Our Sick Cult/ Kai Anderson.

38.

Unas horas mas tarde en un hotel cerca de Brookfield Heights...

Eran la Una de la mañana, no me podía dormir, duna vuelta hacia la derecha y otra para la izquierda. Tener una cama matrimonial para mí sola no ayuda. Gracias a mi mala suerte cuando me estaba por dormir mi celular sonó, obviamente no lo iba a dejar ahí. Cuando leí el mensaje me di cuenta de que tendría que haberlo dejado ahí.

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Anderson: Necesito a mi chica con el disfraz sexy.

Que?

Anderson: Planned Parenthood, Ya.

Que te quede claro que solo voy por Winter.

Anderson: Que quede claro que solo te invito para verte en ese disfraz sexy.

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Me dirigí rápidamente hasta mi improvisado armario y de ahí saque mi vestido con mi mascara, para salir de la habitación el hotel solamente me puse el vestido y la mascara ,la guardé en una bolsa para que pase desapercibida. Me subí al primer taxi que pasó y me dirigí hacia Planned Parenthood. Una vez que llegue me encontré con todos disfrazados entrando por la puerta principal pero Kai le estaba diciendo algo a Winter mientras todos entraban.

- Vamos Win.- Dije mientras pasaba por al lado de ellos, me ponía la mascara y tomaba la mano de Winter.

Una vez que entramos nos acomodamos todos al rededor del lobby, esperando a que llegue no se quien, normalmente era yo la que hacia los planes así que me da demasiada ansiedad el hecho de no saber a por quién vamos. El golpe de una puerta cerrándose bruscamente me saca de mis pensamientos y al instante me deja a la vista un Gary asustado. No voy a mentir, sentí cierta satisfacción al verlo así, ese inútil merecía morir hace mucho.

Vi que todos comenzaban a acercarse lentamente hacia el así que yo los seguí, entre sus gritos nos acomodamos rodeándolo, yo me encontraba al lado de Win, me preguntaba cuál era el paradero de Kai ya que nunca lo vi entrar por la misma puerta que nosotros.

-¿Qué está pasado?- Preguntó asustado Gary.- Este no es el plan.- Mientras el susodicho hablaba se escucho como un fierro chocaba contra las escaleras, Kai venía bajando en su disfraz llamando la atención de todos.- Gran Líder ¿Porque?¿Qué he hecho?- Oí como Kai suspiraba mientras se sacaba la mascara.

- Dulce Gary, no se trata de lo que has hecho, se trata de lo que estás a punto de hacer.- Le dice en un tono tranquilo Anderson.

- Que pasa con la Noche de las mil Tate?- Algo dentó de mí se revolvió, deseaba que algo evitara que eso pase.- Tenía muchas ganas de que llegara.-

- La Noche de las mil Tate va a pasar.- Le responde su Gran Líder.- Solo que tú ya no participarás. Para lo que te necesito es más importante, más necesario.

- Pero..., no quiero dejarte Kai.- Aprieto la mano de Winter para no reírme, definitivamente sus hombres eran mucho mas estúpidos que Kai, habrá sido el tinte azul?.

- Haciendo esto, nunca me dejarás.- Lastimosamente su lado inteligente seguía vivo, sabia como manipular perfectamente a cualquiera.- Formarás parte de mí, estarás mas cerca de mí que ninguno de mis otros hijos.-

- Ok...- Se lo escuchó hablar a Gary antes de que se envolviera en un abrazo con Kai.

El momento en el que Kai se alejó de Gary fue la señal para que todos se adelanten y le comiencen a dar apuñaladas a Gary, yo decidí solamente clavarle mi navaja dos veces en cada uno de sus huevos y dejarlo en el piso, luego di unos pasos hacia atrás dandole espacio a los demás payasos y sintiendo como Kai me agarraba de la cintura.

- Necesito tu apoyo- Me dijo con un tono triste.

- Quisieras Anderson.- Le respondo saliendo de su agarre.

- Como es que no te puedo manipular cuando me da la gana?- Me pregunta mirándome a los ojos y dejando nuestros labios a pocos centímetros.

- Ambos sabemos que es porque soy mucho mejor que tú.- Siento como acorta la distancia de nuestros labios y los junta en un suave beso.

- Necesito que te quedes aquí conmigo así abrimos el cuerpo de Gary y lo dejamos en la puerta.- Asiento entre el beso y me separo de él cuando veo que todos se alejaron del cuerpo de Gary.

- Váyanse, ahora. Mañana vamos a seguir trabajando.- Sentencia Kai por lo cual Winter me mira y yo asiento para que se vaya a la casa tranquila.

Minutos más tarde ya se habían retirado todos, mientras que Kai y yo transportábamos el cuerpo de Gary hacia la puerta, una vez que terminamos me separé de él y comencé a caminar hacia la salida del estacionamiento para comenzar mi camino hacia el hotel andando.

- Qué haces?- Siento como Kai me toma del brazo repentinamente.

- Me estoy yendo.- Le digo murándolo a los ojos.

- No voy a dejar que andes por la calle sola a estas horas.- Me responde él en un tono autoritario.

- Yo no pienso ir a ese sótano lleno de trogloditas.- Le reprocho riéndome.

- La cocina?- Lo miro dubitativa.

- Pero como voy a dormir en la...- Corto mi oración al darme cuenta de sus intenciones.- No.

- Vamos, necesitas saciar tus ganas.- Me dice soberbio.

- Tranquiló que puedo saciarme tranquilamente con mis dedos o con algún utensilio, gracias por la preocupación Anderson.- Le respondo mientras me suelto nuevamente de su agarre.

- Saber muy bien que nada te va a llenar como lo hago yo.- Me responde haciendo que me detenga en el lugar.

- Kai, creo que...- Siento como algo me levanta del suelo y paro de hablar para analizar la situación, Kai había levantado como si fuese una bolsa de papas para llevarme hacia su auto.

- Vamos señorita Anderson, usted sabe muy bien que ese vestido me vuelve loco.-

Durante el camino hubieron toqueteos, besos rápidos y mucha tensión. En el momento que llegamos a la casa entramos rápidamente entre besos, mientras bajábamos las escaleras del sótano mira hacia el comedor y vi cómo todos los hombres que vestían azul estaban durmiendo ahí, así que sin pena alguna nos adentramos al sótano.

Sentí como Kai me pego contra la pared y comenzó a besarme el cuello, luego me quitó el vestido mientras yo le quitaba toda la parte de arriba de su disfraz. Continuamos besándonos mutuamente, nos repartíamos besos por todos nuestros besos hasta que sentí como él entre un beso me tomaba de la cintura, rozando nuestros centros, para llevarme a la cama.
Una vez Ahí se agachó en el pie de la cama, movió mi pantis y dirigió sin piedad su lengua hacia mi clitoris. Con el paso de los minutos y con la ayuda de sus manos yo ya me encontraba en el paraíso con el sentimiento de que si no me liberaba de la presión que sentía en mi vientre iba a explotar, así que tomé a Kai del cuello para levantarlo y recostarlo en la cama. Me subí en él y rápidamente saqué un condon de la mesa de luz, se lo puse en movimientos desesperados y cuando ya estaba todo listo sentí como Kai me levantó las caderas y me penetró profundamente. Comencé a seguir desenfrenadamente sus movimientos y al cabo de unos minutos ambos estábamos por venirnos, pero de repente sentí cómo Kai me di vuelta dejándome debajo suyo para luego comenzar a ahorcarme.
Lastimosamente ese acto no me enojo, solamente hizo que me prenda más para que luego de tres estocadas podamos venirnos juntos. Sentí como se levanto para tirar el condón, luego cÓmo se acostó al lado mío tomándome de la cintura y pegándome a él.

- Buenas noches señorita Anderson...-