La testaruda y orgullosa hija menor, de remus Lupín, lexie. Se enfrentará a su quinto año escolar, después la muerte de su novio y su problema con las drogas. Promete no volver a sentir amor hacia nadie más... Pero llegan dos personas que cambiarán...
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Sentía un dolor punzante en mi cabeza y para rematar el sol me estaba dando en toda la cara. Me levante con una mueca, Dios, me estoy asando del calor, —claro, tengo una chaqueta puesta, ¿de donde demonios salió esta chaqueta?. No recuerdo haber dormido con una y ni mía es. Huele a... colonia de hombre, café y... libros... siento que ya he olido esto antes.
Hers se empezó a levantar lentamente —Buenos días—Murmuró.
—Deberíamos despertar a las chicas...—Le dije, señalándolas con la cabeza —Astoria dormía con la almohada en la cara y ginny con su cabello vuelto un desastre y babeando mi almohada.
Hers las despertó, mientras yo me cepillaba los dientes y arreglaba mi cabello.
Bajamos todas juntas a la sala de estar y nos sentamos en los sillones. En el comedor había una nota;
Hoy tuve que ir al ministerio, regresare en la noche. Tu padre está en la casa de sirius con la orden. Prepárense su desayuno, una lechuza les llevará el almuerzo.
Los amo...
Connie.
—Como cosa rara—Murmuré.
Me Dirigí a la cocina para lavar los trastes sucios, había un vaso con agua allí, mínimo es de mamá.
Escuche unas voces por la escaleras.
—Entonces, ¿pueden seguir siendo amigos pero sin enamorarse?—Reconocí esa voz, es de draco.
—Exactamente, aunque sería mejor que ni amigos fueran—Le dijo teddy.
—Eso es inevitable—Dijo blaise—Tienen el mismo grupo de amigos, se verán todos los días.
Los tres se callaron al verme ahí en la cocina.
—¡Mi Lupin favorita!—Chillo blaise, corriendo a abrazarme.
Le correspondí el abrazo y lo mire con una sonrisa —Pero si que te pego la pubertad, zaza.
—Lo se—Me dijo con una sonrisa coqueta—¡Y a ti te pego mucho más!
Bueno, en eso tenía razón, mi cuerpo había cambiado. Mis pechos habían crecido y mi trasero también —lo cual era súper molesto por que mi antigua ropa ya no me quedaba— con el peso no tuve mucho problema, siempre he sido de contextura delgada. Mi cintura siempre ha sido pequeña pero ahora lo era un poco más y mis caderas se acentuaban más. Mis ojos verdes como siempre y mi cabello ahora me llegaba a los hombros y era rubio —antes mi cabello era castaño y largo.
—¡Y ahora eres rubia!—Chillo blaise, con una sonrisa.
—Siempre supe que querías ser igual que yo—Dijo draco, con una sonrisa divertida—Que bueno verte, lex, y verte mejor—Me dio un pequeño abrazo.
—¿Y papá y mamá enana?—Me pregunto teddy, comiendo unos nachos que no se de donde lo sacó.
—No me llames enana—Le dije, con los ojos entrecerrados—Mamá le tocó ir al ministerio y... papá está visitando a sirius.
