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Unos segundos mas tarde en el sótano de los Anderson...

Oigo como todos suben las escaleras y cuándo siento que ya no hay tanta gente en el sótano salgo del baño. Una vez fuera me encuentro a Kai viendo la televisión junto a Ozymandias, por lo cual me dirijo hacia el armario en el que guardo mi ropa en el sótano.

- Me voy.- Le digo a Kai antes de empezar a meter mis cosas en un bolso.

- Que haces?- Me pregunta mientras se para a mi lado.

- No eres sordo me escuchaste, me voy.- Siento como me toma del brazo y me deja enfrente de él.

- Por qué?- Me pregunta de manera brusca.

- Porque? enserio me lo estas preguntando? Estoy harta de toda esta mierda, de repente tienes un hijo, Kai ambos sabemos que ese piojoso es todo menos tu hijo, donaste solo una vez tu esperma en ese lugar hace tres años porque nos habíamos peleado, tu esperma ya debe ser agua porque di la orden de que lo tiren.- Veo como me analiza con su mirada, por lo que decido soltarme de su agarre y seguir guardando mi ropa.

- Pero te necesito Ambar.- 

- Obviamente que me necesitas, pero yo no necesito toda esta mierda, además todos esos juegos de manipulación conmigo no funcionan. Te quise por tantos años, te amé tanto, fuiste mi soporte tanto como yo el tuyo en estos momento. Pero estoy harta, has lo que quieras Kai, ya no dependes de mí. Te dejé todos los planes que tenía arriba de la mesa.- Ví como de repente se arrodilló ante mí y no pude hacer nada mas que soltar una carcajada.- Adiós Kai.

Lo separé de mí, tomé mi bolso y salí del sótano.

Unas horas mas tarde...

Ya eran la una de la mañana, me encontraba recostada en la parte trasera de mi auto pensando en que debía hacer. Realmente amaba a Kai, pero toda esa mierda del Culto se había salido de control. 

En el medio de mi crisis se me vino una persona que me podría ayudar a la mente.

Bebe Babbitt.

Me pasé al asiento de adelante y comencé a manejar hasta el hotel en él que ella se estaba hospedando. Una vez que llegue toqué el timbre y como siempre me abrió la puerta con su pipa en la mano.

- Querida, qué haces aquí y a esta hora?- Me pregunta con preocupación.

- Bebe necesito tu ayuda.- Le digo desesperada.

- Pasa, espera que te hago un té y hablamos.- Me dijo mientras se dirigía a la cocina.

Una vez que los tés estaban listos, los apoyó en la mesa de centro y se sentó en frente mío.

- Qué pasó?- Me pregunta dubitativa.

- Kai. Kai me pasó Bebe, lo amo tanto, pero toda su mierda de su culto y eso me esta sobrepasando, ya no aguanto más Bebe es demasiado.- Le digo mirando al suelo con un nudo en la garganta.

- Ambar, vas a tener que decidir. Por mucho que ames a Kai no te puedes degradar a ti misma, si esto te hace tan mal déjalo, pero Linda si sabes que lo necesitas tanto como el te necesita a ti, entonces ve. Si está tan mal como dices, ayúdalo, porque solo lo único que va a hacer es meterse más y más. Igualmente antes de volver con el debes darle una lección, hoy duerme aquí si quieres. Ademas querida te necesito para mi plan, las mujeres de el culto ya están lo suficientemente enojadas para dominar por esta razón necesitas quedarte ahí.

La miro a los ojos, tiene razón.

Paso la noche en la casa de Bebe y ya en la mañana me dirijo devuelta hacia Brookfield Heights. Mientras me dirijo hacia la casa paso por la plaza y veo como un cúmulo de gente esta peleando entre sí.

Kai.

Discurso.

Postulación.

Mierda.

Bajo rápidamente del auto para meterme entre la gente, veo como Kai está tirado en el piso mientras sus hombres le tiran leche en la nariz, me acerco a ellos y empujo a ambos chicos.

- LO ESTAN HACIENDO MAL.- Le grito mientras tomo la cabeza de Kai y lo recuesto entre mis piernas.

- Ambar?- Me pregunta mientras intenta abrir los ojos.

- Cállate y quédate quieto.


Our Sick Cult/ Kai Anderson.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora