Ayúdame A Enamorarla [Bradley Steven Perry Y Tú] [Completa]

Capítulo 14: ¿Cuando te he mentido?

—Hoy hablaremos de ti.

— ¿De mi?

—Sí, de ti.

—Okay—Dije sorprendida, ya que esto es raro. Mi mejor amiga no queriendo hablar sobre ella misma, si no, de mi—. ¿Y qué quieres hablar de mí específicamente?

Tomo aire como reuniendo fuerzas para lo que iba a decirme— Esto es muy serio, ______. Y te ruego, me respondas con toda la sinceridad.

—Sigo siendo virgen, si es lo que me vas a preguntar— Dije burlona—Y más virgen que el aceite extra virgen de oliva—Pensé.

— ¿Qué? No, eso lo sé. Si yo quedo soltera y con 50 gatos, tú quedas con 100.

Auch, eso dolió. Pero es cierto.

—Al punto, Violet. Si no es eso de lo que quieres hablar ¿Entonces qué?

— ¿Me responderás con toda la sinceridad del mundo?

— ¿Cuándo te he mentido?

—Pues recuerdo aquella vez que...

—Actualmente—La interrumpí.

—Nunca.

—Entonces para que me haces esa pregunta, se supone que somos amigas y no debemos ocultarnos nada.

Suspiro—Tienes razón.

— ¿Y entonces, cual es la gran pregunta que debo responder con toda la sinceridad del mundo?—Repetí sus palabras en burla.

— ¿Te gusta Bradley?—Soltó de golpe.

— ¿Qué?

—Dije ¿Te gusta Bradley?—Repitió con fastidio lo que había dicho antes.

—Te escuche a la primera, Violet. ¡Y sabes la respuesta, por amor a Dios!

—La sabía, _____. La sabía.

— ¿Cómo que "la sabías"?—Exclamé enfadada, haciendo comillas en lo que ella había dicho.

—Pues veras—Comenzó a dar vueltas en la habitación mientras miraba sus manos, signo de que estaba nerviosa—Últimamente te he visto, puede decirse como ¿Celosa?—Era más una pregunta que una afirmación— Si, celosa, con respecto a todo el tema de que Bradley ahora se la pasa más con Sabrina que contigo y...

La interrumpí— ¡No estoy celosa!

— ¡Me dejas hablar, estoy en medio de un discurso importante!—Me regañó—Si se me olvida lo que voy a decir es tu culpa.

—Está bien, está bien. Me callo—Dije alzando mis manos en señal de paz— Amargada—murmuré alto.

—Escuché eso.

—Era mi intención.

— ¡Que te calles, dije!—Me volvió a regañar—En que estaba—Dijo pensativa—Ah ya. Te veo celosa por el hecho de que Bradley te ha reemplazado con Sabrina estos últimos días, y lo que vi cuando salí de la cocina, pues, da que pensar.

— ¿Y exactamente qué fue lo que viste?

—Que estaban a punto de besarse.

— ¡Claro que no!—Exclamé nuevamente— Estas viendo cosas donde no las hay, Violet.

— ¿Sabes qué? No te creo nada.

— Pero ¿Por qué?

—No sé, simplemente no me puedo tragar ese cuento de "No me gusta"

—Violet, te estoy diciendo la verdad.

—No, está bien, no importa. Entiendo que no quieras hablar sobre eso.

— ¿Hablar sobre qué? En verdad que no te entiendo.

—Olvídalo, ____. Creo que mejor dormimos.

Acto seguido, tomo su funda para dormir color fucsia y la extendió en el suelo, para luego apagar las luces y acostarse.

—Buenas noches, Violet.

—Buenas noches.

[...]

Esa noche no pude dormir bien, pase toda la noche pensando en lo que me había dicho Violet, ¿En realidad estaba celosa? Digo, es normal que me moleste porque mi mejor amigo dejo de estar siempre conmigo para ir con la chica que le gusta ¿No es así? Y sobre lo de que nos íbamos a besar, no es cierto, solo había caído sobre mí y nos quedamos viendo por un largo rato, no pasa nada. No por eso debe gustarme Bradley.

Todo es completamente normal.

O al menos eso espero, porque: a) Bradley no puede gustarme, ya que es mi mejor amigo; b) A él le gusta Sabrina, no yo; y c) No nos gustamos, solo somos amigos.

A la mañana, Violet se levantó más animada y al parecer ya se le había pasado el enojo. Se disculpo y dijo que ignorara todo lo que había dicho, que solo eran cosas que imaginaba como siempre.

Fuimos a la cocina, y desayunamos unos sándwiches que había dejado preparados mamá y mientras comíamos, el timbre sonó.

—Eg timbe egta gonango—Dijo Violet con la boca llena.

—No me dices y no me doy cuenta—Le respondí sarcástica.

Ella trago rápido para hablar—Pues ve a abrir, parece que dañaran el timbre.

—Que flojera, ve tú—Di un mordisco a mi Sándwich.

—Es tu casa, tú abres.

—También es como tu casa, eres casi mi hermana.

—Yo no pienso ir.

Mientras nosotras discutíamos el timbre no dejaba de sonar, así que tuve una idea para terminar esto rápido.

—Está bien; piedra, papel o tijera para ver quién va a abrir.

—Okay—Sonrió ella.

Hicimos el juego y adivinen quien tuvo que ir a abrir la puerta.

Sí, yo. Fui traicionada por el mismo juego que propuse, siempre me pasa. No volveré a hacerlo.

Violet venia tras de mí—No entiendo para que tanto drama, si al final vendrías conmigo.

—Es que no me quería quedar sola en la cocina, da miedo—Tembló.

—Pendeja—Reí— ¡Ya va, espere, quienquiera que sea! ¿Piensa dañar el timbre?—Grite a la puerta mientras llegaba.

Al abrir, Bradley esperaba afuera.

—Necesito tu ayuda.

Suspire frustrada—Hola, Bradley. Sí, estoy muy bien, gracias—Dije sarcástica— ¿Qué quieres ahora?

—Necesito que me ayudes a pedirle una cita a Sabrina.