La testaruda y orgullosa hija menor, de remus Lupín, lexie. Se enfrentará a su quinto año escolar, después la muerte de su novio y su problema con las drogas. Promete no volver a sentir amor hacia nadie más... Pero llegan dos personas que cambiarán...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— ¡Me está volviendo loca! — Chillo Ginny, sentándose a mi lado.
Estábamos en la habitación que era de los gemelos. Ahí se estaba quedando Harry. Ellos ya se habían ido a vivir en un piso por el callejón diagon —fred me había dejado algunas bolsitas— así que solo venían a la madriguera de visita. Antes de que Ginny interrumpiera, Harry nos contaba sobre el nuevo profesor Horace Slughom.
— ¿Que hizo ahora? — Inquirio herms, mirándola comprensiva.
— Es que me habla de una manera... ¡Como si yo tuviera tres años!
Solté una carcajada. Esa mini guerrita que tenían con ella era muy chistosa.
— ¿Por que te ríes? — Me pregunto Harry en voz baja, solo podía oírlo ron y yo —, No es correcto que Ginny hable así de su madre.
— Si — Asintió ron en voz baja.
Y el idiota de potter y ron pensaban que ellas estaban hablando de la señora weasley. Volví a reírme, mientras negaba con la cabeza.
— Ya lo sé — Herms consoló a Ginny —, Es muy creída.
— ¿No pueden dejarla en paz ni cinco minutos? — Ron estaba furioso. Yo me iba a terminar orinando si me seguía riendo.
— Eso, defiéndela — Le espetó ginny —, Ya sabemos que tú nunca te cansas de ella.
Harry las miró como si les hubiera salido una tercera cabeza.
— ¿De quien están...?
Pero la respuesta llegó antes de terminara la pregunta: la puerta del dormitorio se abrió otra vez y el idiota de Harry pensando que era la señora weasley la que había entrado, tiro de las sábanas y se tapó hasta la barbilla. Con tanta fuerza que hersm y ginny resbalaron de la cama y cayeron al suelo.
— ¡Eso les pasa por hablar de las personas a sus espaldas! — Les dije entre risas, mientras las miraba tiradas en el piso.
En el umbral de la puerta estaba Fleur Delacour, esa mujer tenía una belleza impresionante. Era alta y esbelta, tenía una larga cabellera rubia e irradiaba un débil resplandor plateado. Para completar esta cómica escena, traía una bandeja de desayuna llena a rebosar. No entiendo porque a herms, Ginny y a la señora weasley les caía mal, a mi me parecía bastante simpática.
— ¡Hagy! — Exclamó ella con voz gutural —, ¡Cuanto tiempo sin vegte!
Entró majestuosamente y se dirigió hacia Harry; detrás de ella apareció la señora weasley con cara de pocos amigos. Me reí aun más al ver la cara de desagrado de la señora weasley.
— ¡No hacía falta que subieras la bandeja, estaba apunto de hacerlo yo! — La señora weasley estaba molesta.
— No hay ningún pgoblema — Replicó fleur y dejó la bandeja sobre la rodillas de Harry. Y le planto un beso en cada mejilla, él se puso del color del cabello de los weasley y ella le habló —, Tenía muchas ganas de veglo. ¿Te acuegdas de mi hegmana gabgielle? Solo sabe hablag de hagy potteg. Se alegaga mucho de volveg a vegte.
