La testaruda y orgullosa hija menor, de remus Lupín, lexie. Se enfrentará a su quinto año escolar, después la muerte de su novio y su problema con las drogas. Promete no volver a sentir amor hacia nadie más... Pero llegan dos personas que cambiarán...
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Las semanas seguían pasando y yo seguía evitando a Nott. Sabia que si lo veía iba a querer que me respondiera muchas preguntas que tenía y sabía que él no me daría ninguna respuesta. Porque para él era más que suficiente que supiera que todo lo que él hacía era para que yo permanecerá a salvo.
¿Pero a salvo de que? Eso era lo que no comprendía, me frustraba no entenderlo.
Blaise puso una caja de terciopelo rosa pastel en mi mesa que estaba llena de libros. Lo mire con una ceja enarcada.
— ¿Que haces acá en la biblioteca, Blaise?
— ¡¿No puedo venir a leer?! — Chillo Blaise, haciendo que la bibliotecaria lo chitara, él la miró mal.
— Jamás lees — Cerré mi libro —. ¿Que necesitas?
— Es un regalo de Theito bonito — Me dijo Blaise felizmente, mirando la cajita.
— ¿Es una bomba explosiva? — Lo mire horrorizada.
— Theito bonito jamás te haría eso — Me miró mal —. Es tu regalo de cumpleaños atrasado. La relación de ustedes estaba mal en esos momentos y se le olvidó dártelo.
— No lo quiero, Blaise — Le dije en voz baja, volviendo mi vista a mi libro que acaba de abrir otra vez.
— ¡¿Por que?! — Chillo blaise y la bibliotecaria nuevamente lo chito, haciendo que blaise la fulminara con la mirada otra vez.
— Porque hace unas semanas discutimos y no creo que lo más conveniente sea que reciba un regalo de parte de él — Negué con la cabeza.
— ¡¿Discutieron?! — Chillo blaise —, ¡¿Y yo por que no me había dado cuenta?!
La bibliotecaria nuevamente lo chito, Blaise en cualquier momento le lanzaría un libro en la cabeza.
— Porque estaba roncando como un camión en mi habitación — Le dije en voz baja, sin despegar la vista de mi libro.
— ¡Deben dejar de discutir! — Chillo Blaise —, ¡Ustedes se aman!
Y la bibliotecaria nuevamente lo chito, pero a mi amigo ya se le había acabado la paciencia.
— ¡VAYA CHITE A LOS PERROS DE SU CASA, VIEJA MALPARIDA!
Guarde mis libros rápido y salí con blaise de allí, estaba sumamente avergonzada.
— ¡¿Por que dijiste eso?! — Lo mire horrorizada en cuanto cruzamos el pasillo —, ¡Que vergüenza!
— Nadie me interrumpe mis momentos de chisme — El se encogió de hombros.
Nott y Malfoy tenían la espalda recostada en una de las paredes oscuras de los pasillos, estaban fumando mientras discutían. Blaise me miró con una disculpa en sus ojos y desapareció por ese pasillo con ellos.
