La testaruda y orgullosa hija menor, de remus Lupín, lexie. Se enfrentará a su quinto año escolar, después la muerte de su novio y su problema con las drogas. Promete no volver a sentir amor hacia nadie más... Pero llegan dos personas que cambiarán...
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—Mi bebeshitoooooo—Chillo blaise, mientras le besaba la mejilla a mi hámster—, ¿Quien esch un bebeshito muy dindo?, ¿Quien?
Suspire, irritada.
Blaise llevaba hablándole así a mi hámster ya hace una media hora. Sigifredo, mi hámster, estaba en casa de mis padres. No lo quise traer a hogwarts en quinto año, porque sentía que iba a tener mucha responsabilidad con eso de ser prefecta, pero lo extrañaba demasiado.
—¿Podrías dejar de hablarle así a mi hámster?—Le pregunte irritada, mientras me cruzaba de brazos.
—Calla—Blaise puso su dedo índice sobre mis labios, en un fallido intento de callarme, abofetee su mano—, ¡Soy su tío!, estoy en todo derecho de consentir a mi sobrino, está pasando por el divorcio de sus padres, debe ser muy difícil para él todo esto.
—¿De que demonios estas hablando?—Fruncí el ceño, no entendía de que estaba hablando mi amigo.
—Al parecer theo y tú se están divorciando—El negó con la cabeza—, Debe ser muy difícil para sigi tener a sus padres separados.
Suspire, implorándole paciencia a Merlin.
—Por décima vez blaise, ¡deja de llamarlo así!—Le repetí a mi amigo, por el estupido pronombre que le tenía a mi criatura.
—¿Quien se quedará con la custodia de mi sobrino?—Me pregunto, ignorando totalmente lo que dije y volviendo a su fantasioso tema—,Yo opino que tú lo deberías tener los días de semana y theo los fines de semana, así te podré llevar a rumbear los sábados.
—Me rindo—Suspire resignada, mientras me ponía de pie—, Iré a hacer guardia. Trata de no matar a mi hijo mientras no estoy.
Salí del vagón en el que me encontraba con blaise, si pasaba un segundo más allí mataría a blaise.
Empecé a caminar con el tren en movimiento, por el camino me encontré a draco, ron y a la desagradable pansy párkinson.
—¿No te cansas de ser tan sexy?—Una voz familiar me hablo, haciendo que me diera la vuelta.
Alexei estaba con una enorme sonrisa, mientras me miraba. Ya tenía su uniforme puesto —yo aún no— y estaba apoyado en la puerta de un compartimento.
Al ver sus ojos la culpabilidad me invadió al instante, ¿como yo podía ser tan hipócrita de sonreírle, después de haberlo engañado y no una, sino dos veces?
Él no se merecía lo que yo le había hecho, él no merecía absolutamente nada de eso. Pero aún así yo se lo hice, lo hice con todo el gusto y lo peor es que lo volvería a hacer.
—Deberías estar en tu vagón—Le dije en un tono regañadientes, mientras negaba con la cabeza.
El paso su brazo por mis hombros, esa acción me hizo acordar del día que draco me quería bajar puntos, entonces blaise y theo me ayudaron con eso. Theo ese día pasó su brazo por mis hombres y a partir de ahí lo empezó a hacer casi siempre.
