "discusión" generó un ambiente incómodo dentro del auto.

—¿Está todo bien? —Lisbon me miró por el retrovisor.

—Sí, emm, debe estar ebrio, por favor, no me dejen sola.

—Te acompañaré hasta tu casa... —Jane seguía con la mirada perdida.

No sabía si era buena idea, pero no hiba a replicar. Lisbon tenía que ir al BIC, así que nos dejó a unas calles de mi casa.

—Gracias Jane —dije mirando mis pies al llegar a la puerta.

—No hay de que... Me gusta caminar, oxigena el cerebro —sonrió.

—Y ahora, ¿cómo irá a su casa?

—Tal vez tome un taxi.

—¿Tal vez? ¿Quiere que le dé dinero?

—No, ni más faltaba... —nuestras miradas se mantuvieron un buen rato.

—¿Quiere pasar? —me arriesgué— tengo té... Y mantas...

Preparé té y se lo di, me excuse por no tener el tipo de té que a él le gustaba más, pero el dijo que no importaba, el describió al té como un abrazo, su sabor definía la fuerza de este, para mí era más bien un beso... Argumentamos estupideces, pero fue un buen rato, después de todo él podía ser una persona agradable.

—Yo me sentiría muy culpable dejándole aquí en la sala... ¿Por qué no duerme en la cama?

—¿Con usted? —¡demonios, demonios! , no era eso a lo que me refería, la cara se me llenó de sangre en cuestión de segundos.

—No, yo me refería a sederle mi cama y yo dormir en el sillón —traté de sonreír.

—Lo sé, era una broma... Solo que... —divago— los sillones son más lo mío.

—Como usted prefiera.

—Ya debería haber suficiente confianza para que deje de hablarme con formalismo.

—Claro... —di media vuelta y fui a mi habitación a buscar una manta para Jane.

Me senté en la cama, estaba confundida, ¿qué pasó con lo que sentía por Kane?, será que ahora... No, Jane solo es un compañero de trabajo, un potencial amigo, solo eso; respiré profundo y me levanté de la cama con la manta en las manos.

—¿Todo bien? —se asomó a la puerta de la habitación.

—Sí... Todo está... Todo está bien, estupendo; saqué una manta gruesa porque suele hacer frío en las noches y no queremos que se enferme ¿verdad?

—¿Quieres hablar de algo en particular? —su tono se edulzo mientras se acercaba.

—No, Jane, todo está bien, solo estoy cansada...

—¿Esta segura? —me halo y se sentó junto a mi en la cama, sus ojos lucían brillantes y llamativos, me atravesaban como de costumbre.

—Jane, por favor no me mire así...

—¿La incómodo?, lo lamento, no es mi intención...

—No es culpa es solo... —¿debía decirle que su mirada representaba debilidad para mí?, no era adecuado, de todas formas él parecía saberlo y posó sus labios en los míos, con inmensa ternura y delicadeza, lo estaba disfrutando he de admitirlo... Hasta que posó su mano sobre la mía y sentí el anillo de bodas— Creo que es hora de dormir...

—Sí, mañana hay trabajo.

Extendí la manta para que la recibiera y espere que saliera del cuarto para cambiarme, me puse un vestido ancho, no tan largo, pero tampoco tan corto, me acosté, pero no podía conciliar el sueño, sentí un cosquilleo en los labios, quice opacar el recuerdo, y finalmente pensé en Kane... Mi cabeza era todo un desorden.

♠SR.JANE♠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora