La testaruda y orgullosa hija menor, de remus Lupín, lexie. Se enfrentará a su quinto año escolar, después la muerte de su novio y su problema con las drogas. Promete no volver a sentir amor hacia nadie más... Pero llegan dos personas que cambiarán...
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—Sabes que puedes hablar conmigo, si es que lo necesitas—Me dijo daphne, por décima vez en la mañana.
—Daph—La frene—. No quiero hablar de nada, lloré por que me sentía mal y ya, no hay nada de que hablar.
—Llorar desconsoladamente no significa nada—Murmuro, y puse los ojos en blanco.
Suspire y decidí no seguir con el tema. Me he pasado los últimos días con daphne y he descubierto que es una chica increíble, demasiado amable y comprensiva. Pero también muy insistente cuando quiere saber algo y eso aveces me estresa.
—Saben—Empezó blaise, que estaba al lado mío—. Gracias a que nos drogamos juntos, ustedes ahora son amigas, deberían agradecérmelo.
—¿Por que gracias a ti?—Pregunte, enarcando una ceja.
—Porque si yo no fuera querido, no nos fuéramos drogado y ustedes nunca hubieron convivido—Respondió blaise, con obviedad.
—Yo quería hablarle a lexie hace muchos años atrás, solo que por pansy no lo hacía—Dijo daphne, con una mueca—. Además mi hermana se me adelantó a hablarle, pero pues ya somos amigas.
—Verdad, ¿por que le hablabas a Astoria y no a daphne?—Me pregunto blaise, con el ceño fruncido—. Si daphne tiene tu misma edad y Astoria no.
Tragué lo que estaba comiendo, para poder hablar.
—Porque según yo, Astoria era distinta a daphne—Les explique—. Además Astoria se empezó a juntar con ginny y me tocaba verla de seguido, por ley íbamos a ser amigas.
Seguimos desayunando, mientras blaise hacía preguntas recurrentes de por que no nos habíamos hablado antes.
Asistí a mis clases de ese día y esta vez si no me quede dormida, supongo que haber llorado ayudó un poco.
Ahora mismo me encontraba en los sillones de mi sala común, mientras escribía unos apuntes de pociones.
—Oh, lex, se me olvidaba—Me habló hersm, haciéndome despegar la vista de mi pergamino—. Harry dice, que tu padre dice que tu abuela le dijo que te quería ver.
—Ya lo se—Respondí, con desinterés, volviendo la vista a mi pergamino.
—No te emociones mucho—Ironizó ginny, causando una risa por parte de Astoria.
—Ya se que quiere decirme y no me interesa—Le dije, sin despegar la vista de mi pergamino.
—¿Y si tal vez no quiere decirte lo que crees? ¿No te interesa de igual manera?—Me pregunto Astoria incrédula.
