Con Jake, caminamos un poco hasta llegar a la parada más cercana. Una vez allí, el pidió un taxi y le dio al señor una dirección que no reconocí, este sólo asintió y puso el auto en movimiento.
Me giré y miré a Jake—¿A donde vamos?
El sonrió—Es una sorpresa.
—Oh, vamos ¿No puedes decirme?
—No.
—¿Me quedaré con la duda todo el camino?
—Si.
Me crucé de brazos—Eres malvado.
—Pues gracias.
El resto del viaje permanecimos callados, yo iba mirando por la ventana. Una vez habíamos salido de la ciudad, la duda me carcomia más ¿A donde iríamos si no era el cine o a comer?
Nos acercábamos a la playa. Pero dudo mucho que vayamos allá. De ser así, Jake hubiese traído la tabla y usaría ropa de playa. En cambio utilizaba una camisa a cuadros rojas recogida hasta los codos, un jean y unas converse negras.
Todas mis preguntas fueron respondidas cuando el auto se estacionó frente a un parque de diversiones ubicado en un muelle. Jake pagó el taxi—No dejó que lo hiciéramos ambos, como siempre—. Y bajamos del auto.
El lugar era sorprendente, desde donde estaba se notaba la gran rueda de la fortuna y la montaña rusa.
—¿Y qué te parece?—Preguntó con una sonrisa, mientras metía las manos en sus bolsillos.
—Fantástico ¿Cómo se te ocurrió?
—Me di cuenta que en todas las vacaciones no habias hablado de ir al parque de diversiones, por lo que me pareció una buena idea—Se encogió de hombros.
Y en realidad, por mi mente no habia pasado ni una sola vez el venir, simplemente había olvidado la existencia del parque. Y eso que venimos cada año.
—¿Qué esperamos? Entremos.
Llegamos a la boleteria y compramos un brazalete cada uno, este nos permitía montar en todos las atracciones que habían.
—¿Y a dónde quieres ir primero, _____?
—No tengo ni idea ¿A los carritos chocones?
—Vamos allá.
Así pasamos toda la tarde, de juego en juego, y comiendo palomitas, helados, Hot dogs, y una que otra bebida.
Cuando ya solo nos quedaba la montaña rusa—Habíamos dejado lo mejor para el final—. Tuvimos que hacer una gran fila. Mientras esperábamos, Jake había comprado también algodón de azúcar y lo estábamos comiendo.
Veinte minutos después que parecieron eternos, nuestro turno llegó. Montamos y los encargados nos aseguraron a nuestro asiento. Lo accionaron y lentamente los vagones iban en subida, cuando hubo llegado a la cima, comenzó la diversión.
Claro, eso fue lo que pensé antes de que el estomago se me revolviera, no debí de comer tanto. Miré a Jake a mi lado y puedo apostar a que pensaba lo mismo por su expresión.
Finalmente, luego de lo tres vueltas que parecía nunca acabarían, pudimos bajar. Nos sentamos en el banco más cercano mientras se nos pasaban las náuseas.
No comeré y me montare luego en una montaña rusa más nunca. Es horrible.
—Yo creo que ya se me han pasado las ganas de vomitar—Habló Jake luego de cinco minutos—Creo que ya debemos volver a casa—Miró su reloj—Son las nueve.
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Ayúdame A Enamorarla [Bradley Steven Perry Y Tú] [Completa]
Fiksi PenggemarBradley y yo hemos sido mejores amigos desde que tengo memoria. Como toda amistad, la nuestra se basa en risas, peleas y ayudarnos mutuamente. Pero crean en mí cuando digo que Bradley ha comenzado a abusar del término ayudar cuando me propuso ayud...