Capítulo 30: Otra disculpa.

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—Me gusta Bradley.

—¡Lo sabía!— Exclamó señalandome— Lo sabía, lo sabia, lo sabia— Estaba saltando en la cama— Se gustan y se van a casar—Comenzó a canturrear y continuó saltando— Se gustan y se van a casaaar.

—Violet, ya basta— Reí y ella dejo de saltar.

—¡Es que lo sabía! Yo te dije, van a terminar casados y con 15 hijos.

—¿Tu me ves cara de coneja?

—A ti no, pero se ve que Bradley querrá muchos hijos— Me miró pícara.

Me sonroje y tome un cojín de la cama y comencé a golpearla.

—¡Ya! No me sigas golpeando— Mi amiga estaba muerta de la risa, y yo también.

—Idiota— Dije dándole un ultimo golpe.

—Pero así me amas—Me lanzó un beso.

—No puedo negarlo— Me limpie una lágrima provocada por la risa.

—Como tu amor por Bradleyyy— Volvió a canturrear— Se gustan y se van a casar, se gustan y se van a casaaar.

Violet siguió cantando y saltando en mi cama y yo la miraba divertida, hasta que mi mamá llegó interrumpiendo su canto— ¿Que es todo este alboroto?— Rió —Hola, Violet, no sabía que estabas aquí.

—Hola— Saludó mi amiga— Llegué hace rato.

—Que raro, no escuché el timbre.
—Nadie dijo que yo hubiera llegado por la puerta.

—Violet...— Dijo mi madre en tono de reproche— ¿Que te hemos dicho de entrar por la ventana?

—Que no es de personas normales y es peligroso—Respondió ella con fastidio— ¡Pero es que me da flojera bajar para luego volver a subir! Es una forma más rápida de llegar al cuarto de _____.

Mi madre rodó los ojos— Eres un caso perdido, Violet. En fin, _____, Bradley esta allá abajo, quiere hablar contigo.

Violet y yo nos miramos, y ella se levantó de un salto de la cama—Acabo de recordar que... Que tengo tarea por hacer. Si, tarea. Debo irme, adiós.

—Pero acabas de llegar, además estamos de vacaciones— Le dije confundida.

—Tarea, tengo mucha tarea— Siguió caminando al balcón—. Adiós, casi mami. Adiós, _____. Nos vemos luego.

—No, Violet. No salgas por la ventana— Mi madre corrió tras ella pero cuando llegó, mi castaña amiga ya estaba en su balcón.

Ella se encogió de hombros— Ya estoy aquí, adiós.

Acto seguido cerró la puerta y corrió la cortina.

—Tu amiga es rara— Mi madre volteó a verme.

Fue mi turno de encogerme de hombros— Estoy acostumbrada.

—Bueno, vamos. Bradley espera allá abajo.

—¿No puedes decirle que estoy dormida?

En ese momento, Bradley entro por mi puerta— No puede decirme porque es obvio que no lo estás.

—¡Mamá! Dijiste que estaba abajo— Me crucé de brazos.

—Ya sabes como es Bradley. Bueno, los dejo, debo seguir viendo Bones, adiós—Dicho esto salió cerrando la puerta a sus espaldas.

—Hola— Saludo Bradley.

Me senté en mi cama— Hola, Bradley ¿Que haces aquí?

—Traje pizza— Meneó la caja que tenía en sus manos, yo rodé los ojos—¿Estas molesta?— Se sentó a mi lado.

—¿Crees que debería estarlo?

Se quedó pensativo y respondió luego de un rato— Si...

—Ahí tienes tu respuesta.

Abrió la caja de pizza, y esta tenia escrita en la parte de arriba "Lo siento mucho, _____."

Lo miré con una ceja enarcada—
¿Es en serio?

—Muy en serio.

—Necesitaras mas que una pizza para disculparte.

—También traje refresco— mostró una bolsa con dos latas en ella— Y papas fritas, gomitas y chocolate. Ah claro, y helado— Me mostró otra.

—¿Por qué siempre te disculpas con comida?

—Dicen que para llegar al corazón de alguien, debes comenzar por el estómago— Sonrió.

—Barriga llena, corazón contento —Sonreí al recordar la frase que siempre dice mi papá.

—¿Entonces me perdonas?

—Solo porque no quiero dejar perder todas esas cosas— Sonreí.

—Lo sabía, nadie se resiste a mis encantos.

Le di un golpe en el hombro— Querrás decir que nadie se resiste a los encantos de una pizza, refrescos, chocolate, papas fritas y por supuesto, de gomitas.
—Algo así ¿Que te parece si vemos una película mientras nos tragamos todo esto?— Propuso.

—No tienes ni porqué preguntar.
—¿La de siempre?— Dijo una vez estaba frente al Bluray en mi cuarto buscando las películas.

—La de siempre— Sonreí.

Bradley sacó de entre las demás, la película de La Cenicienta. Si, estoy hablando de la versión animada. Es nuestra favorita ¿Que les puedo decir?

Una vez la puso, apagó la luz y me lanzó el control, el cual ataje en el aire—Aunque por poco se me caía—. Y se acostó a mi lado. Ambos nos arropamos con mi cobija—Pues estaba haciendo un frío del demonio gracias al aire acondicionado—. Con la pizza y demás en nuestras piernas.

Entre risas y llanto— Por parte de Bradley, se pone a llorar de nada—. Pasamos la película.

Cuando ya nos habíamos comido todo, y a la segunda película— Ya que decidimos ver las tres—. Le faltaba como media hora para terminar, recoste mi cabeza en el hombro de Bradley y él poso la suya sobre esta. Luego de un rato, me quedé dormida, y creo que el también lo hizo.

Estos momentos con Bradley eran los que extrañaba. Esta había sido la mejor disculpa en todas las vacaciones.

Ayúdame A Enamorarla [Bradley Steven Perry Y Tú] [Completa] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora