Ayúdame A Enamorarla [Bradley Steven Perry Y Tú] [Completa]

Extra 1: El día después.

Extra 1: El día después.

_____ P.O.V.
Seis meses antes.

Esa noche, después de confesar sus sentimientos, Bradley se quedó observándome, yo estaba completamente sin palabras.

Era todo lo que había esperado, pero por supuesto que no así, no de esta forma.

Al ver que seguía sin decir nada, se fue—Y no tenía idea de a donde, estábamos en su casa—a juzgar por su expresión molesto y decepcionado. Quizás pensó que todo lo que había dicho fue un error y debió quedarse callado, quizás pensó que yo seguía sintiendo lo mismo por Jake que hace tres años.

Y por supuesto que no era así. Pero, por si no lo notan, ambos acabamos de terminar una relación—Aunque la mía no fue una ruptura directa, no es como si fuese a seguir con Jake luego de verle besándose con Violet—. Y que de repente confesaramos nuestros sentimientos, besaramos y convirtiésemos en pareja, no era lo más conveniente.

Formábamos parte de la farándula, y eso daría demasiados rumores. Cosas que son preferibles evitar.

Eso, además de la regañina que nos ganaríamos por parte de nuestros padres—Los mios apenas se acostumbraban al hecho de Jake como mi novio—, y los productores. Sobre todo de estos últimos, no hay que olvidar que somos parte de una cadena televisiva exclusiva para niños y adolescentes, y estaríamos dando un muy, muy mal ejemplo.

Demasiados factores, demasiadas cosas en las que pensar, por lo cual lo mejor es dejarlo de lado por el momento. En ese momento el dolor de cabeza no colaboraba en absolutamente nada.

Me percaté de que aún seguía en el jardín de la casa de Bradley, así que tomé mi teléfono y le marqué a Noah. A pesar de que le había prometido que entraría a bailar con él luego de hablar con Bradley, no me apetecía.

Además de que allá adentro seguían Jake y Violet, y, como mencioné anteriormente, tenía dolor de cabeza y no quería hablar del tema por el momento.

Sería algo que ya solucionaría luego. 

Luego de que casi cayera la contestadora, el castaño contestó—¿Qué pasa, ______?

—Noah, mejor iré a casa ¿No te molesta, cierto?

—Eh, no, para nada. Pasaré mañana por tu casa ¿Vale?

—Está bien. Adiós, Noah.

—Adiós.

Colgué la llamada y me encamine a casa, que para mi suerte, no estaba para nada lejos, pues los tacones me mataban.

Al abrir, me encontré a mi madre, quien veía una película de terror con palomitas en su regazo, y al escuchar la puerta, dio un brinco en su lugar.

Puso una mano en su pecho, algo agitada por el susto—_____,eres tú—. Suspiró aliviada y revisó su teléfono—. Son las doce y media, aún es temprano ¿Has olvidado alguna cosa? ¿Algo pasó?—Preguntó preocupada y se levantó de su lugar para llegar hasta mi, no sin antes pausar su película.

—He decidido venirme, no pasa nada—Traté de tranquilizar, con una sonrisa y avancé hasta las escaleras para subir a mi habitación, para así evitar más preguntas.

Me miró confundida—¿Y Jake? Pensé que te acompañaría aquí al terminar la fiesta.

Me giré para verla—Eh, no. Hemos terminado, mamá.