05 | Sí quiero

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El décimo cumpleaños de los dos huérfanos llegó en diciembre para Tom y en enero para Eloise, y para julio ambos estaban disfrutando el caluroso clima en una excursión en la playa.

Era costumbre que en cada ocasión donde estuvieran fuera del orfanato, Tom y Eloise se alejaban del grupo y emprendían sus propias aventuras. Nadie les reprendía por ello, porque en realidad todos preferían tener a Tom alejado. Mejor para ellos, claro estaba.

Eloise iba brincando sobre las rocas en el sendero, cantando en voz alta una estúpida cancioncilla que sacó de la clase de música. Tom se dedicó a seguirla en silencio, atrapándola cuando ella resbalaba.

—Tomy —lo llamó de repente.

—¿Qué?

—¿De dónde sacaron tu segundo nombre? -Se bajó de las rocas para andar a su lado. Sus trenzas rebotaban con cada saltito—. Sorvolo...

—La directora dijo que mi madre pidió que me nombraran así.

Evitó preguntarle por su madre. Sabía que había muerto una hora después de dar a luz, no más. A decir verdad, ni siquiera el propio Tom sabía más.

—¿Y te gusta?

Tom se encogió de hombros.

—Me da igual.

La chica le dio un pequeño empujoncito, pero su sonrisa no duró mucho.

—Al menos tienes dos nombres, y un apellido. Yo soy solo Eloise.

La cara de Tom cambió, pero Eloise no le dio importancia ya que no le contestó. Siguieron caminando en silencio hasta que Eloise se desvió hacia una colina empedrada. La curiosidad siempre había sido su principal característica y esta vez no fue la excepción cuando siguió de largo a una cueva que había en lo alto de un risco.

Tom la persiguió gritándole que se alejara del borde, pero la risita traviesa de Eloise fue todo lo que consiguió antes de que la chica se adentrara a la cueva. Él la encontró de pie en medio de la inmensa oscuridad, observando las paredes rocosas.

—Me gusta aquí —dijo cuando sintió a Tom detrás de ella—. Es grande, con vistas al mar... y mi voz hace eco, escucha. —Puso sus manos alrededor de su boca—. ¡Eloise!

Su nombre sonó repetidas veces y ella asintió, orgullosa. Sin embargo, cuando encaró a Tom, él estaba mirándola a ella.

—¿Qué pasa?

Tom desvió la vista.

—Puedo compartirte mi apellido.

Eloise rodó los ojos y pateó una piedra. A lo lejos, sonó como si hubiese caído dentro de agua.

—¿Y cómo planeas hacer eso? Tenemos la misma edad; no puedes adoptarme ni hacerme tu hermana, tonto.

—No me refiero a que seas mi hermana, tonta tú —Tom tiró de una de sus trenzas, causando que Eloise lo intentara patear, pero él la esquivaba cada vez que estaba cerca.

—¿Entonces? —Se rindió de su tarea y le prestó atención a su improvisado plan.

Tom fingió pensarlo, pero Eloise sabía que lo que cruzaba por su mente estaba decidido para él. Era algo que, absolutamente, Tom haría que sucediese.

—Te casarás conmigo.

No era una pregunta, ni una petición. Eloise se quedó estática, con la boca abierta en una O.

—¿Qué dices?

—Piénsalo, Eloi —dijo él, y sonaba tan convencido que podría haberlo llevado a cabo ahí mismo si fuera posible—. ¿Qué planeas hacer cuando salgas del orfanato?

Forever | Tom Ryddle [HP 0.5] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora