♠SR.JANE♠

♠️FAVOR POLICIAL PARTE 2♠️

—Hola jefe...

—Beckett, no esperaba que llamaras tan pronto.

—Quería darle un pequeño informe...fui a buscar a kane, no lo encontré, pero pude hablar con su hermano, él se comprometió a llamar si su hermano volvió a comunicarse.

—El hermano, vaya, no esperaba que se involucrara en esto... —oí algunas voces conocidas de fondo, mis antiguos compañeros— te agradezco el informe, pero debo dejarte...

—Entiendo jefe, que tenga buena tarde.

Colge el telefono y deje que mi cuerpo descansara comodamente, odio no conseguir avances en un caso (el jefe me había mandado el expediente del caso, solo un caso de bandas), "tal vez debería indagar más" , recupere la postura y divague un poco en mi puesto...fuí a pedirle a los encargados de las bandas que me dieran información de la banda a la que pertenecía el Sr.Kane, me lleve un gran sorpresa al enterarme que el hermano estuvo involucrado con la misma banda hace 6 años "creo que tendremos una charla", pense en voz alta.

—¿A dónde vas? —Teresa me detuvo en el pasillo.

—Voy a seguir una pista.

—¿Podrías hacerlo mañana?, tengo papeleo para ti —me quede anonadada— está sobre tu escritorio y lo necesito urgente.

Solo se marchó a su oficina, yo lo pensé un poco, estaba molesta, regrese a mi escritorio y encontré una caja, era lo que Lisbon necesitaba, suspiré y fui a la cocina, sería un día largo, preparé té y me senté a empezar con el "trabajo"

—Solo te esta probando... —Van pelt me habló desde su escritorio.

—Claro... —intenté sonreír amablemente.

Termine tarde en la noche, en el día me tome tal vez 20 tazas de té, me mantenía despierta, y me quitaba el mal humor (aunque fuera solo por un rato); me levanté de mi escritorio y puse los archivos dentro de la caja, la levanté con desgano y me diriji a la oficina de Lisbon.

—Jefa ya... —no había nadie— perfecto... —deje la caja sobre el escritorio y salí del BIC llena de mucha rabia.

Me lance en la cama, pero me dolía la cabeza, el mal humor siempre me afectaba, entonces volví a levantarme y me dirigí a la cocina y abrí la alacena... No había té "estoy segura de que había algo de té" gire y vi la tetera sobre la estufa, la toque, y le arrepentí, estaba caliente, pero yo acababa de llegar, corrí a la sala y tome mi arma que había dejado sobre la mesa de centro y empecé a revisar la casa, pero no había ni un alma, me senté sobre la cama que fue el último lugar que revise y tire el arma sobre la misma "¿qué está pasando?, refunfuñe; entre en el baño, y me lleve una sorpresa al alzar la mirada una carta sonriente... Una nota.

" Moría de curiosidad por ver su casa... Sabía que no me invitaría así que me tomé el atrevimiento de echar un vistazo cuando usted no estaba, me disculpa haber gastado su té, y no se preocupe... Lo del espejo solo es labial

-R. J. "

Ya no lo pude soportar, me deje caer en el suelo, me iba a volver loca, era difícil ignorar el hecho de que Red John tratara de comunicarse conmigo, lo estaba haciendo, soy un juego para él, probablemente se canse y me asesine... Pero no tiene importancia, no le temo a la muerte, no tengo nada que perder.

El teléfono sonó, jamás me cambie, dormí con la ropa del día anterior, y estaba en una mala posición, me dolía el cuello.

—Hola... –acaricie mi cuello mientras adoptaba una posición más cómoda.

—Sta. Beckett... No quería despertarla, eso solo que llame al BIC y me dijeron que no estaba.

—No hay problema... Ya... —mire la hora 6:49— ya estaba despierta... Pero, ¿con quien hablo?

—Soy Micael Kane... Hablamos ayer

—Oh, claro...

—Dijo que le llamara si mi hermano se comunicaba...

—¿Lo hizo?

—La veo en la cafetería del hotel "Imperios" —colgó.

Apenas asimilaba la información, entre al baño y mi enjuague la cara, al levantar la mirada me encontré con la cara sonriente, tomé la toalla y me sequé la cara... Limpie esa horrible imagen.

—Sr. Kane—lo vi muy elegante sentado en una mesa en el centro de la cafetería.

—Uy, por fin llega... —sacó la silla— por favor —me invitó a sentarme.

—Y dígame...

—¿Qué cosa?

—Usted me llamó por su hermano —sonreí divertida.

—Oh, cierto... Él no llamó.

—¿Qué?

—Era una excusa para sacarla del trabajo... —puso la servilleta en sus piernas.

—Esto es ridículo... —me levanté.

—Siéntese por favor, no me diga que esta molesta, porque no le creería apuesto a que daría lo que fuera por escapar de aquí y volver a Atlanta.

—Me estudió... —volví a sentarme— ¿cómo lo hizo?

—Tengo contactos... —sonrió.

—Pero... ¿No le preocupa su hermano?

—No, estoy acostumbrado a esto... Se mete en problemas, desaparece, la policía se olvida de él y la vida sigue hasta que allá otro problema...

—Bien, y ¿Por qué no mencionó que usted perteneció a la misma banda hace unos años?

—También me estudió —freno y sonrió de una forma encantadora.

—Es mi trabajo —no dejaba de sonreír.

—¿Té? —no pude evitar sonreír.