La testaruda y orgullosa hija menor, de remus Lupín, lexie. Se enfrentará a su quinto año escolar, después la muerte de su novio y su problema con las drogas. Promete no volver a sentir amor hacia nadie más... Pero llegan dos personas que cambiarán...
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Ya habían pasado algunas semanas del incidente de Dean con Camilo.
Yo había tenido la fortuna de no encontrarmelo.
Justo ahora estábamos en la cancha de basketball.
Estabamos estirando, mientras el profesor Pablo nos gritaba.
Tenía un dolor punzante de cabeza, ¿recuerdan que les dije los efectos que me causaban la pastilla? Pues ahora están pasando.
—Cosas ricas y el...—Murmuro katie, que estaba al lado mío estirando.
—¿Eh? —Pregunté, descolocada, Dios el dolor de cabeza es terrible.
—Nott—Me dijo, señalandolo con la cabeza.
Estaba en las escaleras, se estaba poniendo la camisa. Tenía una mueca, también le debía molestar el sol, su piel pálida se debería estar quemando, tenía otra cadena diferente, le quedaba igual de bien.
—Lo normal—Murmure, acostandome en el suelo, mientras me tapaba la cara con las manos.
—¡Hagan parejas! ¡Que sean del sexo opuesto! —Grito el profesor.
Oh, no, no me quería poner de pie.
De pronto el sol empezó a desaparecer.
Una sombra lo estaba tapando.
Me quite las manos de la cara, y me encontre a Nott parado frente mío.
Dios, ¿como se podia ver tan bien en todas las posiciones?
¿Sonó tan feo como creo?
Si querida.
—¿Que quieres? —Le pregunté directamente.
El sonrió como un angelito, aveces me sorprendía que a mi me sonriera y a los demás no —Que seas mi pareja.
No alcancé a responder, por que me brindó su mano para que me parara.
La acepte, y me limpie con las manos el trasero.
—Estas consciente que no tengo nada de fuerza, ¿no? —Le dije, enarcando una ceja.
—No interesa—Me aseguro, pasando un brazo por encima de mi hombros —Yo tengo suficiente fuerza para los dos.
Sonreí negando con la cabeza.
Tambien me sorprende lo facil que el me hace sonreír, este año me ha costado mucho eso, pero con el es... Mas fácil.
—Estas consciente también, que vas a perder siendo mi pareja, ¿no? —Le dije, mirándolo.
